Pregón
de la Semana Santa Paduleña 2.003
En
un acto que ya viene siendo una tradición el pasado día
5 de abril se pronunció el pregón anunciador de
nuestra Semana Santa, siendo este año el encargado de ello
Jaime Jiménez Villena.
Tal
y como estaba programado inició el acto la Banda de Música
“Los Viejos”, que interpretaron las marchas “Virgen
de los estudiantes”, Semana Santa en Sevilla y “Nuestro
Padre Jesús”.
A
reglón seguido intervino la Escolanía “Santa
María la Mayor”. Sus jovencísimos cantores,
bajo la dirección de Antonio Villena Muñoz, interpretaron
las obras “Inicuo juez de Judea”, pieza que se interpretaba
durante el Vía Crucis Paduleño de la Procesión
del Silencio, “Alegres Doncellas” de Joaquín
Diego Martín (autor del himno de San Sebastián),
“Motete a la Virgen” de José Molina (fundador
de la banda de la asociación), cerrando su actuación
con el “Himno a la Virgen del Perpetuo Socorro” de
Cecilio Martínez López.
Manolita
Cordobilla Márquez, reconocida saetera paduleña,
dedicó una saeta al Crucificado.
Fernando
Muñoz Pérez, pregonero que fue de la pasada Semana
Santa, hizo de cicerone y presentó al que este año
anunciaría nuestra Semana Mayor, Jaime Jiménez Villena.
Con una breve alocución en las que dio a conocer la trayectoria
profesional y cofrade del orador dio paso a este.
Jaime
inició su discurso con unos versos dedicados a la Virgen
y tras los saludos de rigor a las autoridades y público
presentes en el acto, inició un recorrido por los recuerdos
que tenía de la Semana Santa Paduleña, de la niñez
vivida en El Padul; de aquellos olores, y sabores que le marcaron
para siempre; de las prisas de hombre y mujeres por no llegar
tarde a los oficios; de su madre que, como cualquier otra madre,
le acicalaba para que fuese presentable a la iglesia.
Hizo
un inciso en su exposición para hacer llegar a las autoridades
eclesiásticas y civiles su sentimiento sobre las hermandades.
Dijo que estas son el movimiento más grande dentro del
seno de la propia institución eclesiástica y que
no se le estaba dando por parte de la jerarquía la importancia
que este movimiento tiene, tachando de indiferente cuando no de
agresivo el trato recibido por las hermandades por parte de la
iglesia. No se olvidó de las fuerzas políticas a
las que recordó que el voto de los cristianos no es prisionero
de ninguna ideología ni partido y por tanto las hermandades
constituyen un colectivo digno de ser escuchado y apoyado en sus
reivindicaciones.
Poco
a poco fue haciendo pasar ante nuestros ojos o nuestros oídos
las imágenes de nuestra Magna Procesión. Primero
describe el Domingo de Ramos, como por él era recordado,
con sus prisas, con sus peleas entre niños por hacerse
con la palma más grande, con los balcones engalanados con
rizadas palmas prendidas con lazos rojos. Seguidamente inicia
el relato de cómo los pasos, uno a uno pasaban por delante
de el las imágenes que se le quedaron grabadas en su memoria
de forma indeleble y el orador se encargó, con voz segura,
de hacernos vivir a los asistentes esos mementos de emoción.
Solo
cabe decir que el pregón de este año, son menospreciar
los de años precedentes ha sido magnífico.
Manolita
Corcovilla Márquez interpretó seguidamente “Mi
saeta es oración”, dedicada a la Virgen de los Dolores.
El
Presidente de la Asociación de Cofradías de El Padul
hizo entrega de una lámina enmarcada a algunos de los pregoneros
de pasados años y una placa, recogida por su hija Enriqueta,
en homenaje al que fue presidente de la asociación el año
2001 Francisco Caliente Cabello, fallecido el pasado mes de enero.
Cerró
el acto la Asociación Musico Cultural San Sebastián
que interpretó “Soledad franciscana” de Abel
Moreno, “Rosario de Monte Sión” de Juan Velásquez
y “Mater Mea” de Ricardo Dorado.
F.
Molina |