Del
13 al 16 de mayo,
la localidad de
Restábal
vivió los
cultos y romería
que anualmente
dedica a la Virgen
de Fátima,
más conocida
como la Virgen
del Cerro, por
estar su ermita
enclavada en el
cerro del Calvario.
El día 13,
su festividad litúrgica,
tuvo lugar la bajada
de la Virgen desde
su ermita hasta
la iglesia parroquial
de San Cristóbal.
Partió del
Calvario a las
seis de la tarde,
con una estruendosa
traca y el repique
de campanas de
la parroquia, que
la acompañaron
sin cesar desde
que la Virgen entró al
pueblo por el lugar
conocido como la "Acequia
Alta", en
la cuesta del Calvario.
En
las calles adyacentes
esperaba la llegada
de la Virgen, acompañándola
hasta el templo,
al cual llegó por
la calle de la
patrona del pueblo,
la Virgen del Rosario.
A su entrada en
el templo, anunciada
también
por fuegos artificiales,
se rezó el
santo Rosario,
al igual que en
las tardes sucesivas
de viernes y sábado.
El día 16,
domingo de romería,
dieron comienzo
los actos con la
santa misa, a las
diez y media de
la mañana.
Mientras se concentraban
las carrozas en
la plaza adyacente.
Terminado el santo
sacrificio se inició la
procesión
por las calles
del pueblo, acompañado
por el rezo del
rosario, cánticos
populares y un
coro rociero.A
su llegada de nuevo
a la cuesta del
Calvario, la Señora
fue despedida con
un estruendoso
polvorín.
Se inició así la
subida, precedida
de carrozas.
Una
vez en el cerro,
y antes de entrar
en su ermita se
entonaron varias
salves y de nuevo
un amplio despliegue
de pirotecnia honraba
a la Virgen de
Fátima.
A continuación
dio comienzo la
actuación
del coro rociero
en el escenario
y la comida popular.
La
tarde estuvo amenizada
con alguna
que otra atracción
y la presencia
de una charanga
musical que animó el
ambiente. En la
explanada del cerro
los numerosos grupos
de amigos y familias
dispusimos nuestros "tenderetes" para
pasar el día
con nuestra Virgen
del Cerro, a la
vera de su ermita.
Una ermita que
cumple este año
el décimo
aniversario de
su bendición.