La noche de la tercera Misa de Triduo es muy especial; es la noche de las ilusiones, de los proyectos, de los reencuentros...

     La Ermita estaba preciosa y nuestro Señor está ya en el altar, más cercano si cabe que el resto del año. A sus pies los cofrades se vuelven a reunir para seguir rezando. Esta misa ha estado dedicada al Coro Aromas de Mayo, En la memoria de todos estaba todavía cómo le rezaron ayer mediante sus canciones al Señor del Convento. Dirigiendo al Coro, y también a la Coral, está el trabajo y el buen hacer D. José Sebastián Serón Angulo.

     Hoy en la Misa, hemos visto cómo pasa el tiempo y cómo se están haciendo mayores los más veteranos. A la finalización del Triduo, los Cofrades han hecho el Solemne Besapiés al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Veneración del Lignum Crucis de la Confraternidad.

     Después en la Plaza del Convento se respiraba a Día de la Cruz. ¡Qué alegría! También en la casa Hermandad han habido actividades: se ha producido el reparto de tarjetas a los portadores de trono, a éstos como es tradición se les ha invitado luego a una copa y aperitivo.