Es muy frecuente que en las celebraciones religiosas
se dé un cierto tono festivo, una manifestación
de alegría compartida en la fe. Como decía Mircea
Eliade, filósofo de las religiones, este elemento festivo
y alegre en las celebraciones religiosas, es propio de todas
las religiones desde los más remotos tiempos.
Bien entendido, es una forma de expresar la satisfacción y el entusiasmo
que supone este contacto del ser humano, con la divinidad, en la experiencia
de su aproximación y cercanía.
Pues bien, el elemento festivo, el estallido de fiesta y de alegría de
la celebración de la Resurrección del Señor en la Procesión
del Domingo de Pascua, se expresó y cristalizó en Padul, unido
a la representación de los “Juas”, como símbolo de
rechazo a lo negativo, al apartamiento de Dios, y a todo lo malo y perjudicial
que eso conlleva. Por eso, se derriban ante la imagen de Jesús Resucitado
que nos trae, como triunfador, el bien y la vida.
Considerando la tradición de nuestra Fiesta de Resurrección
en su sentido profundo, y con su elemento festivo, he hecho estos
versos que podían titularse así:
1. En el domingo de Pascua,
Pascua de Resurrección,
los paduleños celebran
una excelsa procesión.
2. En Padul esta mañana
estallan aires de fiesta,
viejos y jóvenes marchan
desde su casa a la Iglesia.
3. Los mayores, más despacio,
(los) jóvenes a la carrera,
para tirar a los “Juas”
cuando el momento requiera.
4. Hoy culmina la gran fiesta,
misterio de fe y de amor,
que en la Pasión celebramos
con la muerte del Señor.
5. Hoy Cristo ha resucitado,
al que un bando justiciero,
hizo apresar y azotar
y morir en el madero.
6. Pero el sepulcro de piedra
no pudo encerrar la vida,
y estalló aquella mañana,
al aura del tercer día.
7. ¿A dónde vais las mujeres
con ungüentos preparados,
si el Jesús a quién buscáis
ya es Señor resucitado?
8. Magdalena y las Marías
van corriendo presurosas,
no saben que ya la vida
ha hecho estallar las losas.
9. Volved sobre vuestros pasos,
que no está solo Jesús
que al Señor Resucitado
se proclama ya en Padul.
10. Lo pasean por sus calles
cada domingo de Pascua,
y entre vivas y canciones,
se le honra y se le ensalza.
11. Y a sus pies ponen los “Juas”
derribados de lo alto,
que no quieren ya lo feo,
ni lo malo, ni el pecado...
12. que quieren buscar la luz
que da tu Resurrección,
y quieren, Cristo, que reines
por siempre en su corazón.
13. Y la Virgen, sosegada,
después de tanto dolor,
lo acompaña ya tranquila,
paso, a paso, con amor.
14. Y con ellos va San Juan,
aquel discípulo fiel,
que siguió al pie de la Cruz
en momento tan cruel.
15. Él que cuidó de la Madre
cuando el Maestro murió.
¡dulce encargo le entregaste
dando a tu Madre, Señor...!
16. Y en la fiesta mañanera
aún con luz de amanecer,
¡
la juventud se despliega,
la niñez, y la vejez...!
17. Es la herencia que, en Padul,
dejaron nuestros mayores;
herencia de fe en Jesús,
de gracia en los corazones:
18. Al celebrar esta fiesta
con júbilo y alegría:
¡La resurrección de Cristo,
junto a su Madre, María!
19. Hoy le pido yo al Señor
con mis mejores deseos,
que unidos siempre vivamos
en amor los paduleños.
20. ¡Que siempre brille encendida
esta llama y esta luz,
de Cristo resucitado,
en el pueblo de Padul!
Teresa Berdugo
Villena
Con cariño,
a todos los habitantes de Padul, los de ahora y los de
todos los tiempos, especialmente, a mis padres, Juan
Bautista y Margarita…