VII JORNADAS DE
CULTURA COFRADE DE LA COFRADÍA DE LA ORACIÓN EN EL
HUERTO
Isaac Palomino Ruiz
Granada, diciembre 2008
La iglesia del Monasterio
de la Madre de Dios de Comendadoras de Santiago y la Corrala
de Santiago acogieron durante dos semanas las muestras que,
con motivo de sus Jornadas cofrades, ha organizado en edición
anual la Cofradía de la Oración en el Huerto.
La Corrala de la calle de
Santiago acogió un tributo a la advocación
de la Amargura en tierras andaluzas, una serie de paneles
explicativos dejaban constancia del gran número de
efigies de María dolorosa que baja esta advocación
veneran corporaciones nazarenas de toda Andalucía.
En la misma sala podiamos apreciar algunos retratos de la
titular de cofradía, María Santísima
de la Amargura, realizados con óleo sobre lienzo
y algunos sobre tabla, casi en tutolidad obras de Juan Díaz
Losada; también una colección de dagas de
dolorosas granadinas y la constante emisión de un
audiovisual sobre la titular mariana del Lunes Santo realejeño.
En el templo sede de la cofradía,
el monasterio de madres comendadoras, se desarrollaba el grueso
de la muestra, con las otras dos secciones que la componían.
La nave la iglesia recogía una magnífica muestra
de piezas de atavío de imágenes marianas de toda
Andalucía, un compendio del bordado que luce la Madre de
Dios en nuestra región, desde el estilo puramente conventual
hasta las más recientes creaciones y diseños auspiciados
por las hermandades y cofradías. Sayas, mantos y pecherines,
entre otros, abrían ante nosotros un paseo por siglos de
historia y devoción. Contaban con un gran número
de ajuares pertenecientes a imágenes patronales, tal es
el caso del Rosario de Cádiz, la Capilla de Jaén,
Cabeza de Andújar, del Mar de Almería, Antigua de
Granada, Purísima Concepción de Puente Genil o Angustias
de La Rábita; y de otras tan devocionales como la Virgen
del Espino de Chauchina con su manto de coronación, la
Virgen del Socorro de Córdoba o del Rosario coronada de
Granada. Advocaciones dolorosas y gloriosas de gran arraigo y
devoción en esta tierra de María Santísima,
como son Angustias, Rosario o Divina Pastora, se dieron bajo la
atenta mirada de la titular del convento ataviada de blanco, al
igual que las imágenes de la Virgen, de mediano tamaño,
que presidían en los laterales, con indumentarias bordadas
en sedas de colores. Ya en la sacristía se rendía
homenaje a uno de los grandes escultores que legara la escuela
granadina en el siglo XVIII, Torcuato Ruiz del Peral, cuyo tercer
centenario estamos celebrando. Una muestra de imágenes
mostraba la destreza del artista de Exfiliana, San José
con el niño; dos arcángeles; un Niño pasionario
y otro dormido en una primorosa cuna; y algunas fotografías,
compartían espacio con la dulce Dolorosa del Colegio Mayor
Loyola, deudora del modelo de Mora en la Soledad de Santa Ana,
primitiva Virgen de los Dolores de San Felipe Neri, y el airoso
Santiago en Clavijo, titular del monasterio, virtuoso en el realismo
de su movimiento.