Llegado el primer viernes
del mes de marzo, y como manda la tradición y devoción
trinitaria de Cristo cautivo y rescatado, la imagen de Nuestro
Padre Jesús del Rescate estuvo expuesta en devoto
besapiés. Este piadoso y devocional acto se prolongó
durante toda la jornada, convocando en la parroquia de Santa
María Magalena un constante discurrir de fieles,
en uno de las citas más señeras y entrañables
de la cuaresma granadina.
En la capilla del Señor,
toda cubierta de damasco rojo, estaba dispuesta su imagen
atribuida a las gubias de Diego de Mora sobre pedestal de
terciopelo. Sobre la mesa de altar y entorno a la imagen,
cera y flor dispuestas en sencilla y elegante disposición
exornaban el trono del Rey de la Magdalena. A ambos lados
el guión corporativo y el ambón, dispuesto
para la celebración eucarística que tuvo lugar
en dicho espacio del lado del evangelio a las nueve de la
noche, y con el que culminaba este día en que el
Rescate es más que nunca "Señor de Granada".
Vestía Jesús
nueva túnica de cola en terciopelo morado, realizada
por lo talleres de Felicitación Gaviero (Málaga),
similar a la que posee bordada con motivos de rocalla y
que lucirá el próximo Lunes Santo en su estación
penitencial, tras su reciente restauración en dicho
taller. La túnica, totalmente lisa, quedaba ajena
de cualquier tipo de adorno, salvo el escapulario trinitario,
lo que resaltaba aún mas la humilde belleza del Señor
del Rescate.