San Isidro en Padul, una rara romería

Hace algún tiempo se produjo un lamentable suceso que enfrentó a la iglesia con los agricultores de Padul (Granada).

El párroco que había entonces negó el permiso a los agricultores para que estos llevasen la imagen de San Isidro al campo en romería , el día que se celebraba la festividad de su patrón.

Las razones aducidas, entre otras, hacían referencia al presunto mal trato que se podía infligir a la imagen en tales desplazamiento, por lo que solo autorizó la salida en procesión por la calles de la localidad.

Los Agricultores hicieron un primer intento por mantener una tradición que se venía repitiendo desde tiempos inmemoriales, o como dicen los castizos: “desde tiempos de Mari Castaña”. Mandaron hacer una imagen del santo labrador a un artesano local, el cual la realizó en barro, pero la tensión continuó.

Hace dos años, un comerciante paduleño, Jerónimo Pérez Molina, dedicado, entre otras actividades, a la venta de productos de artesanía de importación, encargó la realización de una imagen de San Isidro, basada en varias representaciones que del mismo existen en distintos lugares de España. La imagen se realizó en Indonesia, en una sola pieza de madera.

Jerónimo Pérez Molina, activo componente de un grupo de caballistas de la población, pidió al Sacerdote que hoy está al frente de la parroquia de Padul que se bendijese la imagen para que esta fuera la que se llevara en romería, preservando la original de posibles daños. Incluso se había pensado organizar una misa rociera en el amplio espacio que ofrece la Carpa Multiusos Municipal, para que todo el que quisiera fuese testigo del acto y participara de la ceremonia. Una rotunda negativa fue la respuesta, según nos dijo el desolado Jerónimo.

¿Que es lo que ha quedado de la antigua romería de San Isidro desde que ocurrieron los hechos relatados al principio? La verdad es que de aquellos polvos hoy tenemos estos lodos. Lo que era una romería, avalada por la tradición, hoy se ha convertido, por las circunstancias, en un día de campo en que se comparten con los amigos y la familia un arroz, unas buenas chuletas o unos trozos de panceta hechos en la barbacoa.

Comentaba con un amigo, viendo el inmejorable escenario en el que desde hace años discurre este día, los terrenos e instalaciones del campamento militar “Alférez Rubio Moscoso”, que si alguna asociación fuese creada con el ánimo de recuperar la tradición romera ligada a la festividad de San Isidro, se podría volver a intentar restablecer las relaciones, tan lamentablemente rotas entre dos estamentos de la sociedad que están "condenados" a entenderse, ya sea por la necesidad o por la trayectoria histórica de ambos.

Con el poco gasto que supondría rehabilitar el altar que existe en la explanada del campamento y la limpieza de esta, se tendría un espacio adecuado para celebrar los actos propios de la festividad de San Isidro con la asistencia de todos aquellos que, ahora si, serían auténticos romeros.