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Los Altares Pudieron más que las Urnas

La histórica cita, por el bajo índice de participación, con las urnas coincidió, el pasado día 13 de Junio (San Antonio), con la celebración de la popular procesión de la Custodia por las calles del Padul.

En una tarde atronada y afortunadamente sin lluvia, los niños y niñas de primera comunión acompañados por familiares, la Custodia y el párroco bajo palio hicieron el habitual recorrido visitando los altares que se adornaron con las mejores macetas, cojines y mantas, sábanas y banderas.

Paduleños venidos de fuera no quisieron perderse la cita de uno de los días, tradicionales más importantes del año.

Texto y fotos:
Juan Carlos Romero Rejón
Director de Radio Padul FM

Desde la tribuna:

Como en los programas deportivos me van a permitir en esta ocasión, ver la jugada, válgame el simil, desde el otro ángulo. Esto es una licencia que deseo tomarme y que espero no ofenda a nadie, ya que lo hago como crítica constructiva.

Este año, en el que por aquello de la casualidad se han dado una serie de coincidencias poco habituales, hemos podido asistir en Padul a una celebración del Corpus Christi un tanto atípica.

Desde que hace algunos años, el Día del Señor, perdió su entidad de festividad nacional, dejando de celebrarse en jueves, como mandaba la tradición, excepto en aquellas poblaciones la mantienen como fiesta de carácter local, ha pasado a celebrarse en domingo. Esto ocasiona que sean muchos los factores que juegan en contra de tan entrañable festividad.

La facilidad con que hoy se puede hacer una escapadita a la playa o al campo, en coincidencia con el fin de semana libre de los trabajadores, hace que, cada vez más, veamos despoblarse nuestra villa durante los sábados y domingos, cada vez que el sol aprieta.

Son cosas que se notan cada vez más. No vamos a entrar aquí en valorar los factores que hacer bajar los índices de participación popular en determinados actos religiosos, pero bueno sería plantearse seriamente una reflexión sobre el tema, para recobrar la ilusión en torno a las tradiciones.

Hace dos años eran más de ciento veinte los niños que, vestidos con sus impolutos trajes de primera comunión, abrían paso al santísimo por la calles de Padul. El pasado año bajó la cifra a poco más de ciento diez. Este año no se ha alcanzado el centenar de niños.

También se ha notado un acusado descenso en el número de los altares que jalonaban, incluso el pasado año, el recorrido procesional. Las calles han lucido menos engalanadas para la festividad que en ocasiones precedentes. Esas calles en las que era tradicional que las fachadas lucieses cubiertas con níveas sábanas, coloridos tapices y hermosas colchas, han sido este año las menos y solo se han visto en algunos lugares puntuales.

Eso sí, un año más se han visto balcones engalanados con banderas españolas y las petalás se van haciendo tradición entre los vecinos.

Esperamos que el próximo año, en que parece ser que no coincidirá la festividad con ninguna cita electoral o deportiva, la celebración vuelva a retomar aliento y luzca como solo los andaluces sabemos hacerlo.

Juan Galán
Padul, 2004

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