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Fiesta del Señor de las Necesidades de Baeza

Desde tiempo inmemorial, se venera esta imagen, pintada al fresco, que se encuentra en una pequeña capilla-ermita, que fue antigua portería del Convento de la Merced, situada en la calle del mismo nombre, y que es el único vestigio arquitectónico que queda del extinguido Convento. La pintura, de fecha incierta, representa a Cristo crucificado, elevado en el cielo sobre la ciudad de Baeza que yace a los pies de la Cruz, escena que es admirada devotamente por varios frailes mercedarios. La imagen fue restaurada, con escasa fortuna, en 1950 por el pintor D. Andrés Murillo Castro. Esta profunda devoción popular se remonta a los propios orígenes del Convento y se extiende hasta nuestros días. A ello han contribuido asombrosas historias; unas que atribuyen a la imagen curaciones y cumplimiento de promesas realizadas al Señor; otras que hablan de intentos de destrucción de la pintura en diversas épocas y su reaparición milagrosa. Ninguna, como suele ocurrir en estos casos, podemos aseverar, pero, sea como fuere, la veneración alcanza nuestros días con una hermosa vigencia.

A partir de 1836, fecha de la desamortización del convento, la capilla debió quedar a cargo de la Parroquia de San Pablo o al menos así debió ocurrir con las numerosas limosnas recaudadas en el cepillo del Señor, al menos hasta 1869. Así lo dice en una carta, fechada en 1906, el párroco de San Pablo que pide que se vuelvan a entregar estas limosnas a la parroquial ya que habían pasado, a manos ajenas desde ese año de 1869. Sea como fuere la propiedad actual de la capilla es del Consistorio baezano y ahora pertenece a la demarcación de la Parroquia del Salvador.

A lo largo de este último periodo desde la exclaustración, el Señor, a contado siempre con personas de buen corazón que se han encargado de conservar dignamente su capilla e incluso de mantener viva las Fiestas en torno a la Ascensión. El último de estos bienhechores fue D. Rafael Fuentes Andújar, quién, en compañía de familiares y vecinos, realizó durante años una labor digna de admiración. El Ayuntamiento y la Parroquia dispensaron también su importante apoyo al mantenimiento de la celebración, como lo siguen haciendo, y el pueblo de Baeza demuestra día tras día su devoción y cariño a la imagen milagrosa.

Tras el fallecimiento de Rafael, la Cofradía penitencial de la Expiración se ofreció a seguir con esta labor, incorporando la Devoción del Señor de la Necesidades a la suya propia. Desde entonces, 1992, la hermandad se encarga del mantenimiento de la capilla y de la organización de los actos y cultos en honor al Señor de las Necesidades. En solar anexo se está construyendo la Casa de Hermandad de la Expiración, que con todo, recupera su presencia en el barrio de la Merced, en cuyo convento se fundó en 1603, hace exactamente 4 siglos. Dentro del extenso Programa de Actos desarrollado para la celebración de este IV Centenario Fundacional, la cofradía realiza un gran esfuerzo para elevar el nivel y la participación en los cultos que tienen lugar cada año, entre los que destacan los del Señor de las Necesidades.

Damián Cruz
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Seņor de las Necesidades de Baeza

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