ALTAR-TRONO FESTIVO
REAL SANTUARIO INSULAR DE NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES DE SANTA CRUZ DE LA PALMA
José Guillermo Rodríguez Escudero
Santa Cruz de la Palma, julio 2008
CONSTRUCCIÓN
En la documentación que posee el Santuario de La Patrona
de La Palma, de fecha 3 de octubre de 1672, figura haberse fundido
varias piezas de plata que tenía “La Morenita” para
construir el magnífico y valioso trono del mismo metal,
de estilo barroco, que hoy podemos admirar.
Los primeros objetos que se emplearon en esta fabulosa obra, fueron
donación del Conde de La Gomera, don Gaspar de Guzmán,
de don Miguel de Ceballos, de don Antonio Vasconcelos, de don Pedro
Camacho y de don Pedro Massieu Van Dalle. Más tarde se añadirían
muchos más nombres de acaudalados caballeros y de prestigiosas
familias, amén de numerosos fieles y devotos de la Virgen,
que, a través de los años harían nuevas aportaciones
de objetos que, después de fundirlos, servirían para
este trono, aparte de la plata adquirida con el peculio de la ermita.
Aquel mismo día de 1672, el orfebre don Diego González
apreció todas las joyas de plata de la iglesia. Con ello
se deduce que pudiera ser quien iniciara esta importante obra de
arte.
El 16 de julio de 1733 se consigna haberse hecho la última
grada y sus remates laterales. Así se confirma que el fabuloso
trono fue realizado en un largo período de tiempo y, en
consecuencia, trabajado por diferentes orfebres insulares, configurándose
como un verdadero testimonio de piedad, devoción y arte,
aportado por numerosas generaciones que han querido rendir honor
y tributo a la Patrona de La Palma y de los Palmeros.
La grada superior, la más alta de todas, se construyó en
1967 y fue sufragada por don José Duque y Martínez
y familia. Se sustituyó así una de madera tallada.
Fue realizada en La Laguna por don César Fernández
Molina. Se forma así una especie de pirámide de plata
en cuya cúspide se sitúa el trono de la Imagen. Sobre
los peldaños se colocan numerosos búcaros de plata
y candeleros con velas para adornar el altar. Coincidiendo con
el color de los diferentes trajes de la Virgen, así serán
las flores empleadas en la exquisita decoración.
El altar-trono festivo completo tan sólo se arma una vez
al año, para las celebraciones de las fiestas de la Patrona
insular durante todo el mes de agosto. Cada cinco años tiene
lugar la Bajada, por lo que éste es trasladado a El Salvador
en romería, dentro de los importantes actos del amplio programa
y allí queda expuesto todo el mes de julio. Más tarde
se vuelve a colocar en el Santuario, durante todo el mes de agosto,
para que, tras la Subida de la Virgen, en el día de su onomástica,
05 de agosto, sea allí entronizada. Muchos curiosos no quieren
perderse el emotivo momento en el que las andas de baldaquino descienden
lenta y majestuosamente por detrás del trono mediante un
mecanismo invisible y silencioso, unos momentos antes de la procesión
de La Virgen de Las Nieves, y cuando se produce el momento de elevación,
tras su entrada y recolocación.
EL SAGRARIO
El sagrario fue hecho en 1713, perfeccionándose en 1720.
Sobre él se sitúa un magnífico “Stabat
Mater” pequeño, en el que destaca la Dolorosa, nimbada
por un sol de plata, de estilo flamenco y que fue donación
de don Alvaro Rodríguez Fernández. Se sitúa
a los pies de un magnífico crucificado cuya cruz de madera
noble está adornado por embellecedores de plata repujada
en forma de coronas. Todo este conjunto también está nimbado,
nuevamente, por un gran sol de plata de veintiún rayos.
La puerta del bello sagrario tiene tallada la figura de un “Agnus
Dei” o Cordero de Dios flanqueado por un banderín
y en el centro de una mandorla.
EL FRONTAL
La donación del frontal de plata del trono de la Virgen
consta ante el escribano don Antonio Vázquez el 5 de junio
de 1714. En este mismo día el Capitán “de a
Caballo” don Francisco Ignacio Fierro de Espinosa, Sargento
Mayor de La Palma, compareció ante dicho fedatario y declaró que
su cuñado, don Juan Vicente de Torres Ayala y Santa Cruz,
presbítero palmero y vecino de la ciudad cubana de Villa
de Guanabacoa, le había enviado dicha pieza para Nuestra
Señora de Las Nieves, la que fue entregada a su Mayordomo.
En carta fechada por el señor Torres en La Habana, a 19
de enero de ese año, había dispuesto que sólo
se usara en las festividades de La Virgen, como así ha sido
hasta nuestros días.
Este frontal está formado por una chapa de plata recubierta
de abundante decoración relevada que se distribuye en siete
paneles verticales bajo una ancha banda longitudinal de la que
los separa una moldura de perfil sinuoso. Sus medidas son 340 x
106 cms. El pormenorizado estudio efectuado por la querida y desaparecida
profesora palmera Gloria Rodríguez sobre la platería
americana en La Palma, y más concretamente sobre este frontal,
ha sido una obligada e indiscutible referencia. Siguiendo con éste,
allí se nos describe que los paneles rectangulares (68 x
45 cms) van bordeados por una moldura en la que se repiten motivos
florales en torno a un marco de pequeñas bolas; dentro de
ellos se han representado alegorías marianas tomadas de
los textos del Antiguo Testamento: una palma, una fuente, un ciprés,
una torre, un olivo, un pozo y otra palma. La ornamentación
también incluye cabezas humanas de facciones indígenas
muy marcadas, pájaros saliendo de flores, roleos vegetales,
etc. Todo el conjunto toma un significado que va más allá de
lo puramente decorativo y expresa plásticamente un cántico
a la Virgen de Las Nieves.
LOS FAROLES
Los seis magníficos faroles ochavados de plata repujada,
que acompañan escoltando a la Virgen en sus Bajadas y Subidas
a Santa Cruz de La Palma, fueron mandados a construir en 1768,
y en cuyo interior se colocan encendidas las llamadas “Velas
de la Piedad”. Cuatro de ellos fueron sufragados por el caudal
de la imagen y los dos restantes por la Hermandad del Santísimo
de aquella parroquia. El 30 de diciembre de 1778 la citada Hermandad
se descarga con 2.250 reales, importe de dichas dos piezas. Si
no se celebra la “Bajada”, ese año se colocan
simétricamente en torno al trono y también sobre
las dos barandillas de plata del presbiterio con luz artificial
en su interior para un mayor realce de la magnífica decoración
del altar.
LAS ARAÑAS
Se trata de una pareja de arañas de dos cuerpos, con una
altura total de 56 cms, con tres brazos cada uno y que cuelgan
a ambos lados del altar-trono. Toman la forma de esferas achatadas
con decoración superpuesta y van separados entre sí por
un elemento cilíndrico con asas adosadas que se repiten
en el perillón del remate inferior. El cuerpo mayor se decora
con tres espejos circulares, bordeados por unas hojas de acanto
caladas. Mediante un juego de cartelas se sirve de enlace a unos
querubines donde se apoyan los tres mecheros. El cuerpo superior
es más pequeño con la misma decoración y elementos
vegetales y mismos angelotes que sirven de base a otros tres mecheros.
Se cree que su donante, don Felipe Lazcano y Gordejuela (1658-1715),
cuyo nombre está inscrito en el cuerpo inferior, las trajo
de las Indias aproximadamente hacia 1692.
LAS BARANDAS
Las barandas de plata que están a los lados del presbiterio
fueron abonadas por varios devotos el 10 de septiembre de 1757.
Se trabajó primero la situada en el lado del Evangelio,
y en ella se invirtió parte del legado de mil pesos fuertes
dejados por don Domingo Pantaleón Álvarez de Abreu,
Arzobispo de Puebla de Los Ángeles y natural de esta isla.
También se sumó, para la conclusión de la
obra, el donativo de 50 onzas de plata efectuado por el teniente
coronel don Juan Vélez de Ontanilla y Guisla. El sargento
mayor de las milicias, don Santiago Fierro Santa Cruz, casi simultáneamente,
prometió cubrir de ese mismo metal la segunda barandilla.
Al no encontrarse ningún gasto sobre el particular en los
archivos parroquiales, se supone que el caballero cumplió su
ofrecimiento.
LOS BLANDONCILLOS
Se trata de seis candeleros o blandoncillos, cuya altura es de
65 cms, de los cuales cuatro fueron enviados de Indias y otros
se hicieron en La Palma, copiando el mismo modelo. Tienen desarrollada
la parte superior, formada por un cuerpo troncocónico invertido
entre dos cuerpos bulbosos y achatados. Su diámetro en el
pie circular es de 22 cms. La decoración en la base, gollete
y copa superior repite temas característicos del siglo XVIII:
gallones, espejos ovales y cartelas en forma de “ces”.
Fueron enviados de Las Indias por don Diego de Monteverde antes
de 1681, según el Archivo Parroquial e Inventario de ese
año. Estos candeleros tuvieron gran influencia en La Palma,
pues se tomaron como modelo para los de la parroquia de El Salvador,
que se hicieron en 1688.
LAS ANDAS DE BALDAQUINO
Las andas de baldaquino de plata repujada, las más antiguas
que se conocen en el Archipiélago, decoradas con motivos
barrocos, datan de 1665 y su construcción se efectuó siendo
administrador de las cuentas de fábrica el Sr. Guisla Van
de Walle, que hizo grabar su nombre en los espejos elípticos
que aparecen en los laterales de la base. Fueron encargadas al
prestigioso orfebre palmero don Pedro Leonardo Santa Cruz, Capitán
de las Milicias, pero falleció sin haberlas acabado. Por
este motivo hubieron de ser enviadas a Tenerife donde se le dieron
fin. Su costo total fue de 11.399 reales, según se detalló en
las cuentas del 1 de agosto de 1698.
Sobre la peana central de plata donde va colocada la Virgen, a
sus pies, está fijada un creciente de luna, regalo de don
Juan de Oviedo, según la documentación de 1681. Años
más tarde, en 1706, esta pieza se bañó en
oro gracias a la generosidad de don Ambrosio Rodríguez de
La Cruz, natural del Realejo Bajo y vecino de esta ciudad.
Se contabilizan 876 reales y 12 maravedíes gastados en
la plata que se empleó en los remates y perillas que se
colocaron encima de la cornisa del baldaquino, donde van insertados
varios ramilletes de flores blancas. La plata de la mandorla o
sol que nimba a la venerada imagen la donó doña María
de Las Nieves Pinto y Vélez de Ontanilla, y la hechura y
dorado se pagó con dinero propio del Santuario. Consta en
29 de diciembre de 1768 y se realizó en Tenerife. Se compone
de un óvalo dorado y repujado del que cuelgan doce estrellas
, seis en cada lado, y una paloma de plata (representando al Espíritu
Santo), que pende sobre la corona de la Virgen, balanceándose
con el movimiento del trono.
El orfebre Fernández Molina hizo un jarro de plata para
sustituir al de madera que tenía las andas en el centro
de su techo, a petición del devoto don Rafael De La Barreda
y Díaz y familia.
BAJADA LUSTRAL DEL TRONO
Dentro de los actos de la Bajada de La Virgen de Las Nieves cada
cinco años a la capital de la isla, se encuentra una de
las romerías más multitudinarias que se organizan
en el Archipiélago Canario. El primer domingo de la Semana
Chica de las Fiestas Lustrales, tras la Subida de la Bandera de
La Virgen, se produce la romería de la Bajada del Trono
de Plata de la Virgen, por los Caminos Reales de la Dehesa, del
Planto y de la Encarnación hasta la Plaza de España
de la capital palmera.
Desde que el Obispo García Jiménez instaurara en
1676 la Bajada de La Virgen cada lustro y ordenara que la Santísima
Virgen fuera colocada en “trono decente”, se inició esta
piadosa y festiva costumbre que ha llegado hasta nuestros días.
El actual Cronista Oficial de la capital palmera, don Jaime Pérez
García publicó una detallada y minuciosa crónica
de lo vivido en la Bajada de 1815: “…llegó por
fin el rancho de trono, sagrario, andas, barandas, perillas, gigantes,
clarín, banderas, tambores, ramos, etc. El Castillo hizo
saludo real y el Barco, lo mismo, todo ello acompañado de
vivas y tanta algazada que parecían los moros… y dio
de refrescar a todos aquellos que habían venido cargando
dichas piezas…”
Un extracto del diálogo que se celebraba ante el avistamiento
del Trono de Las Nieves es el que se custodia en la Sociedad La
Cosmológica de esta ciudad. Se trata de un manuscrito firmado
por don José Pinto y Guisla:
Castillo: “Alistarse y ponerse en batería
Pues ya llega el trono de MARIA
Al cual va a saludar mi artillería
Celebrando en su día con respeto
La importante visita de este objeto”
Navío: “Enhorabuena sea tu llegada
Y su pase también por esta rada:
Venga el trofeo de tan portento
Mi artillería está pronta, y al intento
Aprueba de este Fuerte el pensamiento”.
(Comienzan las salvas reales)
Se la ha definido como “la romería más divertida
y singular de las que se convocan por estas latitudes”. Divertida
en cuanto convoca a palmeros de dentro y fuera y canarios de todos
los rincones de las islas que aportan sus variados atuendos y folklore;
y singular, como dice nuestro querido periodista Luis Ortega Abraham: “porque
es el único evento romero, que se sepa, donde ni va ni cuenta
el santo”.
Y así es. La interminable muchedumbre de romeros ataviados
con los trajes típicos, transporta lo que también
se llama el “Equipaje de La Virgen”, es decir, el trono
despiezado en cuarenta y dos partes y las andas de plata, o llamado
también “trono chico”. Las veinticuatro campanillas
de plata que cuelgan de los laterales del techo del trono, no paran
de sonar ya que los peregrinos lo hacen bailar y girar sobre sí,
elevándolo al ritmo de la música canaria, eso sí,
con el máximo de respeto y fervor, hasta la Parroquia Matriz
de El Salvador, donde será entregado y ensamblado y aguardará,
vacío, en la capilla mayor y bajo dosel de terciopelo y
oro, la llegada de “La Morenita” el Domingo Grande.
Originalmente fueron los campesinos de los pagos vecinos a la
ermita los que cargaban las piezas de plata labrada y las andas
de baldaquino de Las Nieves. Retomando las palabras de Luis Ortega: “Del
frugal cortejo de antaño se saltó a un desfile abigarrado
y multicolor que recorre, entre cantos y bailes de la tierra, el
mismo trayecto que hará la Virgen dos semanas más
tarde”.
BIBLIOGRAFÍA:
FERNÁNDEZ GARCÍA, Alberto-José. Real
Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves. HERNÁNDEZ PERERA, J.Orfebrería
de Canarias. HERNÁNDEZ PÉREZ, Mª Victoria.La
Isla de La Palma. Las Fiestas y Tradiciones. María Victoria Hernández
Pérez La Platería Americana en la isla de La Palma. ORTEGA ABRAHAM, Luis.Programa
de la Bajada de la Virgen. Santa Cruz de la Palma. Año 2000. PÉREZ GARCÍA, Jaime.Descripción de todo lo
que pasó en la Bajada de Nieves en La Palma año 1815. PINTO Y GUISLA, José. Festejos
públicos que tubieron
lugar en la Ciudad de Santa Cruz de La Palma á consecuencia
de la bajada á la misma de la Imagen de Nuestra Señora
de Las Nieves. Verificada el día 1 de febrero de 1845. RODRÍGUEZ, Gloria.La iglesia de El Salvador de Santa Cruz
de La Palma.