BALCONES ENGALANADOS.
EL COMIENZO DE UNA TRADICIÓN PARA LOS ALHAURINOS
Cofradía de la Santa Vera Cruz
Alhaurín el Grande
Parece
que fue ayer cuando nuestro pueblo amaneció engalanado
por primera vez con paños verdes y hermosas cruces de
flores. Fue el día 1 de mayo de 1999 cuando la calle
de la Cruz despertó más bonita que nunca. Cinco
balcones se habían vestido de gala para rendir homenaje
a la historia de nuestra Cofradía.
En aquel año, ante la cercanía
del cambio de milenio, una hermana de arriba quiso hacer su
ofrenda personal al Señor del Convento, en forma de oración.
Para ello, adornó los balcones
de su casa con telas verdes, cordones dorados, dos escapularios
y dos escudos de capa de nazareno. Todo ello servía de marco
a cuatro ilustraciones que daban un rápido paseo por la historia
de nuestra Cofradía. En estos cuadros se podían observar
dos fotografías de nuestra Ermita en construcción,
una de la talla de nuestro Señor del Convento perdida en
la Guerra Civil y otra del Calvario, procesionado con motivo del
50 aniversario de la llegada de la imagen del Señor del Convento
a Alhaurín . En el balcón central, se alzaba una majestuosa
cruz de claveles amarillos sobre fondo verde, preparada para reverenciar
el paso del cortejo procesional.
Fue el comienzo de lo que ya es una
tradición para todo los alhaurinos , engalanar sus balcones
ante la llegada de sus días gloriosos.
Elegantes y primorosas, perfumadas
de romero y rosas, nuestras calles se quieren sumar a la fiesta
que representa el Día de la Cruz y participar del júbilo
de ver la imagen de nuestro Señor del Convento portada por
los hermanos con fe, veneración y amor infinito, pasear por
su pueblo.Con éste serán ya once los años que
llevamos adornando nuestras fachadas, como señal inequívoca
de que se aproximan los días grandes de nuestra Cofradía.
Ha llegado el Día de la
Cruz
Desde que se abrió tu Ermita,
hace muchos años ya,
¡cuántas penas y alegrías compartidas
tus hijos te hemos ido a contar!
y es que Señor del Convento,
nuestro padres nos enseñaron que cogidos de tu divina
mano debemos siempre caminar.
Hoy al pasar los años y terminar este siglo,
tus primeros cofrades con nosotros no están ya…
pero en esta noche de mayo
a los balcones del cielo se asomarán a mirar,
y rebosantes de alegría seguro que te dirán:
¡Mira Cristo del Convento!
¡ mira nuestra Hermandad!
en aquel trocito blanco,
alfombrado con romero
y perfumado de azahar.
Sí, aquí vuestros hijos seguimos,
seguimos y seguirán,
porque también a los nuestros
les queremos enseñar
¡Que de ti Señor del Convento
Nunca se aparten! ¡jamás !
¡Bendice Cristo este pueblo!
y enséñanos a amar
para que seamos hermanos,
pero hermanos de verdad.
Y con esta lluvia de rosas
que en tu cruz cae al pasar
despedimos el milenio,
Te queremos decir ¡gracias!
y te queremos pedir ¡paz!