CRÓNICA DE
LA XV PEREGRINACIÓN AL ROCÍO DE LA ARCHICOFRADÍA
DE MARÍA AUXILIADORA DE LA ALHAMBRA
Francisco David Cañas Pérez
Granada, diciembre 2008
En el pasado fin de semana un total de 112 personas han
participado con la Archicofradía de María
Auxiliadora de la Alhambra en su décimo quinta
peregrinación anual a la aldea del Rocío,
donde se han vivido dos intensos días de confraternización
entre todos los asistentes.
El
Simpecado de la corporación salesiana, venerado en la
Casa de Hermandad de Granada, cedida para la ocasión
como cada año , fue el que presidio los dos actos de
culto previstos en la cita: La Eucaristía del sábado
por la tarde ante la Santísima Virgen, oficiada por el
padre agustino Domingo Naifria, y en la cual, tras 14 años
haciéndolo, no pudo cantar el Coro archicofrade, tras
la negativa de la Hermandad Matriz , en cumplimiento una nueva
normativa impuesta, que recoge que solo puedan rezar cantando
de esta manera a la Blanca Paloma los coros de las hermandades
filiales. La Archicofradía, que se entero de esta negativa
dos días antes de la Peregrinación, al ponerse
en contacto con el párroco e Almonte, mostró su
disconformidad con esta decisión ante el delegado de
peregrinaciones de la Matriz de Almonte, aunque acato la decisión.
No obstante la emoción y devoción de los peregrinos
de Granada fue la misma, entonándose eso si una emotiva
salve de despedida finalizada la Santa Misa.
Por
la noche, bajo una ligera llovizna, se rezo el Santo Rosario
de antorchas por las calles de la aldea, llegando hasta el
monumento de la coronación en el real rociero y regresar
a la casa arandina. En esta ocasión si intervino el
Coro cantando los misterios de este rezo.
Tras la convivencia de la noche
al siguiente día, la Archicofradía recibió
a las puertas de la casa de hermandad a los rocieros de Gelves
y Mairena del Alcor (Sevilla), y a los de la localidad cordobesa
de Córdoba en sus caminos de ida y vuelta a la ermita,
coincidiendo también con la Hermandad del Nazareno
del Puerto de Santa María que también peregrinaba
el fin de semana hasta la localidad onubense.
Ya por la tarde del domingo,
antes de partir hacia Granada, se procedió al rezo
del ángelus y a la despedida del Simpecado.
En
el pasado fin de semana un total de 112 personas han participado
con la Archicofradía de María Auxiliadora de
la Alhambra en su décimo quinta peregrinación
anual a la aldea del Rocío, donde se han vivido dos
intensos días de confraternización entre todos
los asistentes.
El Simpecado de la corporación
salesiana, venerado en la Casa de Hermandad de Granada, cedida
para la ocasión como cada año , fue el que presidio
los dos actos de culto previstos en la cita: La Eucaristía
del sábado por la tarde ante la Santísima Virgen,
oficiada por el padre agustino Domingo Naifria, y en la cual,
tras 14 años haciéndolo, no pudo cantar el Coro
archicofrade, tras la negativa de la Hermandad Matriz , en
cumplimiento una nueva normativa impuesta, que recoge que
solo puedan rezar cantando de esta manera a la Blanca Paloma
los coros de las hermandades filiales. La Archicofradía,
que se entero de esta negativa dos días antes de la
Peregrinación, al ponerse en contacto con el párroco
de Almonte, mostró su disconformidad con esta decisión
ante el delegado de peregrinaciones de la Matriz de Almonte,
aunque acato la decisión. No obstante la emoción
y devoción de los peregrinos de Granada fue la misma,
entonándose eso si una emotiva salve de despedida finalizada
la Santa Misa.
Por
la noche, bajo una ligera llovizna, se rezo el Santo Rosario
de antorchas por las calles de la aldea, llegando hasta el
monumento de la coronación en el real rociero y regresar
a la casa granadina. En esta ocasión intervino el Coro
cantando los misterios de este rezo.
Tras la convivencia de la noche
al siguiente día, la Archicofradía recibió
a las puertas de la casa de hermandad a los rocieros de Gelves
y Mairena del Alcor (Sevilla), y a los de la localidad cordobesa
de Córdoba en sus caminos de ida y vuelta a la ermita,
coincidiendo también con la Hermandad del Nazareno
del Puerto de Santa María que también peregrinaba
el fin de semana hasta la localidad onubense.
Ya por la tarde del domingo,
antes de partir hacia Granada, se procedió al rezo
del ángelus y a la despedida del Simpecado.