Manuel Romero
Castillo
Vocal de Cultos y de Formación
Albuñuelas, diciembre 2013
Albuñuelas vivió un día grande,
uno de tantos que le quedan por vivir y que desde la
década del pasado siglo XX, años 1950 ó 1960
no se repetía. El día 1 de diciembre de
2013 tuvo lugar el Vía Crucis Magno, pero se encontró cargado
de contenido religioso, tradicional y cofrade.
Dado que
ha terminado el Año de la Fe inaugurado
por nuestro emérito pontífice Benedicto
XVI y que concluyó magistralmente su Santidad
Francisco I, la población cabeza del Valle, la
que vive entre naranjales, olivares, limoneros y azahar
no ha querido perderse poner el broche de oro a un año
intenso y decisivo para la fe cristiana.
Por ello
ha salido a una de las imágenes más importantes
y queridas de la población, la sagrada imagen
de Jesús Nazareno, que posee una extensa historia,
y se encuentra dentro de la médula de los albuñolenses.
Es sin duda una seña de identidad, es un referente
religioso de primer orden, además de un emblema
de la localidad.
Dado que el acto extraordinario estaba cargado de significación
cristológica el Nazareno representa para los
albuñolenses el máximo exponente, pero
además, el Vía Crucis es la oración
apropiada a la que se acudió para realizarla
por las calles de la localidad.
La climatología
nefasta en estos días curiosamente fue radiante, el
sol brilló con intensidad mientras el soberbio Nazareno
mostraba a todos los congregados su intenso dolor, el afán
por cargar con el madero santo que nos salva, ese sufrimiento
contenido que sobrecoge a quien lo observa.
Para el momento
se eligió el Vía Crucis que nuestro santo padre
Juan Pablo II realizó, una oración llena de
amor a Cristo, llena de esperanza, llena de sabiduría
inspirada por el Espíritu Santo que tan necesario
nos es en estos tiempos de crisis.
Al estar
en la procesión se vivieron escenas muy intensas.
Hubo personas mayores impedidas, que llevaban mucho tiempo
sin ver al Nazareno, y salieron a las puertas con sus familiares
y lloraron al verlo. Esta salida ha representado un impulso
a todas las personas enfermas e impedidas que ansían
estar cerca de Dios y que no lo tienen al alcance de la
mano.
Las tradiciones
forman parte de la idiosincrasia de cada pueblo, están
en su raíz, en su ser y en Albuñuelas en tiempos de penuria: sequia,
exceso de lluvia, guerras, epidemias, hambres…, se acudía al Nazareno
como el máximo protector.
Según las personas más mayores lo
sacaron en rogativa por la localidad en 1970, una
localidad diferente a la que conocemos hoy, pero
igual de necesitada por los problemas que la afligían.
Pero no sólo en rogativa, también en
los Vía Crucis, en algunos, no en todos pues
siempre se llevaba al Santo Cristo crucificado.
El
recorrido era emocionante, todos los lugareños iban a portarlo durante el tiempo que
les tocase. Las familias se reunían para
estos actos de piedad compartida.
Desde la recién creada Asociación Parroquial
de Nuestro Padre Jesús Nazarenos y Nuestra Señora
de las Angustias se ha querido rescatar la tradición
de sacar a la imagen en procesión extraordinaria.
A la vez, el Consiliario de la misma, el Rvdo. P. D.
Javier Sánchez, muy oportunamente hizo un alegato
en pos de conseguir agua para los maltrechos campos.
Una rogativa tal y como se hacía antaño
y que hoy por hoy representa una actualización
del viejo ritual ya olvidado.
La tradición recuperada se quiere desde
la Asociación implantar de nuevo en el
tiempo y, seguramente, el próximo año
saldrá otra de las imágenes muy
queridas.
Fue también un día de vida cofrade,
nos acompañaron hermanos en la fe de Padul
de la Borriquilla; de Dúrcal; de Lanjarón
de diversas hermandades: San Sebastián, Ecce
Homo, etc; Ntra. Sra. del Rosario de Paterna del
Río; de Motril del Dulce Nombre; Granada.
Fue un día
intenso donde la Asociación Parroquial iniciando un
largo camino de madurez movilizó a hermandades de
las que ha obtenido apoyo, consejo, ayuda, etc.
Dada la falta de medios técnicos los hermanos de Lanjarón nos hicieron
el cartel. Reconozco a José Luis Estévez de Lanjarón su
apasionada contribución con sus ideas, sus consejos. Así mismo
a Francisco Muñoz de Padul, correa de trasmisión de acertados consejos.
Queremos tener un especial recuerdo para aquellos hermanos
que hicieron bastantes kilómetros para acompañarnos.
Quienes vinieron de Paterna del Río (Almería)
y de Motril.
Agradecemos a las representaciones de los cabildos municipales
que se sumaron desde el minuto cero a los actos. D. José Díaz,
alcalde de Albuñuelas y la teniente de alcalde de
Lanjarón.
Se vio la confraternidad y también la paciencia pues
hizo falta bastante para que los sufridos portadores de la
sagrada imagen fuesen desde el templo al principio del pueblo
y regresarán a su templo.
Hizo liviano el magno acto la banda de música de Armilla,
desbordó su música el espíritu cofrade
y realzó un precioso día.
No podemos dejarnos
en el tintero los pilares que sostuvieron el arduo
trabajo que la Vocalía de Culto, promotora
del acto. Por un lado, el Consiliario, gracias a su apoyo,
su constancia y su fe se pudieron superar duras circunstancias.
Al Presidente D. Jesús Jiménez, quien se
mostró incansable para llevar a cabo el magno
Vía Crucis.
Acabó en el templo parroquial con una solemne
celebración eucarística presidida por el
Rvdo. Padre D. Javier Sánchez y su prédica
fue una apuesta por afianzar la Asociación, como
sostén para el futuro y como articulador de la
fe pues es el primer acto que sale del templo y no será el último.
GALERÍA
FOTOGRÁFICA
Instantánea durante la llegada al Bancal
de los Civiles, en el comienzo del pueblo.
Espera en el lugar para un descanso antes de iniciar
la marcha de regreso.
Fotografías de las diferentes hermandades que
nos acompañaron. De derecha a izquierda, Padul,
Albuñuelas, Lanjarón, Paterna, Dúrcal…
Imagen de los portadores y capataz, y de la entrada
en su sede parroquial.
Imagen de los portadores y capataz, y de la entrada
en su sede parroquial.
En la imagen miembros de las Asociación Parroquial,
cofrades de Lanjarón y de Padul posan frente
al Nazareno.