LA DOLOROSA DE RESTÁBAL
RECUPERA LA ANTIGUA INDUMENTARIA POR CUARESMA
Isaac Palomino Ruiz
Restábal, marzo 200
Aunque
la forma más extendida, y ya tradicional, de presentar
a las imágenes dolorosas de María Santísima
para el tiempo litúrgico de Cuaresma, es la denominada
de hebrea; no quedan por ello exentas otras formas de ataviar
a tan digna Señora. Nuestra Señora de los Dolores,
de la localidad de Restábal (Valle de Lecrín),
recupera para este tiempo tan especial el antiguo ajuar tradicional
de las dolorosas en nuestra tierra, y que en muchas localidades
rurales siguen vistiendo.
Acorde con la austeridad del
tiempo litúrgico que vivimos y con el carácter
de la imagen, se presenta al completo de negro, con saya de
damasco y manto de terciopelo, con puntilla y cordón
dorados. Estrena el peto o pecherín, también
en damasco negro con aplicaciones doradas y rostrillo enmarcando
el rostro sin llegar a cerrarlo completamente. De este modo
se ha querido que la actual imagen, llegada al pueblo hace
poco más de dos décadas, vistiese el mismo tipo
de galas con que siempre se conoció a la dolorosa perdida
en el incendio del 65. Una nueva estampa de la Madre de Jesús
Nazareno que de momento está siendo del agrado de los
lugareños.