Consejo General de Hermandades y Cofradías
Archidiócesis de Barcelona
Barcelona, octubre 2008
La junta directiva
del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesis de Barcelona, en
su reunión del pasado 20 de octubre, acordó la
relación de ganadores de los premios Inmaculada en su
edición 2008.
Premio
Inmaculada 2008 con carácter póstumo, por su contribución
al desarrollo del Consejo y al mundo cofrade de la Archidiócesis a Monseñor
Joan Carrera I Plana.
Premio Inmaculada 2008
por la difusión de la labor del Consejo fuera de
la Archidiócesis, a la Asociación de Mujeres Cofrades de
Cartagena.
El Consejo justifica la concesión de estos premios
de la siguiente manera:
El Obispo Monseñor Joan Carrera i Planas, ejerció su labor pastoral
estando siempre al lado del movimiento cofrade y muy especialmente del Consejo
General de Hermandades y Cofradías, participando en numerosos actos programados
desde esta entidad. Entre otros dirigió retiros de Cuaresma, el Via Crucis
del Consejo, Charlas de formación, Misas extraordinarias, apertura del
III Congreso Catalán de Hermandades y Cofradías celebrado en Barcelona
2007, etc. Asimismo se quiere reconocer el cariño que siempre puso en
los actos de las diferentes hermandades donde era reclamado para bendiciones,
misas de aniversario, coronaciones, etc. Para muchas Hermandades el Obispo Carrera
supuso el primer paso para dirigirse y hacerse conocer en el mundo eclesiástico
de Barcelona, siempre mostró interés por cuidar la religiosidad
popular y darle el lugar que él pensaba se merecía.
El Premio Inmaculada 2008 por la difusión
de la labor del Consejo fuera de la Archidiócesis, se ha concedido a la
Asociación de Mujeres Cofrades de Cartagena, teniendo en cuenta la fidelidad
mostrada durante estos últimos años, donde una y otra vez se han
hecho eco de las actividades que programa este Consejo. Del mismo modo se le
reconoce de manera muy especial el que hayan servido de motor a nivel nacional
para que surjan Asociaciones de similar carácter por toda España
y sobretodo su actitud a la hora de reclamar la plena integración de la
mujer en la hermandades, huyendo de la confrontación y expresando los
problemas pensando en la solución y evitando enfrentamiento. Seguid así.