PRIMERA
JORNADA DE LAS CHARLAS CUARESMALES: “CON JESÚS
A JERUSALÉN”
Melania Molina
Fernández
Padul, 15 de marzo de 2019
A un mes exacto de que finalice la cuaresma, en el día
de ayer comenzaron las ya habituales charlas cuaresmales
impulsadas e impartidas por nuestro párroco y consiliario
D. Cristóbal Sánchez Liñán
que nos sirven de preparación de cara a la próxima
Semana Santa.
Este año estarán compuestas por tres jornadas,
impartiéndose durante tres jueves consecutivos,
días 14, 21 y 28 de Marzo y versarán sobre
la Oración de Jesús y sus últimas
palabras, siendo el título de ellas "Con Jesús
a Jerusalén: la oración de Jesús".
Dichas charlas de organizan en la Casa de Hermandad de
Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Ayer, partiendo las palabras de Jesús que seguidamente
se insertan, leídas por el Consiliario, dio comienzo
la primera charla.
Lucas 9:57. Te seguiré
donde quiera que fueres
“Y aconteció que
yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te
seguiré donde quiera que fueres.”
Lucas 9, 51-56. Jesús
tomó la decisión de ir a Jerusalén
“Cuando se iba cumpliendo
el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó
la decisión de ir a Jerusalén. Y envió
mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea
de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron,
porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto,
Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron:
"Señor, ¿quieres que mandemos bajar
fuego del cielo que acabe con ellos?" Él se
volvió y les regañó. Y se marcharon
a otra aldea.”
Jn 13,1-15. Los amó
hasta el extremo.
Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jesús que había llegado la hora
de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los
suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo.
Estaban cenando, ya el diablo le
había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el
de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo
que el Padre había puesto todo en sus manos, que
venía de Dios y a Dios volvía, se levanta
de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se
la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone
a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos
con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro,
y éste le dijo:
-«Señor, ¿lavarme los pies tú
a mí?»
Jesús le replicó:
-«Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora,
pero lo comprende¬rás más tarde.»
Pedro le dijo:
-«No me lavarás los pies jamás.»
Jesús le contestó:
-«Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo:
«Señor, no sólo los pies, sino también
las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo:
-«Uno que se ha bañado no necesita lavarse
más que los pies, por¬que todo él está
limpio. También vosotros estáis limpios,
aunque no todos. »
Porque sabía quién lo iba a entregar, por
eso dijo: «No todos es¬táis limpios.»
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó
el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
-« ¿Comprendéis lo que he hecho con
vosotros? Vosotros me lla¬máis “el Maestro”
y “el Señor”, y decís bien,
porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor,
os he lavado los pies, también vosotros debéis
lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para
que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también
lo hagáis.»
Basándose en los tres pasajes de las Santas Escrituras
analizó, profundizó y reflexionó
sobre los textos y posteriormente entabló una reflexión
abierta con los asistentes donde se intercambiaron opiniones,
reflexiones personales, símiles con la vida cotidiana
y valoraciones sobre los sentimientos que se generan en
nosotros cuando leemos estos textos y los que debieron
sentir los propios apóstoles en aquel momento.
Esta primera charla de formación fue acogida con
gran interés, contándose con la asistencia
miembros de las Juntas de Gobierno de todas las hermandades
, así como la de cofrades y fieles de la parroquia.