Como manda la tradición, y contra viento y marea, el pueblo de Restábal se vistió de fiesta del 25 al 27 de Diciembre para honrar a sus patrones, San Cristóbal y Nuestra Señora del Rosario. Tres días de júbilo acompañados por una buena climatología, con las bajas temperaturas propias de la Pascua navideña, en las que los lugareños y visitantes revivimos unas devociones con más de doscientos años arraigadas en Restábal.      Desde el día 23, como se ha hecho habitual en los últimos años, se podía disfrutar de la presencia de las imágenes patronales en sus pasos procesionales, teniendo lugar la “bajada de los santos”, como popularmente se conoce, al medio día de dicha jornada. Con repique de campanas y disparo de cohetes comenzaron los actos festivos en la mañana del día de Navidad.

     Al alba del día 27, festividad local de nuestra excelsa patrona, la Santísima Virgen del Rosario, se puso en la calle el Rosario de la Aurora, presidido por tan augusta Señora. Salía del templo pasadas las siete y media de la mañana, para regresar una hora después. Discurrió por el recorrido tradicional antiguo, lo que se conoce como “la estación”, enlazando la avenida de Andalucía con la calle Real a través de la calle San José y San Antón. En esta ocasión, la tercera desde que se recuperó esta devota práctica del Santo Rosario, se estrenaron los misterios gozosos cantados, cinco estrofas escritas por I.P.R. para esta especial salida anual de la Santísima Virgen del Rosario. Culminó el acto con un desayuno comunitario a merced de los mayordomos del presente año, cuyo esfuerzo es meritorio y destacable por la importante labor que han desempeñado para la realización de las fiestas, a pesar de todas las vicisitudes con las que las celebraciones patronales se han encontrado en los últimos meses.

     El culto en esta localidad a estas dos devociones se mantiene con una solera de siglos. Queda documentado el culto a Nuestra Señora del Rosario al menos desde 1698 con la fundación de la Hermandad del Santísimo, Ntra. Sra. del Rosario y Ánimas Benditas; y al glorioso mártir San Cristóbal desde finales del siglo XVIII, con la presencia de mayordomos encargados de celebrar sus cultos entra la antigua ermita y el templo parroquial.

¡VIVA SAN CRISTÓBAL!
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO!