PADUL
PUDO VIVIR EN SU TOTALIDAD LA SEMANA SANTA DE 2019
Salvador Chaves
Fajardo
Padul, 23 de abril de 2019
La localidad granadina de Padul ha podido vivir con intensidad
la Semana Santa de este año 2019. Una Semana Santa
en la que la climatología podría haber frustrado
las celebraciones de Jueves y Viernes Santos y Domingo
de Resurrección pero que finalmente se ha podido
llevar a cabo con total normalidad.
El Domingo de Ramos amaneció bajo un sol espléndido,
por lo que en el Barrio de San Antonio se respiraba la
tranquilidad de que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
de la Victoria y Nuestra Señora del Valle (La Borriquilla)
iba a poder realizar su estación de penitencia.
A las 5 de la tarde partía el cortejo desde su
casa de hermandad para recorrer las distintas calles del
recorrido, repletas de público para acompañar
a los Titulares de la Hermandad, que presentaba un nutrido
cortejo de niños hebreos, penitentes y mantillas.
Se estrenaba este año la primera de las imágenes
que completarán el misterio de la Entrada en Jerusalén,
la de San Juan Evangelista, realizada por el escultor
D. Israel Cornejo. Sin dudas un Domingo de Ramos espléndido
con una presentación exquisita de las Imágenes
y en el que se vivieron momentos inolvidables como la
salida, el paso por las casas de hermandad de Crucificado,
Nazareno y Flagelación, la Buega o la llegada a
la casa de hermandad. Un Domingo de Ramos de los que quedará
para siempre en el recuerdo de todos.
El Jueves Santo, tras una jornada lluviosa, se pudo
celebrar el tradicional Vía Crucis gracias a la
mejoría que presentó el tiempo. En esta
ocasión y con motivo del XXV aniversario de su
cuerpo de costaleras, el acto se ha realizado con la Imagen
del Cristo de las Tres Caídas, que se presentaba
en unas hermosas andas realizadas para dicho acto. Partía
el cortejo a las 23 horas desde la Iglesia de Santa María
la Mayor y durante el recorrido del mismo se rezaron las
estaciones del Vía Crucis por las calles del pueblo.
Finalizado el mismo, se procedía al traslado de
la Imagen a la carpa municipal para dejarla dispuesta
en su paso procesional de cara a la procesión del
Entierro de Cristo.
El Viernes Santo amaneció soleado, lo que permitió
que fueran muchas las personas que recorrieron las distintas
casas de hermandad, la Ermita de San Sebastián
y la carpa municipal para visitar a las Hermandades y
Cofradías que se afanaban en terminar con los últimos
preparativos para la procesión. Pero según
avanzó la jornada el cielo quedó cubierto
y con una lluvia que hacía presagiar lo peor. Una
lluvia que, aunque ligera, no cesaba. Reunidas las Hermandades
y Cofradías, se acordó retrasar las salidas
una hora. Finalmente, la lluvia cesó y a las 20:30
horas comenzaron a salir los distintos cortejos que dan
forma a la procesión del “Entierro de Cristo”.
Oración en el Huerto, Flagelación, la Verónica,
Nazareno, Tres Caídas, Crucificado, Angustias,
Cristo Yacente y pasos vivientes, Sepulcro, San Juan,
Dolores y Sudario dieron forma a la catequesis plástica
que cada Viernes Santo recorre la calles paduleñas
y que pudo completar todo su recorrido sin ninguna incidencia.
Se presentaban en esta jornada numerosos estrenos: tallado
de parte de los costeros del paso de la Oración
en el Huerto, Tallado de la canastilla del paso de la
Flagelación, tallado del frontal de la canastilla
del paso del Nazareno y ampliación y reestructuración
del paso del Crucificado. Y quisiera en este punto acordarme
de la Cofradía de la Virgen de los Dolores, que
en este año ha tenido que procesionar sin palio
y a ruedas debido a la falta de costaleras, esperando
que en el próximo año se llegue a una solución
y podamos volver a ver procesionar a Nuestra Señora
de los Dolores a hombros de sus costaleras y bajo su palio
de terciopelo negro.
Finalmente, el Domingo de Resurrección
volvió a amanecer nublado pero la ausencia de lluvia
a las once de la mañana posibilitó que se
llevara a cabo la tradicional “Procesión de
los Júas”. Partía el cortejo de la Iglesia
Parroquial con la presencia de todas las Hermandades y Cofradías
antecediendo a las Imágenes de Cristo Resucitado,
San Juan y Nuestra Señora del Carmen. Una procesión
en la que no faltaron los muñecos que reproducían
al apóstol traidor que los vecinos habían
colgado en las calles del recorrido procesional y que los
jóvenes fueron derribando al grito de “Júas,
Júas” antes del paso de la procesión.
Ha sido, por tanto, una Semana Santa que
finalmente se ha podido celebrar en todo su esplendor y
que nos sigue dando muestras del gran trabajo que realizan
cada una de las Hermandades y Cofradías del pueblo.
Ahora toca conservar en la memoria todo lo vivido estas
jornadas a la espera de que llegue la Semana Santa del año
2020.