MOROS Y CRISTIANOS EN
PETRER
FIESTAS EN HONOR A SAN BONIFACIO MÁRTIR
Unión de Festejos de San Bonifacio, Mártir
Petrer, mayo 2008
El origen
de la fiesta
Petrer, como muchos otros pueblos de sus alrededores, tenía instituidas
unas compañías de armas, de las cuales arrancó después
su soldadesca. Estas compañías estaban destinadas a mantener la
paz o a defender la costa ante los posibles ataques de piratas berberiscos.
El origen de las
fiestas de moros y cristianos, que rememora el enfrentamiento
entre estos dos bandos, tiene
su memoria histórica en este tipo de obligaciones civiles
que habían de cumplir los hombres. Algunas compañías
ejercían funciones de tiro con arcabuces con motivo
de las festividades más importantes. El 12 de mayo de
1822, en un bando municipal, se marcan las normas que deben
seguirse en la fiesta de Soldadesca de moros y cristianos,
que se celebrará el día 14 de mayo, festividad
de San Bonifacio.
Los dos bandos
En la fiesta participan diez comparsas, cinco dentro del bando
cristiano y cinco más dentro del bando moro. Las del bando cristiano
son: Tercio de Flandes –popularmente flamencos-, Marinos, Vizcaínos,
Estudiantes y Labradores. Las del bando moro son: Moros Viejos, Moros
Nuevos, Moros Beduinos, Moros Fronterizos y Berberiscos. A su vez,
cada comparsa se compone de diversas filaes, formadas por una docena
de personas, que son las que participan en los desfiles (entradas).
Por otra parte, todas las comparsas tienen su abanderada, su capitán
y su rodella (niña que acompaña a la abanderada y al
capitán, y que en algunos momentos escenifica unos pasos
de danza rituales).
El festero (participante activo en la fiesta) se agrupa, pues,
en una fila y comparsas, por otra parte, despliegan una intensa
actividad
durante todo el año, preparando la fiesta, y son el núcleo
de asociación y participación. Todas las comparsas,
finalmente, están integradas en la Unión de Festejos
San Bonifacio Mártir.
Los prolegómenos
Como prolegómeno de la fiesta, el sábado de la segunda semana de
Pascua se proclama en el Teatro Cervantes el Pregón, dedicado a las abanderadas.
Al día siguiente por la tarde se celebra el Día de las Banderas,
acto en el que se afirman y se presentan ante el pueblo las fiestas que han
de celebrarse. Participan todas las comparsas, que salen del Ayuntamiento y
van
hasta la ermita de San Bonifacio, disparando al alardo, y al final de las formaciones
festeras desfilan todas las abanderadas. Es a partir de este momento cuando
Petrer comienza a vivir en un constante ambiente de fiesta hasta la llegada
del mes
de mayo.
La Fiesta
El jueves por la tarde se celebra la Entrada saludo de las bandas
de música,
acto en el que se recibe a las bandas que participarán en la fiesta, las
cuales interpretan al unísono el pasodoble Petrel en la plaza de Baix,
delante del Ayuntamiento. La música es un elemento esencial de la fiesta,
ya que los pasodobles y las marchas moras acompañan a los festeros en
todos los actos. A las 12 de la noche tiene lugar la Retreta, en que las comparsas
ofrecen a sus simpatizantes y amigos una especie de homenaje, y éstos
pueden participar para darle más prestancia y alegría.
El viernes a las diez de la mañana se procede a la Bajada del Santo desde
su ermita hasta la iglesia parroquial, en la plaza de Baix. La subida previa
a la ermita se hace disparando al alardo, mientras los capitanes hacen ostentación
de sus rodelas. A las 6 de la tarde se celebra la tradicional Guerrilla, en la
que se disparan arcabuces y cañones y, a continuación, la
Embajada mora, en la que el moro se rinde al cristiano.
A las 12 de la noche se lleva
a cabo la Embajada en valenciano, una versión satírica
de las Solemnes embajadas de la fiesta.
El sábado por la mañana se celebra la Entrada Cristiana, una demostración
de luz y color que Petrer brinda a todos sus visitantes. A las 5 de la tarde,
la Guerrilla y la Embajada cristiana, en la que el cristiano asalta la fortaleza
donde está el moro, que acaba rindiéndose. A las 9 de la noche
se realiza la Solemne Procesión.
El domingo por la mañana tiene lugar uno de los actos más brillantes
y especiales de las fiestas, el Desfile de Honor, y después se oficia
la Santa misa. Por la tarde, resplandece la espectacular Entrada mora.
El lunes a las 10 de la mañana se efectúa la Subida del Santo y
se celebra una Misa en acción de gracias. Después, y una vez
han sido proclamados los capitanes, abanderadas y rodelas, las comparsas bajan
con
sus nuevos capitanes disparando al alardo.
Todos los actos son muy interesantes, pero destacan por su seriedad
y solemnidad las entradas, la procesión y las guerrillas, así como el pasacalles
general para asistir a la misa con las autoridades y el clero, en el que van
reunidos y formando una sola comparsa todos los capitanes, rodelas y abanderadas.
Este acto, que se realiza en la plaza de Baix, resulta extraordinario por la
riqueza de colores en todo su conjunto.
Vestidos y Abanderadas
La vistosidad y espectacularidad de los trajes que se lucen en
las fiestas de Moros y Cristianos son algunas de las principales
características de las
fiestas de Petrer. Se ha de tener en cuenta que los vestidos de la fiesta de
esta población tienen unas características que los diferencian
del resto de pueblos que conmemoran este tipo de festejos. Todos los vestidos
se confeccionan en Petrer, y es necesario que los diseños sean aprobados
por una Comisión Artística integrada en la Junta Central Directiva
de la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir.
Las fiestas de Petrer se distinguen también por sus abanderadas. Precisamente
fue en Petrer cuando en el año 1905 salió la primera mujer ostentando
este cargo festero y a través del tiempo ha adquirido tanto renombre que
es mucha la gente que viene a las fiestas para admirarlas y son muchas las poblaciones
que han adoptado esta figura en sus propias fiestas. Las abanderadas son las
verdaderas reinas de las fiestas, respetadas y queridas por los festeros y por
el pueblo, por el lujo, la juventud y la gracia que tienen como auténticas
festeras, fenómeno que consideramos único en las fiestas de Moros
y Cristianos de Petrer.
La alegría y el bullicio de las calles y de los cuartelillos también
distinguen estas fiestas del resto. El cuartelillo es el punto de reunión
de los festeros de cada fila, donde se cambian, comen y conviven, y son el verdadero
pulmón de las fiestas. Tanto fuera como en los propios cuartelillos de
las bandas de música y los grupos musicales crean un ambiente festivo
y distendido que no se puede comparar a ningún otro tipo de celebración.