Alejandro
Corral
Á
rea de Comunicaciones
Hermandad del Rosario
Granada, octubre 2011
El
día
7 de
Octubre,
fiesta
de la
Virgen
del Rosario,
esta
Archicofradía
recibió procedente
de Roma
una carta
del P.
Maestro
de la
Orden
de Predicadores
Fr. Bruno
Cadoré,
superior
Mayor
de la
Orden
de Predicadores,
al que
cariñosamente
denominan
sucesor
de Santo
Domingo.
En estas
bellas
páginas
que recibimos
se nos
reafirma
nuestra
razón
de existir
como
fuente
y elemento
de evangelización
en medio
del mundo.
Con esta
carta,
dirigida
al P. Director,
a la Archicofradía
del Rosario
y a todos
los devotos
del Rosario
en Granada
quiere
sumarse
al Año
Jubilar
con motivo
del 50
aniversario
de la Coronación
Canónica. “las
celebraciones
que habéis
preparado
con tanto
esmero
y ahora
vivís
intensamente
para celebrar
el 50 aniversario
de la Coronación
canónica
de la sagrada
imagen
de Ntra.
Sra. del
Rosario,
Co-patrona
de la Ciudad
de Granada,
son una
gracia,
que deseo
compartir
con vosotros,
alabando
al Señor
por las
maravillas
que ha
obrado
y obra
continuamente
en medio
de su pueblo”.
Tras esta
declaración
de intenciones
el P. Maestro
hace una
reflexión
sobre el
milagro
de la estrella,
interpretándolo
como “manifestación
de la gloria
de María
o como
la mirada
gozosa
de una
Madre que
se alegra
de la curación
de sus
hijos,
la ciudad
sufría
en aquellos
tiempo
una epidemia
de peste,
la alegre
invitación
de vivir
en el misterio
de su Hijo,
luz de
las naciones”.
Tras
esto habla
de la tradición
y el valor
de recordar,
del que nace
la meditación
necesaria para
el encuentro
con Dios; la
contemplación.
Advierte asimismo
el P. Maestro
que esta celebración
de este cincuentenario “tiene
que convertirse
en una oportunidad
para que cada
uno de nosotros
se plantee,
o vuelva a
plantearse” su
modo personal
de escuchar
la Palabra
de Dios, sobre
su deseo auténtico
de recibirla,
de conservarla
en el propio
corazón,
de dejarse
transformar
por ella”.
Para ello propone
una decisión
sencilla pero
firme, “dedicar
un tiempo de
día
a la escucha
intensa de
la Palabra
y considerar
este momento
como el tiempo
más
importante
de nuestra
jornada” y
recuerda que “el
Rosario es
uno de los
métodos
de oración,
que pone en
su centro la
escucha meditativa
de la Palabra
de Dios” Asimismo
denomina al
Rosario como
oración “bíblico-evangélico
y eclesial” y
que a la vez
es “vocal,
auditiva, táctil
e imaginativa,
abrazando a
toda la persona”.
Otro
aspecto que
resalta es
que de los
misterios
divinos contemplados
en el Rosario
es el ejercicio
de la misericordia
recordando
como la Archicofradía
tenía
un patronato
para dar
dotes a doncellas
pobres en
el pasado
y como hace
cincuenta
años
se creó el
Colegio del
Rosario para
favorecer
la formación
humana, y
como las
presentes
celebraciones
también
se han planificado
ayudas humanitarias.
Esta es la
segunda decisión
sencilla
pero firme,
a la que
nos invita
el P. Bruno,
a que compartamos
lo que está en
nuestro plato.
Por último
propone el
Rosario “que
cada uno
vive de modo
completamente
personal,
apareciendo
como un método
que dispone
al don de
la contemplación,
habiendo
sido experimentado
durante siglos
por millones
de fieles
y cientos
de santos,
donde los
misterios
parecen desvelarse
y transformarnos”.
Por último
añade “la
coronación
canónica
con la corona
de oro, que
tuvo lugar
hace 50 años,
es un símbolo
rico de significados
que se refieren
a María
Reina y madre
de Dios,
pero deseo
(para cada
uno y para
todos vosotros)
que la recitación
cotidiana
de algunas
decenas sea
no sólo
una ratificación
de aquella
coronación
deseada por
vuestros
padres y
madres, sino
que llegue
a ser vuestra
corona, la
coronación
viviente
realizada
en vuestros
mismos corazones”.