Francisco Molina
Muñoz
Padul Cofrade
Padul, diciembre 2012
Así podría titularse
este artículo, pero no sería del
todo ajustado a la realidad… Ni mucho menos.
Manuel
Gámez Villena ha
sido, es y será una persona comprometida
y volcada con el mundo cofrade, mucho más
allá del 100%, y seguro que cuando lean
lo que sigue y vean el material gráfico
que da apoyo a este trabajo, no tendrán
otra que darme la razón.
Manuel nos invitó hace tiempo a su casa, con
la promesa de mostrarnos el Belén que, año
tras años, viene montando en su domicilio.
Y creanme cuando les digo que no es cualquier cosa
lo que no encontramos nada más verlo.
Llamar Belén a secas a lo que podemos ver
en casa de Manuel y, como no, de su esposa, persona
que comparte gustos y aficiones comunes con Manuel
y sin cuya ayuda y comprensión sería
imposible realizar el enorme esfuerzo que
supone la obra de la que estamos tratando.
El conjunto se
basa en las distintas escenas bíblicas unas, populares
otras, que nos ilustran el Adviento, la Navidad y la Epifanía.
En efecto, en un mismo montaje, que ocupa el 99,99% de una
amplia estancia, Manuel y su esposa, han representado escenas
tales como la Anunciación, el viaje a Belén,
para el empadronamiento, el Pesebre, la llegada de los Magos
de Oriente, el Castillo de Herodes, la Ofrenda a Dios de
Jesús recién nacido… Y así sin
un aparente fin, todo ello aderezado con innumerables personajes
que desempeñan sus labores cotidianas, la lavandera,
el panadero, el herrero, la recogida de aceituna, la alfarería,
etc…
El gusto por el detalle y la perfección
que nos muestra Manuel, dice que lo tiene desde pequeñoa,
pero que, desde que se casó,
hace ya más
de treinta años, se acrecentó y es, justo entonces,
cuando comenza a
coleccionar piezas del Nacimiento, no conformándose
con cualquier cosa.
Las
piezas que no conseguía de ninguna
manera las ha mandado hacer por encargo, normalmente
a un precio más que respetable. Sin ir más
lejos los platos y elementos de cerámica que se
pueden ver en la alfarería, todos ellos fabricados
exprofeso para este Belén.
Otras piezas
han sido compradas en prácticamente
cualquier rincón de España, e incluso
en el extranjero, como es el caso de algunas pequeñas
piezas adquiridas en Portugal.
Las distintas
figuras que forman parte del Belén
merecen mención aparte. No se trata de figuras
hechas en serie ni en plástico. Se trata de
auténticas esculturas, algunas de las cuales
sobrepasó en su día los 600 euros,
no siendo este un caso aislado.
Las casas
y demás edificios presentes en el
Belén han sido realizados por Manuel, dedicando
a ello incontables horas de primoroso trabajo.
Todo lo anteriormente
citado ya sería suficiente
para hacer una visita a Manuel, pero el Belén
es un ser cambiante en sí, es decir: no todos
los días está igual. No, evoluciona según
avanzan las fechas del calendario y así los
personajes van cambiando de posición para adoptar
la que es más acorde con la fecha en que se
está, hasta los Reyes de Oriente pasan de cabalgar
sus camellos a postrarse y adorar el Niño
el 6 de enero.
No quiero
extenderme más, a pesar de haber
materia para escribir un libro. En este punto lo mejor
es contactar con Manuel y que él mismo les guie
por su fantástica Casa Cofrade.