A finales del pasado mes de noviembre, la Archicofradía de María Auxiliadora de la Alhambra celebró la décimo séptima edición de su anual Peregrinación Mariana a la Aldea del Rocío, una de sus actividades mas populares y destacadas, que se ve cada año arropada por numerosos archicofrades y cofrades de diversas hermandades de Granada.

El sábado por la tarde, a las siete, la ermita de lo onubense aldea almonteña acogió la celebración de la Eucaristía de los archicofrades granadinos presidida por el simpecado de la corporación salesiana, que había salido media hora antes desde la casa de hermandad de Granada, cedida como cada año por la Hermandad que preside Antonio Almagro como Hermano Mayor, acompañado por los cantes del coro que dirige Francisco Cañas Padilla. La misa fue ofrecida en recuerdo de los archicofrades Joaquín Herrera, componente que fue del coro y recordado saetero, y José Luis Clements quienes en numerosas ocasiones estuvieron presentes en esta convocatoria anual.

     Por la noche, antes de la convivencia, tuvo lugar el Santo Rosario de antorchas que hizo estación en el monumento de la Coronación Canónica de la Blanca Paloma, recorrido diversas calles de la aldea.

     Ya el domingo, antes del regreso del casi centenar de peregrinos por la tarde, la Archicofradía, corporativamente con su simpecado y varas, recibió a las puertas de la casa de Granada a las hermandades filiales de Cabra (Córdoba), y a las sevillanas de Mairena del Alcor y Gelves, en sus itinerarios de vuelta tras haber celebrado sus eucaristías ante la Santísima Virgen, produciéndose los tradicionales “abrazos”, entre los simpecados.

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