Los
rollos del Mar Muerto revelan cómo se vivía en tiempos
de Cristo
QUMRÁN,
MISTERIO RESUELTO.
Ni
escándalos ni descubrimientos que cambien el curso de la
historia de las religiones; los textos hallados por un pastor
en una cueva desvelan, sobre todo, datos relativos a la sociedad
en la época de Jesús.
El
descubrimiento de los manuscritos del Mar Muerto levantó
una gran expectativa internacional: se trataba de documentos escritos
en la época de Jesucristo y su contenido podía afectar
fundamentalmente a dos religiones muy relevantes, la judía
y la cristiana. Los principales trabajos de investigación
se realizaron durante casi cuarenta años sin que apenas
fueran publicados sus resultados. Esa falta de información
sobre los textos de las cuevas de Qumrán, descubiertos
por un pastor, crecí alrededor de ellos una leyenda; esto,
acrecentado por alguna novela sensacionalista, multiplicó
la demanda de información acerca de su contenido. Julio
Trebolle ha sido uno de los pocos miembros del Comité Internacional
de Edición de los Manuscritos del Mar Muerto y ha tenido
la oportunidad de trabajar con ellos durante años. Como
investigador quiere terminar con la mitología que han generado
estos documentos y divulgar su contenido, que no está vinculado
directamente a la vida de Jesucristo, aunque aclara muchas cosas
acerca del tiempo en que vivió y las condiciones sociales
que le rodearon.
¿Qué
aclaran los manuscritos sobre la vida de esa época?
A
través de ellos se llega a conocer muy bien las instituciones
desde las que se gobernaba y las costumbres más comunes;
asimismo, posibilitan un mejor conocimiento de otros textos, aunque
es parcial, porque a veces son frases sueltas de fragmentos de
pergamino muy pequeños.
¿Cómo
ha sido el proceso de investigación?
Hace
cincuenta años que aparecieron y fueron necesarios casi
diez para recopilarlos completamente. Hasta 1960 se investigó
con mucha celeridad, luego el proceso se ralentizó y, más
tarde, hubo un gran bache hasta 1990, en que se produjo un redescubrimiento
de los manuscritos gracias al ordenador. Hasta entonces era muy
difícil trabajar con ellos, porque se componían
de más de 40.000 fragmentos pequeñísimos,
algunos con medidas de sólo dos o tres centímetros
de lado. La lentitud en los trabajos generó una leyenda
sobre si el Vaticano o el Gobierno israelí los tenían
ocultos; pero todo eran rumores. Los manuscritos nunca pertenecieron
al Vaticano. Al principio fueron propiedad del Gobierno jordano
y después pasaron a Israel, lo que dificultó mucho
las cosas. Hay libros que han estado paralizados en la imprenta
hasta diez años a causa del conflicto político.
Pero,
¿por qué han esperado tantos años para darlos
a conocer?
El
plazo para su publicación total acabó en el año
2000, fecha en la que se había publicado el 95% de los
manuscritos. Este límite se marcó para permitir
un tiempo de trabajo razonable y es evidente que entre lo que
falta por descubrir ya no queda nada relevante. Los trabajos actuales
consisten en realizar pruebas de ADN a los manuscritos para saber
qué fragmentos pertenecían a la misma hoja. Su difusión
en el mundo ha sido tan grande que se han editado 12.000 libros
sobre el tema.
¿Cuáles
son las consecuencias de esos descubrimientos?
El
escándalo alrededor de los manuscritos surgió a
partir de la idea de que en los textos se hablara de Jesús
y eso pudiera ser determinante para la historia del cristianismo.
Por eso crecieron los rumores de que el Vaticano los tenía
bajo su control por miedo a que en ellos hubiera información
que pudiera afectarle. Todos los manuscritos han sido fechados
paleográficamente con anterioridad al año 70 d.
de C. No son textos cristianos, pero son importantes para el cristianismo
porque narran el contexto de la época. Eso permite una
mejor comprensión de la literatura primitiva cristiana.
Para el judaísmo son muy importantes porque había
un vacío en su conocimiento histórico después
del Antiguo Testamento. También se ha comentado si San
Juan Bautista era esenio o no; cuando se realiza un descubrimiento
de este tipo en las primeras fases siempre se van buscando coincidencias.
Pero cuando avanza el proceso lo que más llama la atención
son las diferencias. En el caso de San Juan Bautista existen coincidencias
geográficas con los esenios, por ejemplo la cercanía
del río Jordán. Finalmente, de los manuscritos se
puede deducir que si Jesús hubiera aparecido por la zona
de Qumrán es muy posible que lo hubieran echado de allí.
Fragmentos
de cotidianidad.
Los
manuscritos del Mar Muerto confirman, sobretodo, una historicidad
básica de la época. A través de ellos se
descubren datos, por ejemplo, sobre cómo se hablaba el
arameo entonces, cómo eran las sinagogas o que los esenios
no querían vivir en la ciudad para no corromperse, ya que
pensaban que el desierto era una garantía de pureza. En
estos textos se revelan también datos sobre cómo
oraban y se organizaban, el tipo de comida que tomaban y muchos
detalles acerca de la vida cotidiana de la época.
En
definitiva, el interés que tienen los textos de Qumrán
se corresponde con las expectativas, pero desde un punto de vista
científico.
Julio
Trebolle
Profesor
del Departamento
De Estudios Hebreos y
Arameos de la Universidad
Complutense de Madrid
Publicado
en Quo número 67
Abril 2001
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