FALLECE ANTONIO
MARTÍN, TALLISTA DEL NUEVO PASO DE MISTERIO DE NUESTRO SEÑOR
EN LA ORACIÓN EN EL HUERTO
Fátima Mora Casado de Amezúa
Granada, enero 2010
El día
uno de enero fallecía en el Hospital Universitario
Virgen Macarena de Sevilla, el tallista hispalense Antonio
Martín Fernández.
El entierro ha tenido lugar a la una del medio día
en el Tanatorio de la SE-30.
D. Antonio Martín nació en 1927 en la calle
Lumbreras de Sevilla. Ha sido el autor de buena parte de
los mejores pasos procesionales de la Semana Santa de Andalucía,
entre otros, de los pasos de misterio de Sevilla, Cigarreras,
Jesús Despojado, Hiniesta, San Benito, Santa Cruz,
Gitanos o Santa Genoveva, el paso de palio de la Sagrada
Lanzada. En Córdoba ha realizado el del Señor
de la Coronación. En Cádiz, los pasos para
Cristo de las Aguas y especialmente Cristo de Veracruz, en
Málaga Agonía y Nazareno de los Pasos, en San
Fernando Afligidos, en Écija trabajó para seis
cofradías destacando el paso del Cristo de la Salud.
Para Jerez ha realizado el paso de Cristo de la Hermandad
de la Defensión, y el paso de misterio de la Hermandad
de la Sentencia. Para Granada, creó su última
gran obra, el paso de Misterio del Señor de la Oración
en el Huerto, considerado uno de los mejores trabajos de
la talla en la Semana Santa de Andalucía.
Maestro autodidacta, se formó con los veteranos maestros
tallistas y escultores de su tiempo de quienes aprendió a
diseñar, dibujando correctamente y proyectando previamente
sus trabajos. Tremendamente escrupuloso y cumplidor en sus encargas,
indagaba cada trabajo hasta la extenuación creando siempre
obras originales y inspirándose en los grandes Maestros
de Barroco Andaluz. Su gran obra que le equipara con estos Maestros
Barrocos es el monumental y grandioso retablo del Santuario del
Rocío en Huelva.
D. Antonio es una persona muy querida dentro de nuestra hermandad.
Cercano y amigable en su trato, trabajador hasta los últimos
años de su vida, se preciaba de tener grandes amigos en
la profesión, ganándose el respeto y la admiración
de todo el mundo artístico y artesanal cofrade, así como
de las hermandades con las que trabajó.
Ha viajado varias veces hasta Granada con motivo del vínculo
y la gran amistad que se ha creado entre su familia y nuestra
corporación. La Cofradía de la Oración en
el Huerto de Granada, le nombró Hermano Mayor Honorario
y le dedicó una magna exposición con más
de 50 piezas de su producción, en el año 2007,
editándose un completo catálogo y biografía
de nuestro querido maestro.
La hermandad del Huerto quiere unirse al dolor de la familia
de D. Antonio Martín y quiere recordar con esta frase
lo que D. Antonio reflejó en su trabajo para nuestra hermandad. “...he
echado en este encargo, de Granada, todo lo que se, lo he trabajado
con gusto,…y mucho cariño,…el escándalo
que formaría este paso en la Campana.”
Descanse en Paz. D. Antonio Martín.
Biografía de Antonio Martín Fernández: Maestro
diseñador y tallista
Mariano Sánchez Pantoja
Cofradía Oración en el Huerto
Granada
“
Maestro de maestros, amigo de amigos, un genio del diseño
y de la madera”
Un mes de Noviembre de 1927, no podía nacer en otra calle
de Sevilla , nada mas que, en la que lleva por nombre Lumbreras,
el que habría de dar luz y esplendor a muchos de las imágenes
mas devocionales de Andalucía. Con 14 años empieza
atrabajar en la Fábrica de muebles de Loscertales,
“…no conocía nada de talla, me gustaba el
trabajo y sobre todo dibujar, aunque la talla de muebles me aburría
un poco, he de reconocer que en la fábrica de muebles
aprendí a manejar y a conocer los usos y los diferentes
tipos de gubias, todo los días pasaba por la puerta del
taller del Maestro tallista Luís Jiménez, y me
quedaba asombrado viendo como se trabajaba en otros tipos de
creación y de talla en madera…”
A la edad de 16 años, entró a formar parte del
taller del Maestro Luís Jiménez, en la calle Pizarro,
y permaneció en él hasta que terminó el
servicio militar. Colaboró en la realización de
muchos trabajos para la Semana Santa, aunque el que más
recuerda es el paso de la Sagrada Lanzada. Con Antonio Vega trabaja
en el paso del Cristo de la Victoria de la Cofradía del
Porvenir en Sevilla, también interviene en el altar para
la Virgen de la Concepción de la Hermandad del Silencio
de Sevilla. Durante este tiempo estudia en la Escuela de Artes
y Oficios teniendo como maestros, entre otros, a Cantalero y
a Santiago Martínez, el autor del diseño del paso
de la Soledad de San Lorenzo, con el que perfecciona sus dotes
para el dibujo artístico.
“…tuve que ir aprendiendo a hacer dibujos y diseños
propios, pues para hacer un gran proyecto de un paso o de un
retablo, es necesario saber crear cosas originales y nuevas”.
Con 24 años se establece por cuenta propia, primero en
la Plaza del Sacrificio, posteriormente en la calle Mallol, después
en calle Inocentes y al fin en calle Castellar, en el corralón
pleno de artesanos de todas las materias, ebanistas, carpinteros,
doradores, escultores, orfebres, etc…
“…mi oficio es de tallista, lo que ocurre es que
además de tallar bien, es necesario ser un buen dibujante,
un buen diseñador, un buen proyectista, para así crear
cosas de auténtico arte y que digan algo al que las contemple”.
Presenta su primer gran trabajo a la hermandad de Santa Genoveva,
del barrio del Tiro de Línea en Sevilla, que en los primeros
años de los 50 estaba recién fundada y para su
sorpresa a pesar de competir con afamados tallistas, la Hermandad
le encarga el paso del Cautivo, por lo que dicho trabajo aún
conserva el honor de ser el primer trabajo completo diseñado
y tallado íntegramente en su taller, este asunto aún
lo recuerda con emoción y cariño hacia esta hermandad.
Asimismo inicia el paso de Jesús Nazareno de La Algaba,
a la vez que el encargo de Santa Genoveva, ambas cofradías
después de cincuenta años, están orgullosas
de estos primeros trabajos de Antonio Martín. Para la
Hermandad del Cautivo de Santa Genoveva, también realiza
la Cruz de Guía que en la actualidad pertenece a la cofradía
de Jesús Despojado de sus Vestiduras de Sevilla.
También realiza el paso de Cautivo de Ecija en 1954, siendo
su primer encargo en la “ciudad de las torres”, de
los seis trabajos realizados por él, que en esa localidad
procesionan en Semana Santa. A finales de los años 50
realiza la reforma del canasto del paso del Cristo de Burgos,
en Sevilla, añadiéndole las cartelas de las esquinas
y del centro de los laterales.
En el año 1960 afronta la reforma y ampliación
de un antiguo canastillo de la hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno de Ecija, al que le añade unos magníficos
respiraderos. En el año 1961 recibe el encargo de hacer
el altar de la Cofradía de San Benito de Sevilla, que
inicia el comienzo de una colaboración que le llevará a
realizar dos de los mejores pasos de su producción artística
y el modelo de inspiración a seguir en multitud de encargos,
el paso del Santísimo Cristo de la Sangre y el Paso de
Misterio de la Presentación al Pueblo, esta hermandad
es la que posee mas obras del talento creador de Antonio Martín,
siendo nombrado Cofrade Honorario.
“…Yo miro a los antiguos retablos de las iglesias,
a las obras de Pedro Duque Cornejo, Simón de Pineda, Cayetano
de Acosta, me gusta especialmente la Iglesia de San Luís
de los Franceses, en Sevilla, en donde todo es calidad y buen
hacer en la composición y en el proyecto de los altares
y en general en toda su ornamentación…esos son
mis gustos y en donde me inspiro.”
A mediados de los 60, amplía el canasto del paso del
Cristo de las Siete Palabras, de San Vicente y reforma los respiraderos.
En 1965 termina para Ecija su tercer encargo, el paso de un crucificado
de la cofradía de la Yedra. En el 1967, realiza el altar
del Stmo. Cristo de Burgos, en la iglesia de San Pedro de Sevilla,
además del paso de misterio de la Presentación
al Pueblo de la Cofradía de San Benito de Sevilla, causando
una gran expectación por la monumentalidad del trabajo.
A continuación realiza el paso del Cristo de la Sangre
de dicha hermandad, obteniendo los mismos resultados de aceptación
unánime. Coetáneo a estos trabajos es el paso del
Cristo de la Sangre de Ecija, terminado en color madera de caoba.
En el año 1969 inicia el paso de misterio de una de las
grandes devociones de Ecija, el Señor de la Salud, de
la iglesia de San Gil, que lo termina en su color de madera obscura
con unos interesantes hachones en las esquinas.
“…No me gusta el término neobarroco, creo
que le quita sentido. Yo defino lo que hago como Arte Barroco
del siglo XVII, que se hace en el siglo XX”.
Entre los años 1970-72, trabaja en un diseño de
Cayetano González sobre el paso del Cristo de la Buena
Muerte de la Hermandad de la Hiniesta de Sevilla, aunque él
lo interpreta en algunos aspectos, realizando por primera vez
un paso de líneas rectas, de estilo renacentista, aunque
con elementos barroquizantes, en estos años realiza las
maniguetas del paso del Cristo del Amor, de la iglesia del Salvador
y amplía el canasto del paso de Misterio de las Cinco
Llagas de la hermandad del Sagrado Decreto, realizando los respiraderos.
Un nuevo estilo aviva la creación de nuestro maestro:
el estilo gótico, plasmado en los respiraderos del paso
de palio de nuestra señora del Buen fin, de la Hermandad
de la Sagrada Lanzada, añadiéndole este elemento
al canastillo, que ya figuraba en dicho palio, obra de Luís
Jiménez y consiguiendo un conjunto en extremo original,
y novedoso y perfectamente encajado en un paso de palio de coherente
diseño. El estilo gótico se continúa en
el canasto y moldurón del paso del Cristo de la Misericordia
de la Hermandad de Santa Cruz, aunque siguiendo las trazas de
un antiguo paso del mismo Cristo, Antonio Martín consigue
un resultado magnífico en este trabajo, asimismo reproduce
uno de los respiraderos laterales del paso en el mismo estilo
gótico.
Del año 1973 es el encargo para la hermandad de las Cigarreras
de Sevilla, en donde también talla las cartelas, que fueron
sustituidas posteriormente, por otras de José Antonio
Navarro Arteaga, este mismo año trabaja en otro paso de
líneas recta, de inspiración renacentista como
es el del Cristo de la Expiración de Ecija.
“…Yo trabajo solo, aunque me ayudan un par de oficiales,
y además lo hago a mano, no tengo máquinas porque
no me gustan.”
En 1975, realiza, para Sevilla, el paso en color madera, con
cartelas doradas de Jesús Despojado de sus Vestiduras,
y el gran trono de Jesús del Rescate de Málaga,
siendo su primera obra en esta ciudad, iniciándose una
relación artística que le llevará a poseer
cuatro tronos de los mejores que procesionan en la Semana Santa
malagueña. En 1976, realiza un pequeño paso con
una magnífica peana para la imagen de San Juan Evangelista,
de la Cofradía de la Luz y el Agua de Cádiz y en
1977 el gran paso de misterio del crucificado de las Aguas de
la misma hermandad gaditana. También realiza una delicada
obra con acabado en su color, para el portentoso grupo escultórico
de la Quinta Angustia de Utrera.
Hacia 1979, diseña un paso para el Nazareno trianero de
la O, pero al no poder afrontar la cofradía dicho encargo,
a través del empresario de la calle Feria Sr. Carreras,
amigo personal de Antonio Martín y cofrade del Señor
de la Salud (Gitanos), es ofrecido a esta Hermandad, que lo aprueba
convirtiéndose en una de las obras cumbres de la producción
artística de su taller.
En el año 1980, realiza un sobrio paso para el Cristo
de la Veracruz de honda devoción en Guillena, y recibe
el encargo de hacer el paso de misterio del Señor de las
Penas de la Hermandad sevillana de La Estrella, a quien también
le diseña y talla el altar que se instala en la capilla
de esta imagen mariana.
De nuevo Málaga llama a las puertas de su taller, para
otro genial encargo, el paso de María Santísima
de Gracia, que lo concibe en estilo gótico, de una forma
absolutamente magistral, siendo causa de admiración en
todo el mundo cofrade de Málaga. También en este
año amplía el canasto del paso de misterio del
Señor de la Sagrada Oración en el Huerto, de la
hermandad sevillana de Montesión, obra realizada a finales
de los 50 por Guzmán Bejarano, añadiendo las esquinas
y realizando con Antonio Vega los respiraderos. Entre los años
1980 y mediados de los 90, realiza el paso del Cristo de la Agonía
de la cofradía malagueña de San Julián (Las
Penas), en estilo barroco.
Jerez de la Frontera es ahora la ciudad que requiere el esfuerzo
creador de Antonio Martín realizando en torno a 1982,
en madera en su color, con las cartelas y los hachones conjugando
la madera y la orfebrería en plata, el paso del Cristo
de la Defensión y cuatro años mas tarde, otra de
sus monumentales obras, de valiente y ondulado canasto y espléndido
respiradero, el paso de misterio de la cofradía de la
Yedra , para el Señor de la Sentencia y Humildad, de honda
raigambre y devoción popular en la ciudad de Jerez, obra
que se termina en 1989. En el año 1987 ultima el paso
del Cristo de los Afligidos de Utrera, aunque en este paso intervendrán
otros autores.
En el año 1989, comienza a trabajar en el retablo del
Santuario de la Virgen del Rocío en Almonte, obra cumbre
del diseño, la talla, y el dorado del siglo XX, tarea
que le llevará casi veinte años de su vida profesional.
Este trabajo es el mas grandioso ejemplo y resumen de la gran
obra de un artista de primer nivel y comparable a los grandes
maestros del Barroco Andaluz.
En 1990, realiza el paso de misterio del Señor Azotado
de Sanlúcar la Mayor, en 1992 de nuevo es Málaga
la que le encarga un paso, para el Nazareno de los Pasos de la
Cofradía del Nuestra Señora del Rocío, con
diseño de Jesús Castellanos, hecho singular en
la trayectoria de Antonio Martín, y de las poquísimas
veces que talla un paso que no es diseño propio, asimismo
realiza un paso, para la cofradía del Cristo del Perdón
de Jerez.
El año 1993, realiza otra de sus grandes obras , un paso
en rocalla para el Cristo de la Vera Cruz de Cádiz, inspirado
en el retablo y en elementos decorativos del Convento de San
Francisco de Cádiz, y otro paso para el Señor de
los Afligidos y María Santísima de la Amargura,
misterio singular en la iconografía de la Semana Santa
de Andalucía , que representa el encuentro de Jesús
con su Madre en la calle de la Amargura , camino del calvario,
para la cofradía de su mismo nombre de la ciudad de San
Fernando, única y magnífica obra en la Semana Santa
isleña.
Córdoba en 1997, va a tener una gran muestra del ingenio
creador que sale del taller de Antonio Martín a través
del encargo realizado por la cofradía de la Coronación
de espinas, concibe un original diseño barroco con elementos
rococó, alcanzando una magnificencia maravillosa, orgullo
de la Semana Santa de esa ciudad y un gran enriquecimiento del
patrimonio para la cofradía cordobesa.
“…En estos últimos años han aparecido
nuevos profesionales, pero al mismo tiempo, parece que la talla
está decayendo, porque, en muchos de esos talleres nuevos,
se está metiendo maquinaria, con lo que se pierde el valor
de lo artesano y no se gana en calidad”.
A partir del año 2000 trabaja en sus tres últimos
encargos, el paso para la cofradía gaditana del Cristo
de la Misericordia del popular barrio de la Viña, imagen
de gran devoción en la ciudad que se estrena y termina
todavía sin dorar en el año 2005. Una obra plenamente
renacentista para la cofradía del Monte Calvario de Málaga
inspirada en el retablo de la capilla del Sagrario de la Catedral
malagueña, y su última obra también el año
2005, el imponente paso de misterio del Señor de la Oración
en el Huerto de los Olivos para la cofradía del mismo
nombre en Granada, que de esta forma pasa a tener una de las
mejores muestras del trabajo de Antonio Martín. Su gran último
encargo procesional y del que se sentía especialmente
orgulloso.
“...he echado en este encargo, de Granada, todo lo que
se, lo he trabajado con gusto,…y mucho cariño,…el
escándalo que formaría este paso en la Campana.”
A lo largo de su vida profesional Antonio Martín ha tenido
pocos colaboradores en su taller, lo más, de vez en cuando,
uno o dos oficiales. Al que si ha estado unido profesionalmente
es a la dinastía Bailac, (padre e hijo), que han sabido
interpretar magistralmente las ideas volumétricas de nuestro
querido maestro, ellos han elegido las mejores maderas, y han
dado esa forma que subyace en el trabajo de talla del maestro,
esa elegancia y limpieza cuando las líneas son rectas,
esa valentía sinuosa cuando se aplicaba el barroco, la
floritura y el detallismo cuando el trabajo era gótico
y el preciosismo minucioso con la rocalla, siempre en todas sus
obras ha predominado la novedad, ha privado lo original sobre
la replica, el ingenio sobre lo ya conocido, de forma que los
trabajos nacidos del binomio Bailac-Martín son perfectos
en su profundidad de ebanistería y esplendorosos en su
epidermis lígnea tallada.
Los grandes escultores coetáneos a él, han completado
los programas iconográficos de Antonio Martín,
sus respiraderos, capillas, cartelas y canastos, están
llenos de trabajos que en su día realizaron Francisco
Buiza, Augusto Morillas, Luís Ortega Brú, una larga
colaboración con Manuel Carmona, y mas recientemente con
José Antonio Navarro Arteaga y Luis González Rey,
todo esto hacen que el conjunto de su obra sea absolutamente
de una magnitud artística difícil de superar. El
trabajo de un genio de la madera, un esplendido dibujante y diseñador,
un mágico proyectista y un maestro de maestros.