Después de casi 300 años,
la imagen fundacional de la Orden Seglar de los Siervos de Santa
María vuelve a presidir los cultos de esta corporación
gaditana.
Una vez que la imagen
de María Santísima de los Dolores, que procesiona
en la tarde del Viernes Santo, fuera trasladada en la mañana
del pasado sábado hasta el taller en Sevilla, del restaurador
isleño Pedro Manzano, la imagen fundacional de la orden
que se venera desde el año 1939 en la hornacina de la
calle Sagasta, fue trasladada hasta el camarín de la
capilla siendo entronizada en el mismo, tal y como se hiciese
el 25 de marzo del año de 1774, festividad de los Dolores
de Nuestra Señora, cuando la imagen fue trasladada solemnemente
en procesión desde la Iglesia de San Lorenzo, hasta la
que a partir de ese día sería la Capilla de los
Siervos de María, gracias a la donación efectuada
por Doña María Paula Enríquez, camarera
de la Virgen durante más de 25 años, y que a su
fallecimiento nombró heredera universal de todos sus
bienes, a la por aquel entonces, V.O.T. de Servitas.
No obstante debemos indicar que tal y
como se recoge en el libro "Seglares Servitas en Cádiz"
, parece que esta primitiva imagen ya en el año 1747 fue
sustituida por la actualmente en restauración, cuya ejecución
puede datarse en la primera mitad del siglo XVIII, con lo que parece
que en el año 1774 fue la imagen en restauración la
que ya presidía la Capilla, lo que en caso de que así
fuese supondría el que la imagen primitiva fuera la primera
vez desde el 13 de marzo de 1727, día en que se funda la
orden, que presidiese la actual Capilla desde su camarín,
en caso contrario, tal y como parecen que apuntan las últimas
investigaciones sobre la autoría y fecha de realización
de la actual imagen titular de la Orden, supondría el poder
revivir imágenes que no se veían desde hace más
de 200 años.
Esta primitiva imagen
de la Virgen de los Dolores es obra del insigne imaginero sevillano
D. José Montes de Oca en el año 1729, y responde
iconográficamente al tema de la Soledad de María
al Pie de la Cruz; es decir siguiendo las pautas del texto sagrado:
“Stabar Mater Dolorosa”; la Virgen sumida en un
profundo llanto, con la cabeza baja e inclinada hacia el lado
y las manos juntas, coadyuvando todo ello a una actitud de recogimiento,
resignación y soledad.
Esta imagen estaba pensada evidentemente
para culto interno, pues por aquellas fechas la corporación
no se había planteado la salida procesional dentro de la
Semana Santa. Era frecuenta la procesión claustral los terceros
domingos de cada mes, y otra de mayor importancia el antiguo Viernes
de Dolores, en la actualidad festividad, para los Siervos de María,
de Santa María al Pie de la Cruz. Ambas costumbres han desaparecido,
limitándose el culto a esta imagen al Rosario de la Aurora
que se celebra cada 15 de agosto, y del que este año 2006
se han cumplido 30 años.
La imagen permanecerá expuesta al culto en el camarín
de la capilla, mientras no regresa la imagen procesional de la Orden,
para lo que se estima un plazo entorno a los 4 o 5 meses, de modo
que la Orden continuará desarrollando puntualmente sus cultos
semanales y así como la misa de los terceros viernes de mes.