Albuñuelas
en la historia
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Si nos remontamos un poco
en el tiempo, al final del medievo, final del siglo XIV
y principios del XV, asistimos al germen del Estado Moderno
bajo el reinado de los reyes castellanos Alfonso X y Alfonso
XI renovado por la dinastía Trastámara.
Así podemos ver como por medio de conquistas militares
o alianzas matrimoniales, el caso de los Reyes Católicos,
se van uniendo los reinos peninsulares pero no sólo
asistimos a cambios territoriales sino también
a nivel político. Uno de ellos es la discriminación,
pues los cristianos nuevos, los conversos, considerados
inaceptables para acceder a un puesto oficial, para los
cristianos viejos ellos esgrimen la "carta de limpieza
de sangre" que demuestre su "pureza" y
será corroborado por la Chancillería; a
nivel social, nos encontramos con una minoría étnica
que no es "aceptada" por el resto de estamentos,
a la cual se le han prohibido sus usos y costumbres, negándole
sus señas de identidad; a nivel económico
este pequeño grupo étnico son el grupo dominante
y en el que reside gran parte de los oficios trascendentales
para el auge económico de este periodo, pues la
seda es muy preciada y estaba en manos morisca su producción,
al igual que los brocados y trabajo fino del metal, tanto
en rejería como en joyería; pero también
oficios como el de médico descansan sobre todo
en manos judías, al igual que la banca.
Sin embargo este factor de peso no impidió
que en sucesivas oleadas fueron despedidos sin contemplaciones;
a nivel ideológico, eran un grupúsculo indeseable
en tan cristiana sociedad, que alcanza su punto culminante
con Felipe II y el Cardenal Cisneros quienes promoverán
una política totalmente aleccionadora.
Un capitulo de nuestro pasado, es descrito
por Gines Pérez de Hita, quien en su obra deja
entrever cual era el clima que se fraguaba en la rebelión.
Una estrofa de un romance que dedica a
tan fructífero periodo histórico dice así:
..Los moros que ven tal campo
y tanta caballería,
al lugar se retiraron
por encontrar mejoría.
.los de a caballo le siguen,
y todos van a porfía
matando moros y moras
que se iban a la marina.
todo el lugar se saquea,
no dejan persona con vida,
y tanta es la crueldad
de las cristianas cuadrillas,
que más de ocho mil fenecen
de la canalla morisca.
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Vemos pues como el día 2 de abril de
1568 se inicia la rebelión contra las injustas
condiciones de vida que los conciudadanos cristianos
daban a los nuevos conversos, nombre dado a los
musulmanes que se habían convertido al cristianismo. |
Este movimiento nació del mal clima
que se dio tras la reconquista cristina, que culmina con
la toma de Granada el día 2 de enero del año
1492. A partir de este fecha, se sientan las bases que
promoverán una cohesión social, económica
y religiosa que afectaría a los musulmanes, por
las ideas Estatales. Los Reyes Católicos dictan
leyes cívicas que deben respetar. Así se
da el Decreto de Expulsión o Bautismo forzoso y
será el Cardenal Cisneros quien más instigue
con la inquisición a los nuevos conversos.
Es pues un clima de coartación
de su modo de vida que lleva a generar malestar entre
la población conversa y tras la reunión
secreta mantenida el 27 de septiembre de 1568, se
fijan en Don Fernando de Válor como rey que
les encabece el movimiento de emancipación.
Durante la reunión, según nos relata
Diego hurtado de Mendoza sobre Aben Xauhuar, como
era conocido en lengua musulmana de Fernando de Valor,
dice lo siguiente: |
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"Poniéndoles delante la opresión
en que estaban, sujetos a hombres públicos y particulares,
no menos esclavos, que si lo fuesen mujeres, hijos, haciendas
y sus propias personas en poder y arbitrio de enemigos,
sin esperanza en muchos siglos de verse fuera de tal servidumbre:
sufriendo tanto tiranos como vecinos, nuevas imposiciones,
nuevos tributos y privados de refugio, excluidos de la
vida y conservación de personas”.
Es pues una realidad, que la comprensión
a la que estaban sometidos era acuciante y les hacía
degenerar en "…tratados y tenidos como moros
entre los cristianos para no ser menospreciados y como
cristianos entre los moros para no ser creídos
ni guardados".
Éste fragmento encierra en sí
mismo la voz de la desesperación que sufren en
sus carnes, de ahí que la rebelión sea la
válvula de escape lógica que encuentran
para cambiar su denigrada situación. Albuñuelas
al igual que todas las poblaciones que contaban con residentes
moriscos, hizo lo propio para nutrirlos de toda la vitualla,
estas "técnicas de guerrilla" que acometen
contra los cristianos recuerda bastante a las practicadas
por los bandoleros siglos después, son pues el
minar la resistencia de los ejércitos que asolaban
el lugar por el que pasaban y que les era resistente.
Los hechos se sucedieron de forma inesperada
pues lo que en principio iba a ser un golpe rápido,
hizo que no se diese la coordinación pertinente
y los cristianos pudieron reaccionar a tiempo impidiendo
la toma de la Alambra, el polvorín de la época,
pues allí se guardaban todas las armas y por eso
era fundamental tenerlo bajo control. Sin embargo no se
consiguió emprendiéndose la huída
a la Sierra Alpujarreña desde dónde se resistió
hasta que don Juan de Austria, hermano de Felipe II, los
derrotó definitivamente arrasando las zonas de
resistencia y exportando a los sobrevivientes.
Bibliografía:
Diego Hurtado de Mendoza "Las Guerras
de Granada", Madrid 1988.
Ginés Pérez de Hita "la Guerra de Granada",
Madrid 1999.