Salida
de San Rafael Arcángel
El
dia de ayer, con un cielo que amenazaba lluvia, hizo su salida
procesional la Imagen de San Rafael Arcángel, desde la
Basílica de San Juan de Dios, de la capital granadina.
Unas
gotas de lluvia, caidas minutos antes de las seis y media de la
tarde, hora prevista para la salida, hicieron presagiar lo peor,
pero estas cesaron y al final la Junta de Gobierno decidió
que se podia hacer la salida, al menos en un principio hasta la
puerta del Hospital de San Rafael, como ya ocurrió con
la salida de este año de San Juan de Dios, que después
de este breve recorrido debió suspenderse por la lluvia.
Sobre
los hombros de la Cuadrilla de Costaleros de San Juan de Dios
que, como ya es costumbre, iban de rodillas, salió la imagen
de San Rafael a la calle, donde fué recibida al son de
la Marcha Real entre los aplausos de los asistentes y el tañir
de las campanas de la Basílica.
Giro
a la izquierda al compás de Bulerías de San Román
hasta llegar a las puertas del Hospital de San Rafael, para que
los enfermos del mismo pudiesen ver la imagen del Santo que le
da nombre a la institución.
Tras
la obligada vista al hospital se inició el recorrido que
viene siendo habitual, estando acompañados en todo momento
por las marchas interpretadas por la Banda de Cornetas y Tambores
del Despojado que, como de costumbre, ponen gratuitamente sus
notas al servio y mayor lucimiento de las procesiones de San Juan
de Dios y San Rafael.
A las ordenes del Capatáz Victor Carmona y del Contraguía
Joaquín Mora, el paso adquirió un movimiento y un
andar digno de elogio, haciendo que fuese apreciado tanto por
los asistentes a la procesión como por los propios costaleros.
De
regreso a la Basílica, justo antes de volver a entrar a
la calle San Juan de Dios, parada obligada ante la Iglesia del
Sagrado Corazón, a cuayas puertas salió el párroco
para pronunciar unas palabra y entonar un cántico en honor
a San Rafael.
Justo al concluir este acto comenzó a llover y, aunque
caía con poca intensidad, obligó a la comitiva a
acelerar el ritmo de paso y ponerse ante las puertas de la Basílica
en pocos minutos, como medida prevenmtiva ante un posible empeoramiento
de las condiciones atmosféricas.
Los
costaleros viéndose frente a la entrada y habiendo escampado
se emplearon a fondo y echaron el resto entre los aplausos de
los numerosos fieles congregados en el lugar.
Una
impecable entrada de rodillas puso punto y final a una procesión
que a pesar de la amenaza de lluvia discurrió a buen ritmo
y sin contratiempos.
Los
costalero, mientras reponían fuerzas, comiendo un bocadillo
y bebiendo un refresco, fueron felicitados por la Junta de Gobierno
de San Rafael, los cuales elogiaron la labor desarrollada por
la cuadrilla y les animaron a continuar en esa línea.
F.
Molina |