Un año más,
cumpliendo con las tradicionales fiestas de la luz, cientos de
paduleños acompañaron a la imagen de la Candelaria
y San José por las calles de la Villa.
Padres y madres orgullosos presentaban
ante el pueblo los hijos nacidos durante el pasado año.
No sabría decir a ciencia cierta
la cantidad exacta, pero visto el auténtico río
humano que abarrotaba las calles por la que pasó la procesión,
bien podían ser más de un centenar.
Aunque la mañana del pasado día
cuatro de febrero se presentó fría y algunas nubes
amenazaban con descargar parte de su carga, no se ha querido faltar
a la cita y, como San José y la Virgen María presentaron
en el templo a Jesús, así quieren los padres presentar
ante la comunidad a su recién venida prole.
Velas o candelas, como luz que ilumina
la oscuridad de los corazones y aleja el temor a lo desconocido
fueron portadas por todos en una procesión que, pese al
cambio de itinerario forzado por unas obras, ha resultado lucida
y multitudinaria.
La música, como viene siendo
habitual la puso la Banda de la Asociación Músico
Cultural San Sebastián de Padul.