Francisco Molina
Administrador de Padul Cofrade
Padul, junio 2006
Aunque desde hace algunos
años no se cumple, al menos en la mayoría de las
localidades españolas, el decir popular que ligaba el brillo
del sol a tres jueves del año, la celebración del
Corpus Christi, la exaltación de la eucaristía,
sigue siendo fundamental en el calendario cristiano.
Como cada año las calles de Padul
se han engalanado para saludar y dar cabida a la custodia en su
procesión. Hasta once han sido los altares que se han instalado
en diversos puntos del recorrido. Puede que no tengan el esplendor
o el ornato que caracteriza a los de otras poblaciones de la geografía
española, pero lo que resulta innegable es el cuidado y
el cariño con que han sido erigidos, cada uno aportando
aquello que considera importante o que puede ayudar a la exaltación
del Santísimo.
Como siempre, al menos que yo recuerde,
los niños que han recibido su primera comunión en
el año, han precedido a la custodia. Una multitud han sido
los comulgantes que un año más han acompañado
al Santísimo, vestidos con el traje con que recibieron
la sagrada forma.
En la procesión hemos podido
ver representación de los diversos estamentos de la población,
desde representantes de la Adoración Nocturna portando
sus banderas hasta políticos y religiosos, todos mezclados
con una multitud que, vela en mano, precedía al templete
de plata en que era portada la custodia.
La Banda de Música “Los
Viejos” de Padul interpretó durante todo el recorrido
procesional diversas marchas que pusieron el fondo musical a una
hermosa procesión.