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La
Palestina de aquellos tiempos
En
el siglo I, Palestina era una provincia más del vasto Imperio
Romano.
Cuando
Jesús nació, gobernaba el país Herodes. Este
rey siempre temió ser derrocado y ello le llevó
a mandar asesinar a su mujer y a tres de sus hijos. Sin embargo,
pese a esa crueldad, no es históricamente cierto, como
dice el Evangelio, que mandara matar a todos los niños
de Belén de menos de dos años.
A
su muerte, dejó el reino a tres de sus vástagos.
El primero, Arquelao, recibió Judea -con Jerusalén
como capital-, Samaria e Idumea. Pero Roma lo depuso en el año
6 y nombró en su lugar a un funcionario romano. Poncio
Pilato. El segundo hijo de Herodes, Herodes Antipas, fue el monarca
que mandó decapitar a Juan el Bautista y heredó
de su padre Galilea -la patria de Jesús- y Perea. Gobernó
durante 43 años y también fue destituido por Roma.
El tercer hijo, Filipo, se quedó con las partes más
remotas del reino. Pilato vivía en la ciudad de Cesarea,
en la costa mediterránea. Tenía a su cargo unos
3.000 soldados y, jerárquicamente, dependía del
legado de Siria, quien disponía de cuatro legiones: unos
20.000 soldados de infantería y 5.000 de caballería.
En Pascua se trasladaba a Jerusalén con tropas de refuerzo
para asegurarse de que no se produjesen revueltas.
José
Irija y Emilio Silva
Publicado en Quo número 67
Abril 2001 |
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