Como antesala de la Navidad,
la festividad litúrgica de la Expectación de María
Santísima se manifestó entre nosotros., y con ella
un momento ansiado para muchos, el momento de poder contemplar de
frente la incomparable imagen de Nuestra Señora de la Esperanza
en su anual y devoto besamanos.
Como viene siendo tradicional la Hermandad
de Jesús del Gran Poder ha celebrado durante los días
previos triduo en honor de su titular mariana, centrando los actos
principales en la jornada del día 18 de diciembre con el
besamanos y Función principal.
Para
tan augustas celebraciones la imagen de la dolorosa de Risueño
preside el templo parroquial de San Gil y Santa Ana desde
el presbiterio y entronizada en su altar de cultos que tiene
como telón de fondo el tabernáculo neoclásico
con la imagen de la Asunción de María. La imagen
de la Virgen se situaba sobre la escalinata del presbiterio,
delante del altar de triduo con dos paños de cera laterales.
Vestía Nuestra Señora saya blanca con motivos
marianos y manto verde bordado, presentaba un pecherín
bastante llamativo por sus formas rectas realizado con mantilla
valenciana en tono crudo y dorado dispuesta en tablas. El
exorno floral estaba enmarcado en tonos blancos tanto en centros
como en ánforas. El color verde de la esperanza, esencia
del tiempo de Adviento, cubría varios elementos del
presbiterio de esta iglesia mudéjar, que vivía
uno de sus días grandes.