En tono salmón y desprovista del
Niño Jesús, se nos presenta en la iglesia de Santo
Domingo, la imagen de la copatrona de Granada, Nuestra Señora
del Rosario. De este modo, y como indicó el prior de la orden
dominica en la eucaristía del miércoles de ceniza,
la Virgen quiere acompañarnos en el camino de la Cuaresma
hacia Cristo resucitado.