TERCERA
JORNADA DE LAS CHARLAS CUARESMALES: “CON JESÚS
A JERUSALÉN”
Melania Molina
Fernández
Padul, 1 de abril de 2019
En la pasada tarde-noche del jueves 28
de Marzo tuvo lugar la última charla impartida
por nuestro párroco y consiliario Don Cristóbal
Sánchez Liñán, concluyendo así
el trío de coloquios preparados para esta tardía
Cuaresma de 2019.
En la pasada tarde-noche del jueves 28 de Marzo tuvo
lugar la última charla impartida por nuestro párroco
y consiliario Don Cristóbal Sánchez Liñán,
concluyendo así el trío de coloquios preparados
para esta tardía Cuaresma de 2019.
Esta charla también se centró en la última
cena de Jesús con los apóstoles, centrándonos
como en todas, en los gestos y palabras de Jesús
con los suyos, y en el que de nuevo Don Cristóbal
profundizó, desgranó y nos hizo ver la importancia
y el gran significado de cada detalle, en el que por pequeño
que sea cuando leemos las Sagradas Escrituras al reflexionar
sobre ello vemos que supone un gran valor y relevancia.
Recordamos que la primera se centró en el lavatorio
de pies, la segunda versó sobre la constitución
de la Eucaristía y está ultima trató
sobre la oración de Jesús con sus apóstoles
y con su padre.
Lucas 22:31-34
“¡Simón, Simón!
Mira que Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes
como un campesino sacude la paja de los granos de trigo.
Pero he orado para que no pierdas tu fe. Cuando vuelvas
a mí, ayuda a tus hermanos a ser más fuertes».
Pero Simón dijo: —Señor, estoy listo
para ir contigo a la cárcel. ¡Hasta estoy
dispuesto a morir por ti! Pero Jesús dijo: —Pedro,
antes de que el gallo cante esta noche, me negarás
tres veces.”
Juan 14:16-18
“Y yo rogaré al Padre,
y Él os dará otro Consolador para que esté
con vosotros para siempre; es decir, el Espíritu
de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni
le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis
porque mora con vosotros y estará en vosotros.
No os dejaré huérfanos; vendré a
vosotros.”
Oración Sacerdotal
de Jesús. Oración de Glorificación
Juan 17:1-26
Jesús ora por
sí mismo
Después de que Jesús dijo esto, dirigió
la mirada al cielo y oró así:
“Padre, ha llegado la hora. Glorifica a
tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti, ya que
le has conferido autoridad sobre todo mortal para que
él les conceda vida eterna a todos los que le
has dado. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan
a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,
a quien tú has enviado. Yo te he glorificado
en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste.
Y ahora, Padre, glorifícame en tu presencia con
la gloria que tuve contigo antes de que el mundo existiera.”
Jesús
ora por sus discípulos
“A los que me diste del mundo les he revelado
quién eres. Eran tuyos; tú me los diste
y ellos han obedecido tu palabra. Ahora saben que todo
lo que me has dado viene de ti, porque les he entregado
las palabras que me diste, y ellos las aceptaron; saben
con certeza que salí de ti, y han creído
que tú me enviaste. Ruego por ellos. No ruego
por el mundo, sino por los que me has dado, porque son
tuyos. Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú
tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado.
Ya no voy a estar por más tiempo en el mundo,
pero ellos están todavía en el mundo,
y yo vuelvo a ti.”
“Padre santo, protégelos con el poder de
tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno,
lo mismo que nosotros. Mientras estaba con ellos, los
protegía y los preservaba mediante el nombre
que me diste, y ninguno se perdió sino aquel
que nació para perderse, a fin de que se cumpliera
la Escritura.”
“Ahora vuelvo a ti, pero digo estas cosas mientras
todavía estoy en el mundo, para que tengan mi
alegría en plenitud. Yo les he entregado tu palabra,
y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. No te pido que los quites
del mundo, sino que los protejas del maligno. Ellos
no son del mundo, como tampoco lo soy yo. Santifícalos
en la verdad; tu palabra es la verdad. Como tú
me enviaste al mundo, yo los envío también
al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo,
para que también ellos sean santificados en la
verdad.”
Jesús
ora por todos los creyentes
“No ruego sólo por éstos.
Ruego también por los que han de creer en mí
por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre,
así como tú estás en mí
y yo en ti, permite que ellos también estén
en nosotros, para que el mundo crea que tú me
has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste,
para que sean uno, así como nosotros somos uno:
yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen
la perfección en la unidad, y así el mundo
reconozca que tú me enviaste y que los has amado
a ellos tal como me has amado a mí.”
“Padre, quiero que los que me has dado estén
conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria
que me has dado porque me amaste desde antes de la creación
del mundo.”
“Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo
sí te conozco, y éstos reconocen que tú
me enviaste. Yo les he dado a conocer quién eres,
y seguiré haciéndolo, para que el amor
con que me has amado esté en ellos, y yo mismo
esté en ellos.”
Juan 13:27
Judas, después de tomar
el pan, salió inmediatamente. Era de noche.
Finalmente Don Cristóbal trasladó un mensaje
hacia las Hermandades, para que desde su seno promuevan
el mensaje de Jesús entre sus hermanos, costaleros,
amigos, compañeros, ofreciendo una serie de consejos
para hacer presente a Dios en la vida del creyente.