Procesión
del Corpus Christi en El Padul.
Casi
medio centenar de niños y niñas, ataviados los mismos
trajes con los que hicieron este año su primera comunión
precedieron a la custodia.
Tras
los ciriales que abrían la procesión, un cortejo
formado por los niños y niñas que había hecho
su primera comunión este año, acompañados
por sus catequistas, recorrieron las calles de El Padul precediendo
al magnífico templete plateado en el que se procesionaba
la custodia, símbolo del Cuerpo de Cristo.
También
participaban en esta procesión, portando velas, representantes
de la Adoración Nocturna de esta localidad, así
como la multitud de personas que han deseado intervenir en este
acto.
Tras
el paso, portado sobre ruedas, en el que iba la custodia se encontraban
las autoridades municipales y el párroco de esta villa.
Cerraba el cortejo la banda de música.
Hay
que hacer mención que el artístico templete en el
que es posesionada la custodia fue diseñado para hacerlo
sobre el paso de la Flagelación, cosa que hizo durante
varios años en los que fue llevada a hombros por los costaleros
de esta cofradía.
Como
cada año una multitud de altares jalonaban el recorrido
de la procesión. Las gentes de este pueblo, que sienten
la religiosidad de una forma especial, se vuelcan en día
tan señalado. Romero, tomillo y mejorana aromatizaban las
calles y los balcones y fachadas eran engalanados con banderas,
colchas tapices o chales. Todo para dar mayor esplendor si cabe
a un día en el que se rinde culto a la institución
de la eucaristía, como símbolo del Cuerpo de Cristo.
Los
cánticos de los niños y niñas, dirigidos
por las catequistas que les prepararon para recibir su primera
comunión, junto con los sones de la banda de música,
constituyeron el fondo musical de la tarde de este soleado y caluroso
domingo.
Y
como no podría ser de otra forma, y viene siendo costumbre
de un tiempo a esta parte, una nube de fotógrafos y gente
que operaba cámaras de video, en su práctica totalidad
constituida por padres, familiares y amigos de los niños,
se afanaba en captar la imagen de cada uno de ellos, ya sea junto
al altar que de su preferencia o integrados en las filas de la
procesión.
En
resumen, si el día de ayer no puede ser uno de los famosos
tres jueves del año, por motivos de sobra conocidos, si
que podemos decir que el pasado domingo se convirtió por
méritos propios en un día que brilló con
luz propia.
F.
Molina
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