EL CUADRO
DE MARÍA AUXILIADORA DE TURIN Y SU ARCHICOFRADÍA
José C. Manzano González
Publicado en el Blog de María Auxiliadora de la Alhambra
Remitido por Francisco David Cañas Pérez
Granada, octubre 2007
El cuadro fue iniciado
por D. Bosco, quien lo encarga al pintor Lorenzone en el año
del Señor de 1865. Después de tres años
de trabajo, el cuadro fue colocado en el Altar Mayor de la Basílica
de María Auxiliadora en Turín-Valdocco. D. Bosco
lo describió así: “Resalta la Santísima
Virgen en medio de un Mar de Luz y Majestad; un coro de Ángeles
la rodea y la rinde pleitesía como su Reina; su mano
derecha aprieta un cetro símbolo de su poder; en la izquierda
sostiene al niño Jesús, que tiene los brazos abiertos,
como ofreciendo sus Gracias y Misericordia a quien recurre a
su Augusta Madre. Abajo dividido en dos alas aparecen los Santos
Apóstoles y los Evangelistas, que en dulce éxtasis,
contemplan atónitos a su Reina como exclamando: Regina
Apostolorum Ora Pro-Nobis. Al fondo del cuadro se ve la ciudad
de Turín, con el Santuario de Valdocco en primer plano
y a lo lejos la colina de Superga".
Según la descripción de
D. Bosco el cuadro es una representación plástica
del título de “María Madre de la Iglesia”,
María por ser la Madre del Hijo de Dios es la Reina del cielo
y de la Tierra, toda Iglesia, representada por los Apóstoles
y los Santos la aclaman Madre y Auxiliadora la Poderosa.
Al año siguiente el 18 de abril
de 1869 el Arzobispo de Turín, declara canónicamente
en la Basílica la Piadosa Asociación de María
Auxiliadora para irradiar en el mundo la devoción a la Santísima
Virgen invocada bajo este título. Con el breve del 5 de abril
de 1870, Pío IX la elevo a Archicofradía, fue el incremento
y se extendió por todas las partes del mundo.
Su Santidad León XIII, aprobó la gracia de poder agregar
válida y lícitamente a la Archicofradía existente
en Turín, todas las asociaciones que surgieran en cualquier
parte del mundo con el mismo título y la misma finalidad.
EL CUADRO, CORONADO CANÓNICAMENTE
El 17 de mayo de 1904 el cardenal Agostino
Richelmy, por delegación expresa del Papa León XIII,
coronó canónicamente a María Auxiliadora en
la gran basílica construida por Don Bosco en Turín.
El joyero Antonio Carmagnola preparó la corona del niño
Jesús y de la Virgen en oro fijo, amarillo opaco, obtenido
de la fusión de anillos, pendientes, cadenitas y objetos
semejantes enviados por los devotos de María Auxiliadora.
En la parte superior de la corona se colocó una estrella
para recordar la expresión de san Bernardo: “Mira la
estrella, invoca a María.”
Tal impacto causó esta coronación
en el mundo salesiano que no pocas casas repartidas por todo el
mundo desearon vivamente emular este acontecimiento acogiéndose
a la disposición expresada por el mismo Santo Padre, según
la cual se hacía extensivo el privilegio a otras imágenes
con la misma advocación.
En la actualidad, son miles las Asociaciones
de devotos de María Auxiliadora como varios millones de asociados.
Los fines de esta Asociación quedaran señalados por
San Juan Bosco en el documento presentado para su aprobación:
“Promover e incrementar el culto al Santísimo Sacramento
y la devoción a María Auxiliadora de los Cristianos”.
La Asociación de María
Auxiliadora es un lugar de encuentro para los fieles que se adhieran
a sus actividades específicas en su fin primordial, dejados
por Don Bosco.
Pueden pertenecer a la Asociación
de María Auxiliadora todas aquellas personas que lo deseen.
El ingreso a la Asociación
se hace a ser posible en el contexto de una liturgia de la palabra
o celebración de la eucaristía a ser posible un
24 de mes como día consagrado a la Santísima Virgen
Auxiliadora y siguiendo el ritual en uso:
Novena de María Auxiliadora, Aconsejada por San Juan Bosco
Se trata de una sencilla novena no
circunscrita a ninguna época del año, se puede hacer
cuando se quiera para pedir alguna gracia especial, o agradecer
las ya recibidas.
Quien confía en la Virgen nunca
quedará defraudado
Rezar durante nueve días seguidos
tres padrenuestros, Ave-Marías y glorias con la jaculatoria,
sea Alabado en todo momento al Santísimo Sacramento, sea
por siempre Bendito y Alabado y tres Salves con la jaculatoria
“María Auxiliadora de los Cristianos, ruega por nosotros”.
Acusarse a los Santos Sacramentos
de la Penitencia y Eucaristía.
Dar una limosna según la propia
posibilidad de cada uno.
Cuando aconsejaba San Juan Bosco esta
novena solía decir.
Tened mucha fe en el Santísimo Sacramento y en María
Auxiliadora y estad seguros de que la Virgen no dejara de alcanzar
el cumplimiento de vuestros deseos si es para gloria de Dios y bien
de vuestra alma y si no, os concederá otras gracias, iguales
o mayores”.