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Celebraciones
de noviembre
• Día de
todos los Santos
• Dia de Difuntos o Día de Muertos
• Halloween
Estas son tres celebraciones típicas del
mes de noviembre. En apariencia y a primera vista son muy distintas
unas de otras. ¿Pero lo son tanto en realidad?
Para comenzar debemos decir que alrededor del
año 609 se instituye la festividad de todos los Santos.
Se transforma el Pantheon de templo pagano, dedicado a todos los
dioses, pasando a serlo de la iglesia cristiana, dedicada a la
Virgen y a los mártires cristianos.
En España asociamos el mes de noviembre
con el mes en que rendimos tributo a los familiares y amigos que
nos dejaron para pasar a mejor vida. Asociamos nuestra
tradición con la visita a los cementerios, el adecentamiento
de los lugares de enterramiento (nichos y tumbas en la tierra,
por lo general, y últimamente, columbarios). Ofrecemos
ingentes cantidades de ofrendas florales, en ocasiones, las más
de las veces, sin otro objetivo que el de rivalizar con los vecinos
o familiares.
Otra costumbre muy arraigada en el acervo cultural
español es la de unir el mes de noviembre a la representación
de la obra del poeta y dramaturgo español del siglo XIX
José Zorrilla: “Don Juan Tenorio”.
¿Quién no recuerda alguna de los
versos de esta obra inmortal?: “¿No
es verdad ángel de amor, que en esta apartada orilla, más
clara la luna brilla y se respira mejor?...” o “¡Clamé
al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de
mis males en la tierra, responda el cielo, no yo!...”
Hoy les proponemos echar un vistazo a la forma
de celebrar el “Día de todos los Santos” o
“Día de los Santos Difuntos” en lugares muy
distantes de nuestro país.
Comenzaremos hablando de una tradición
muy extendida y arraigada en México. Nos referimos a la
festividad del “Día de Muertos”.
Dia de muertos
En México más que una festividad Cristiana es una
celebración donde se mezclan tanto la cultura prehispánica
como la religión católica, donde el pueblo Mexicano
logró mantener sus antiguas tradiciones vivas.
Dentro de éstas tradiciones se mezclan sentimientos contrastantes,
como lo son el dolor de perder a un ser querido, unidos al colorido
de la fiesta y la diversión.
La festividad del día de los muertos de divide en dos partes,
la primera el día de todos los santos celebrada el 1 de
Noviembre y la del día de los muertos del día 2
de Noviembre:
1 de noviembre: Día de Todos los Santos
Este día se celebra la fiesta de todos los santos que tuvieron
una vida ejemplar así también de los niños
difuntos.
Esta fiesta es pequeña en comparación con la del
Día de Muertos, dentro de las tradiciones se acostumbra
realizar altares a los Santos dentro de las Iglesias, y muchas
familias acostumbran realizar altares a sus niños muertos
ya sea dentro de sus casas o sobre las lápidas en los cementerios.
Los altares son adornados con papel de muchos colores, flores
de cempasúchil, si el altar es para un niño se le
ponen juguetes como carritos, muñecas, dulces etc.
2 de noviembre: Día de los Muertos
Este día se celebra la máxima festividad de los
muertos en México. La celebración está llena
de muchas costumbres. A las personas les gusta ir y llevar flores
a las tumbas de sus muertos pero para otras representa todo un
rito que comienzan desde la madrugada cuando muchas familias hacen
altares de muertos sobre las lápidas de sus familiares
muertos, estos altares tienen un gran significado ya que con ellos
se cree que se ayuda a sus muertos a llevar un buen camino durante
la muerte.
Las familias pasan largas horas trabajando en el altar, muchos
de estos altares son considerados verdaderas obras de artes, ya
que reflejan el trabajo, dedicación y creatividad de la
gente para ofrecer un buen altar. Existen muchas formas de realizar
altares de muertos, la más sencilla la suele hacer mucha
gente dentro de sus casas ya que sobre una mesa cubierta con un
mantel se pone una fotografía de la persona fallecida,
y se adorna con flores y algunos recuerdos.
Otros altares son realizados según
la tradición, donde se establece que el altar debe de constar
de 7 niveles o escalones que representan los 7 niveles que tiene
que pasar el alma de un muerto para poder descansar. Estos altares
se realizan generalmente en lugares donde exista un espacio grande
donde pueda caber todo el altar, el cual debe ser barrido el cuarto
con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día
antes del día de muertos. Primero se construye o fabrica
el esqueleto del altar ya sea con cajas de cartón, madera
o lo que se encuentre a fin de que queden bien cimentados los
7 niveles, de los cuales el séptimo debe de estar casi
a la altura del suelo y sobre él se pone el segundo nivel
que es un poco más chico que el primero y así sucesivamente
hasta llegar al primer nivel, cada escalón es forrado con
tela negra y blanca. Cada escalón tiene un significado
y debe contener ciertos objetos en específico:
• Primer escalón se pone la foto
del santo o virgen de la devoción.
• Segundo escalón es para las ánimas del
purgatorio.
• Tercero se pone la sal para los niños del purgatorio.
• Cuarto se pone pan llamado "pan de muerto",
este pan es adornado con azúcar roja que simula la sangre,
se recomienda que el pan sea echo por los parientes del difunto,
ya que es una consagración.
• Quinto se pone la comida y la fruta que fueron los preferidos
por el difunto.
• Sexto se pone la foto del difunto a quien se dedica
el altar.
• Ultimo se pone la cruz de un rosario hecho de tejocote
y limas.
Las ofrendas que se ponen dentro del altar son
las siguientes:
• Se prenden cuatro velas principales
formando una cruz orientada a los cuatro puntos cardinales,
al lado del altar, se pone una olla de barro sobre un anafre
con hierbas aromáticas: albahaca, laurel, romero, manzanilla
y otras más.
Los elementos que debe tener un altar son:
• Cadenas de papel morado y amarillo
que significan la unión entre la vida y la muerte.
• Papel picado que da colorido y alegría de vivir.
• Las flores son la bienvenida para el alma, la flor blanca
representa el cielo; flor amarilla, la tierra y la morada el
luto.
• Velas que con sus llamas representan la ascensión
del espíritu. También significan luz, guía
del camino.
• Lienzo blanco y nuevo que representa la pureza, el cielo.
• El cirio representa el alma sola.
• Incienso de copal cuyo humo simboliza el paso de la
vida a la muerte.
• El maíz representa la cosecha.
• Las frutas son la ofrenda que nos brinda la naturaleza.
Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes
y jícamas.
• Las calaveras de azúcar que son una costumbre
indígenas.
• El agua que da vida y energía para el camino.
• Los platillos con las que se trata de agradar el difunto
compartiendo los alimentos que le gustaban.
• Fotografía de la persona a quien se dedica el
tributo.
• Un Cristo para que haya bendiciones.
• Una cruz de cal que simboliza los 4 puntos cardinales.
• Sal para que el cuerpo no se corrompa.
• Un camino desde la puerta de la entrada hasta el altar
formado con flor de cempasúchil.
• Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos
espíritus.
• Objetos personales del difunto.
Las personas velan durante la noche en la tumba
esperando que el espíritu de su muerto baje y disfrute
de su ofrenda.
Esta celebración es distinta en otros lugares, por ejemplo
en Oaxaca se realizan alfombras enormes hechas de flores a lo
largo de las calles principales que representan un verdadero trabajo
artesanal de la gente, en otros lugares grupos étnicos
realizan ritos como sus antepasados, para venerar a los muertos.
Cuando los vivos festejan a los muertos
Por Sylvia Carlock
La tradición mexicana del Día de Muertos tiene significados
pagano-religiosos y mezcla símbolos del catolicismo con
algunos vigentes durante la época prehispánica.
La pregunta que todas las culturas se han hecho a través
de la historia de la humanidad es ¿qué pasa después
de la muerte? Los mexicanos no son la excepción y junto
a ese fenómeno natural, han creado toda una tradición
pagano-religiosa que se remonta a miles de años de antigüedad.
El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de
la cosmogonía de los antiguos mexicanos. Creían
que la muerte era una forma de continuidad de la vida.
Esto destaca en los símbolos arquitectónicos, en
las esculturas, en la cerámica y en prácticamente
todas las manifestaciones artísticas, incluyendo la poesía,
donde se evidencia la angustia que provoca el viaje al Mictlán,
lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino el
paraíso del Tlalocan.
Entre los náhuatls se concebía que el destino del
hombre era perecer. Esta idea se empieza a ver en los escritos
del rey Netzahualcóyotl, quien vivió entre 1391
y 1472:
Somos mortales
todos habremos de irnos,
todos habremos de morir en la tierra...
Como una pintura,
todos nos iremos borrando. / Como una flor,
nos iremos secando / aquí sobre la tierra...
Meditadlo, señores
águilas y tigres,
aunque fuerais de jade,
aunque fuerais de oro,
también allá iréis
al lugar de los descansos.
Los sacrificios humanos se consideran como el
tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus dioses, y ellos
a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad.
El sacrificio de muerte no es un propósito personal; la
muerte se justifica en el bien colectivo, la continuidad de la
creación; importa la salud del mundo y no entraña
la salvación individual. Los muertos desaparecen para volver
al mundo de las sombras, para fundirse al aire, al fuego y a la
tierra; regresa a la esencia que anima el universo.
Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas
para ayudar al espíritu en su camino. Llos antiguos mexicanos
enterraban a sus muertos envueltos en un petate, les ponían
comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el Chignahuapan
(sobre los nueve ríos"), era muy difícil transitar.
La celebración hoy día
En la actualidad, a pesar de la influencia de Estados Unidos y
su Día de Brujas, en México este festejo conserva
buena parte de sus orígenes prehispánicos y eso
es posible observarlo en las celebraciones que se hacen el 1 y
2 de noviembre en poblados como Tláhuac, Xochimilco o Mixquics,
cercanos a la ciudad de México, o como en Michoacáan,
donde las festividades en Janitzio, en el lago de Patzcuaro han
alcanzado tal renombre que visitantes de todo el mundo llegan
para participar en dicha celebración. Igualmente importantes
son las ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.
Entre los elementos típicos se encuentra los altares dedicados
a los muertos. En ellos se encienden velas de cera, queman incienso
en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes cristianas:
un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres
fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos,
estos son productos que generalmente ahí se consumen, platillos
propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con
agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar
roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y dulces
hechos con calabaza.
El mexicano y la muerte
En el México contemporáneo tenemos
un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es
la muerte y el dolor que nos produce. La muerte es como un espejo
que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento.
Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte
carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, "dime como mueres
y te diré como eres", podría rezar el dicho
popular.
La creencia de que la muerte es el fin inevitable de un proceso
natural puede observarse en todas partes y todos los días:
las flores nacen y después mueren. Los animales nacen y
después mueren. Nosotros nacemos, crecemos, nos reproducimos
en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos.
El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte
se unen al culto que le profesamos. La muerte entonces se vuelve
jocosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda",
"dentona", la "flaca", la "parca".
Al hecho de morir le damos definiciones como "petatearse",
"estirar la pata", "pelarse" morirse. Estas
expresiones permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y
versos.
En nuestros juegos está presente con las calaveritas de
azúcar o recortes de papel, esqueletos coloridos, piñatas
de esqueletos, títeres de esqueletos y cuando hacemos dibujos
en caricaturas o historietas.
El altar para el difunto
Antiguamente se ponía en la sala de la casa, a la vista
de los visitantes y amigos. Hoy en día se les puede encontrar
en zonas más íntimas de la casa.
La fotografía del difunto ocupa el lugar principal del
altar y alrededor de la imagen se colocan objetos que la persona
disfrutaba en vida como: los platillos o alimentos que más
le gustaban, sus cosas predilectas como un libro, cigarros, hasta
la botella de licor que prefería. "...pues el difunto
podría volver ese día a la casa y hay que atenderlo
bien". También se colocan algunas imágenes
religiosas, como una virgen, un cristo y algunos santos.
Algunos objetos decorativos como: las flores de "Tzempaxuchitl",
calaveritas de azúcar y el Pan de Muerto; son parte de
la tradición antigua.
También el copal y el incienso de olor penetrante que invaden
el aire le dan un olor más místico, más pagano
o misterioso haciéndonos creer que realmente los muertos
pueden venir. Ya en la noche, las velas, los cirios o las veladoras
son encendidas en espera del ser querido que vendrá a visitarnos.
Halloween o Vispera de Todos los Santos:
¿Cuál de las dos Celebran sus hijos?
Por R.P Jordi Rivero
¿Qué es Halloween?
No es nuestra intención acusar de paganismo a los que celebren
una fiesta de disfraces. Pero si debemos advertirles de introducir
elementos dañinos. No hay duda que la noche de Halloween
se incrementa la actividad de grupos satánicos existentes
en todas partes y que la influencia de ciertos símbolos
y prácticas diabólicas tiene cierta extraña
fuerza seductiva. Cuando los disfraces y los juegos acentúan
lo demoníaco o el terror o lo oculto, se entra en la zona
de peligro. Un ejemplo de lo que se debe evitar completamente
es cualquier juego que pretenda comunicarse con espíritus
u obtener conocimientos ocultos a la razón (ouija, etc.).
Las fiestas que celebramos reflejan quienes somos e influyen en
nuestros valores. Es alarmante que muchos cristianos han olvidado
el testimonio de los santos y prefieren festejar con brujas y
fantasmas.
"Halloween" significa (All hallow's eve), del inglés
antiguo, all hallows eve, o Víspera Santa, pues se refiere
a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos
los Santos. La fantasía anglosajona, sin embargo, le ha
robado su sentido religioso para celebrar en su lugar la noche
del terror, de las brujas y los fantasmas. Halloween marca un
triste regreso al antiguo paganismo, tendencia que se ha propagado
también entre los pueblos hispanos.
Raíces paganas de Halloween
Ya desde el siglo VI antes de Cristo los celtas del norte de Europa
celebraban el fin del año con la fiesta de Samhein (o La
Samon), fiesta del sol que comenzaba la noche del 31 de octubre.
Marcaba el fin del verano y de las cosechas. El colorido de los
campos y el calor del sol desaparecían ante la llegada
de los días de frío y oscuridad. Creían que
aquella noche, el dios de la muerte permitía a los muertos
volver a la tierra fomentando un ambiente de muerte y terror.
La separación entre los vivos y los muertos se disolvía
aquella noche y haciendo posible la comunicación entre
unos y otros. Según la religión celta, las almas
de algunos difuntos estaban atrapadas dentro de animales feroces
y podían ser liberadas ofreciéndole a los dioses
sacrificios de toda índole, incluso sacrificios humanos.
Sin duda Samhein no es otro sino el mismo demonio que en todas
las épocas busca implantar la cultura de la muerte.
Aquellos desafortunados también creían que esa noche
los espíritus malignos, fantasmas y otros monstruos salían
libremente para aterrorizar a los hombres. Para aplacarlos y protegerse
se hacían grandes hogueras. Estas hogueras tuvieron su
origen en rituales sagrados de la fiesta del sol. Otras formas
de evitar el acoso de estos macabros personajes era preparándole
alimentos, montando macabras escenografías y disfrazándose
para tratar de asemejarse a ellos y así pasar desapercibidos
sus miradas amenazantes.
¿Cómo sabía aquella gente la apariencia de
brujas, fantasmas y monstruos? Al no conocer al verdadero Dios
vivían aterrorizados ante las fuerzas de la naturaleza
y las realidades del sufrimiento y la muerte. De alguna forma
buscaban desahogar aquella situación dándole expresión
en toda clase de fantasías. Todo lo feo, lo monstruoso
y lo amenazante que se puede imaginar en figuras de animales y
seres humanos constituye la base para darle riendas libres a la
imaginación del terror.
Mezcla con el cristianismo
Cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron
a las costumbres paganas. Es decir, la conversión no fue
completa. La coincidencia cronológica de la fiesta pagana
con la fiesta cristiana de Todos los Santos y la de los difuntos,
que es el día siguiente, hizo que algunos las mezclaran.
En vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por
los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones
sobre la muerte y los difuntos.
Algunos inmigrantes Irlandeses introdujeron Halloween en los Estados
Unidos donde llegó a ser parte del folklore popular. Se
le añadieron diversos elementos paganos tomados de los
diferentes grupos de inmigrantes hasta llegar a incluir la creencia
en brujas, fantasmas, duendes, drácula y monstruos de toda
especie. Desde USA, Halloween se ha propagado por todo el mundo.
Algunas costumbres de Halloween
"Trick or Treat"
Los niños (y no tan niños) se disfrazan (es una
verdadera competencia para hacer el disfraz más horrible
y temerario) y van de casa en casa exigiendo «trick or treat»
(truco o regalo). La idea es que si no se les da alguna golosina
le harán alguna maldad al residente del lugar que visitan.
Para algunos esto ha sido un gracioso juego de niños. Últimamente
esta práctica se ha convertido en algo peligroso tanto
para los residentes (que pueden ser visitados por una ganga violenta),
como para los que visitan (Hay residentes que reaccionan con violencia
y han habido casos de golosinas envenenadas).
La Calabaza
Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack
había sido muy malo y no podía entrar en el cielo.
Tampoco podía ir al infierno porque le había jugado
demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que permanecer en la
tierra vagando por los caminos, con una linterna a cuesta. Esta
linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole
dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía
como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o,
abreviado, Jack-o-'Lantern. Para ahuyentar a Jack-o-'Lantern la
gente supersticiosa ponía una linterna similar en la ventana
o frente a la casa. Cuando la tradición se popularizó
en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó
a ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas
de Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de
la calabaza por agujeros en forma del rostro de una calavera o
bruja.
Fiestas de Disfraces
Una fiesta de disfraces no es intrínsecamente algo malo.
Pero si hay que tener cuidado cuando estas se abren a una cultura
desenfrenada como la nuestra. Detrás de un disfraz se pueden
hacer muchas cosas vergonzosas con impunidad. Con frecuencia se
hace pretexto para esconderse y aprovecharse de la situación.
Como hemos visto, los disfraces de Halloween tienen origen en
el paganismo y por lo general aluden a miedo y a la muerte. Hoy
día con frecuencia los disfraces se burlan de las cosas
sagradas. Vemos, por ejemplo, disfraces de monjas embarazadas,
sacerdotisas, pervertidos sexuales, etc. Nada de eso es gracioso
y solo puede ofender a Dios.
Con el reciente incremento de Satanismo y lo oculto la noche de
halloween se ha convertido en la ocasión para celebrar
en grande toda clase ritos tenebrosos desde brujerías hasta
misas negras y asesinatos. Es lamentable que, con el pretexto
de la curiosidad o de ser solo por pasar el tiempo, no son pocos
los cristianos que juegan con las artes del maligno. Jesucristo
es la victoria sobre el mal.
La cultura moderna, jactándose de ser pragmática
y científica, ha rechazado a Dios por considerarlo un mito
ya superado. Al mismo tiempo, para llenar el vacío del
alma, el hombre de hoy retrocede cada vez mas al absurdo de la
superstición y del paganismo. Ha cambiado a Dios por el
mismo demonio. No es de extrañar entonces que vivamos en
una cultura de la muerte en la que millones de niños son
abortados cada año y muchos mas mueren de hambre y abandono.
Es mas fácil dejarse llevar por la corriente de la cultura
y regresar al miedo, a la muerte y a un "mas allá"
sin Dios porque, sin la fe, el hombre se arrastra hacia la necesidad
de protegerse de fuerzas que no puede dominar. Busca de alguna
manera con sus ritos exorcizar las fuerzas superiores.
Como católicos, profesamos que solo Jesucristo nos libera
de la muerte. Solo El es la luz que brilla en la oscuridad de
los largos inviernos espirituales del hombre. Solo El nos protege
de la monstruosidad de Satanás y los demonios. Solo El
le da sentido al sufrimiento con su Cruz. Solo El es vencedor
sobre el horror y la muerte. Solo Dios basta para quién
ha recibido la gracia y vive como discípulo de Cristo.
Ante Cristo la cultura de la muerte cede el paso al amor y la
vida.
Alternativas a Halloween
Los cristianos debemos no solo desenmascarar el mal sino ser además
luz en las tinieblas. Debemos abogar por el retorno a la verdadera
celebración de la Fiesta de Todos los Santos. Se pueden
hacer muchas celebraciones en torno al los santos.
Los niños se pueden disfrazar de un santo favorito y aprenderse
su vida, especialmente sus virtudes, con el fin de imitarlas.
Los mayores pueden leer sobre los santos, tener una fiesta en
honor a un santo favorito de la comunidad o de la familia.
Antiguamente, en algunas comunidades de España se solía
ir de puerta en puerta cantando, tocando instrumentos musicales
y pidiendo dinero para las ánimas del Purgatorio.
Aquellos que hagan el esfuerzo por vivir su fe lograrán
encontrar en la Fiesta de Todos los Santos una invitación
a ser también ellos santos. Las vidas maravillosas de los
santos les ayudarán a vivir más perfectamente el
Evangelio. Encontrarán además grandes amigos que
intercederán desde el cielo por su salvación.
Padul Cofrade 2004 |
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