CONVIVENCIA CON
LOS ACOGIDOS EN LA INSTITUCIÓN BENÉFICA DEL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS
Francisco Molina Muñoz
Granada, febrero 2009
Aunque
con un cierto retraso me propongo informar sobre la convivencia
que un grupo de paduleños tuvimos con los residentes
de la Institución Benéfica Sagrado Corazón
de Jesús, de Granada.
En
efecto, el pasado 25 de enero, un grupo de amigos de Padul
nos presentamos en el centro pertrechados de todo lo necesario
para cocinar una paella y compartir con los acogidos y voluntarios
del centro unas pocas horas de domingo.
Como
explicamos a las hermanas, todos estamos acostumbrados,
en mayor o menor media, a cocinar varios menús al
mismo tiempo para colectivos numerosos, por lo que cocinar
una sola paella, aunque esta sea de más de cinco
kilos de arroz, no suponía ninguna dificultad.
Conejo
y pollo dieron el toque de carne al arroz (prescindimos del cerdo
sabedores de que en la institución hay residentes de religión
musulmana). Verduras y condimentos, además de cinco kilos
de arroz, aderezados con el cariño de los que estábamos
en la cocina, hicieron el resto.
Entre bromas y risas, no fueron pocas
ni pocos los que pasaron por la paellera y, con cuchara en ristre,
hacía sus particulares “catas”, verificando
y certificando la calidad del producto que habría de salir
de los fogones.
Los residentes dieron muestras de
entusiasmo al saber del menú que les aguardaba para el mediodía
y no dudaron en alabar lo rico que salió el arroz. Lo hicieron
de la mejor forma que se puede alabar a un cocinero: dejando el
plato vacío.
Tras el plato de arroz, siguieron
los postres, para la ocasión donados en abundancia por algunas
de las voluntarias que integraban el grupo. Muchos y variados bizcochos
y otros dulces preparados quedaron para la merienda, tras quedar
todos satisfechos del almuerzo.
Tras almorzar residentes, compartimos
comida y conversación con las hermanas que gestionan la institución,
las cuales nos transmitieron sus necesidades y algo de su experiencia
del día a día. Naturalmente la experiencia nos ha
resultado muy enriquecedora para los que estuvimos allí.
Al concluir nuestra visita quedó
prometido que está no sería la única ocasión
en la que nos presentaríamos con todo lo necesario convivir
con ellos aunque solo sean algunas horas, compartiendo una comida.
No tengo palabras para expresar la
enorme labor que desempeñan las hermanas y los voluntarios
con las personas que acoge la institución, pero lo que si
que me ha dejado una honda impresión ha sido la ALEGRÍA
que irradian a su alrededor y que transmitieron a cada uno de los
que estuvimos allí. Su actitud con la que se enfrentan a
la ingente tarea que tiene por delante, es todo lo opuesto al pesimismo
o el abatimiento que nos suele invadir cuando estamos cerca de personas
que sufre o padecen enfermedad o carencia.
Para obtener más información
sobre la labor que realiza la Institución Benéfica
Sagrado Corazón, recomendamos visitar su web: www.ibsagradocorazon.org