Y LA SEMANA SANTA RENACIÓ DE
SUS CENIZAS… CRÓNICA DE UNA NOCHE HISTÓRICA
PARA TALARÁ
Óscar
López Terrón
Hermano Mayor
Hermandad de la Purísima
Talará, 16 de abril de 2015
Quiero
continuar, por donde lo dejé la última
vez que escribí sobre el tema que hoy nos vuelve
a ocupar. Quiero recordar y comentar como era nuestra
semana mayor, según nuestros vecinos más
longevos y por qué motivo se quedó dormida.
Se dice que tendemos a magnificar
los recuerdos, pero puedo asegurar que estos se quedaron
pero que muy cortos
a como todo transcurrió.
Eran los años setenta, cuando a causa de la
grave situación económica en nuestro
país, cuando por motivos conocidos por todos
y por ello no pormenorizaré, nuestros pueblos
quedaron vacíos, los jóvenes marcharon
en busca de fortuna y así poder formar su hogar
y los que ya lo tenían poderlo mantener.
Unos marcharon a Francia, otros a
Alemania, otros a Suiza y así una larga lista...
No
había quien continuara con la vida de nuestro
pueblo. De pronto no encontramos con un “pueblo fantasma” al
que le faltaba su alma, su fuerza, su juventud… Los
jóvenes habían partido, todo se tornaba complicado.
En este estado de cosas ¿quién iba a seguir
transmitiendo la tradición?, ¿quién
heredaría esos conocimientos ancestrales?... La
Virgen de las Angustias ya no procesionaba, nuestro Padre
Jesús tampoco, la Purísima lo hacía
tristemente en un carro adaptado para procesionar… demasiado
aguantaron el tirón los que siguieron adelante...
Por fin, un día, algo cambió que hizo renacer
la religiosidad como parte integrante de la vida cotidiana
de Talará y, poco a poco, todo, al principio muy
poco a poco, todo empezó a tomar sentido y recobrar
su belleza que, aun estando ahí, permanecía
ajada por el paso de los años y la dejadez. La Patrona
a hombros, la Semana Santa resurgida... La añoranza
con la que recordamos a quienes no han visto resurgir a
Talará es un acicate que nos hace tirar “palante”.
Su pueblo está vivo, se reinventa, se mueve… Seguro
que, desde allí arriba, estarán contemplándonos,
estarán orgullosos, son los hijos y nietos e incluso
algunos de aquellos jóvenes que en su día
se vieron obligados, por la necesidad, a emigrar y hoy
han retornado a “su casa” los que han levantado
aquello que permanecía larvado e inerte, como una
crisálida, esperando la llegada de la primavera.
La noche del jueves
se hacía de esperar, se respiraba tensión
e incredulidad hasta incluso un segundo antes de
salir.
La gente no sabía si aplaudir
de emoción o callar por la solemnidad del acto.
Todos estábamos atónitos y muy emocionados,
como un crío que estrenara zapatos nuevos.
La Señora del Jueves Santo
paseo sublime por el pueblo de Talará. Era todo
como un sueño. Todo revestía una especial
grandeza. La gente guardaba un respetuoso recogimiento,
un silencio que casi rozaba lo lúgubre. Paseaba
María Santísima llevando en su regazo
el cuerpo inerte del Cordero de Dios por nuestro pueblo.
La salvación del mundo, que grandiosidad Madre
mía... Puedo estar así horas y horas,
solo llegaría a comprenderme el que allí estaba
presente, fue todo un sueño vivido en la oscuridad
de una noche mágica y grandiosa.
Puedo decir que
este año ha sido novedad, como
hace dos Purísimas (unidad talareña para
medir el paso el tiempo) la procesión de las
fiestas, pero señores, el próximo año
será tradición.
Este ha sido el broche de oro a mi mandato y al de la
actual junta de gobierno, el cuál someto al escrutinio
de mis hermanos. Es mi deseo que estas líneas sirvan
como cumplida despedida de mis hermanos. Quiero darles
las gracias a todos, siempre lo digo, la hermandad son
ellos y sus corazones los que procesionan a diario a nuestros
Sagrados Titulares. Gracias a todos y cada uno de ellos.
Tenemos que seguir en nuestro empeño de hacer resurgir
las mejores tradiciones, sentimientos y religiosidad de
nuestra bendita tierra. Estoy convencido de que la semilla
que ahora plantamos granará y dará abundantes
frutos.
No puedo por menos que agradecer al Excelentísimo
Ayuntamiento de Lecrín, la colaboración prestada
para velar por la seguridad en tan solemne acto. Como olvidarme
de agradecer la labor callada y desinteresada de cuantos
se han volcado con nosotros, ayudando y arrimando el hombro
en este caminar. Y, como no, un especial reconocimiento
para nuestro párroco Don Javier, gracias por estar
ahí, ayudando, colaborando y facilitando cuanto
de bueno hayamos podido hacer. Creo que lo mejor que se
puede decir de alguien es que es una buena persona y usted
lo es, a la vez que un excelente pastor para su congregación.
Os dejo algunas imágenes de
lo acaecido el pasado Jueves Santo, en la creencia
de que el próximo no os lo perderéis.
Aprovecho
esta ocasión que se me brinda, para comunicaros
algunos de nuestros próximos actos:
El próximo tres de mayo tendremos la tercera ofrenda
floral a nuestra madre, la Purísima, en este acto
se impondrán las medallas a los nuevos hermanos.
Durante todo el mes de mayo, se rezará a diario
el Santo Rosario, con flores a María.
Cada primer viernes de mes, tendrá lugar la eucaristía
en la ermita de nuestro Patrón, el Santo Cristo
de Zapato.