El pasado 12 de octubre nos desplazamos a la granadina localidad de Exfiliana (Valle del Zalabí), lugar donde iba a tener lugar la presentación de los nuevos uniformes y estilo musical de la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza.      El acto comenzó, como estaba previsto, a las ocho de la tarde en la Iglesia de la Anunciación, siendo su introductor Eduardo Pereira Funes (Vocal de Protocolo de la Hermandad del Trabajo de Granada).      La agrupación entró puntualmente al templo por la puerta principal y, tras recorrer el lasillo que discurre hasta el altar mayor, formó frente a este.

     Ya de entrada nos sorprendió gratamente la impecable presencia y calidad musical de la agrupación, extremo este que se vio ampliamente corroborado conforme fueron desgranando las notas de las marchas que interpretaron a lo largo del acto.

     Los flamantes trajes que estrenaban, basados en el de almirante de la Marina Española de la Batalla de Trafalgar, han sido realizados por María del Carmen Santos Ortega. El párroco de la localidad los bendijo y vio en ellos y en la constancia de los jóvenes músicos que los lucían, una muestra de cómo la música nos puede acercar a Dios.

Antonio García Cruz, responsable de la organización del acto, nos recibió amablemente, facilitando nuestra labor en todo momento. Él fue quien nos puso en antecedentes de cuanto nos disponíamos a ver y oír. Así nos dijo que se iba a tratar de una presentación en la que habría imágenes de video, música a cargo de la agrupación, cante y un sin fin más de detalles que, entretejidos íntimamente unos con otros, dieron lugar a un acto emotivo y vibrante.      Hubo lugar para recordar el pasado y así, con la mirada puesta en los inicios, seguir avanzando por el camino correcto, lejos de rencillas y malos entendidos, con el lenguaje común de la música y la amistad que de ella emana.

     Poco a poco el presentador, miembro de la banda, con un discurso cargado de emoción y recuerdos, fue dando entrada a cada una de las marchas, algunas de ellas propias de la agrupación.

     Comenzó a sonar “Madre”, seguida de “Eh ahí a Jesús”, “Beso y Traición”, “Costal de Gloria” y “Suplicando al Cielo”. En este momento la cantante Cristina Hernández Jiménez intervino a los sones de la banda para rendir un homenaje a Guadix, interpretando Lágrimas de Soberano, dedicada a María Santísima. de las Lágrimas de la localidad accitana.

     Antonio, un jovencísimo componente de la agrupación, ha perdido a su madre hace poco y sus compañeros, sus amigos, no podían dejar de ofrecerle su apoyo y consuelo y, como no podría ser de otro modo, lo hicieron como mejor saben hacerlo: interpretando “Madre tu eres mi consuelo”. Música que, unida a la voz de Cristina Hernández Jiménez, hizo que a los presentes se nos pusiese la piel de gallina y a Antonio le manase de los ojos un río de lágrimas.

     Concluyó el acto, en el que hubo recuerdos para los que están de siempre, los que se fueron, los que podían estar y no estaban y los que estaban allí y alguna vez habían estado en la banda, para todos ellos hubo palabras de cariño y recuerdo. El colofón lo pusieron las marchas “La Saeta” y “Rey de la Paz”.

Historia de la Agrupación

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