|
Leyenda
de San Jorge (4)
San Jorge nació según cuenta la
tradición en el año 270 en Capadocia, siendo hijo
de padres nobles y ricos. Mártir cristiano cuyo vacío
biográfico ha sido llenado con diversas historias y leyendas,
que lo presentan como un militar que después de confesar
su fe cristiana, sufrió las mayores torturas y propició
sonadas conversiones.
A fines del primer milenio, se forjó la leyenda de su lucha
contra un terrible dragón para liberar una bella princesa
o doncella. Su culto se extendió rápidamente por
el mundo cristiano y su fiesta litúrgica se ha celebrado
siempre el 23 de abril, tanto en los calendarios orientales, como
en el romano y en el hispano-mozárabe.
En Aragón la devoción a San Jorge, presentado como
ideal del caballero cristiano, adquirió especial relevancia
a partir del siglo XII, gracias a las órdenes militares,
a los relatos de los cruzados y sobre todo, a la casa real aragonesa.
Su figura se relacionó con la batalla de Alcoraz (Huesca)
de 1096, en el curso de la cual habría ayudado al ejército
del rey Pedro I. Batalla rodeada de leyenda que relata como las
tropas moras, situadas en Huesca buscaron el socorro del rey de
Zaragoza Almozaben, que acudió al sitio con innumerables
tropas. Al campamento cristiano acudió toda la nobleza
montañesa con sus huestes, pero era inmensamente mayor
el ejército musulmán. Apareció entonces San
Jorge luciendo cruz roja en pecho y escudo, y trayendo un caballero
con él con las mismas cruces. Comenzada la batalla, todos
quedaron admirados por su valor, siendo la victoria para los cristianos.
En vano buscaron al caballero anónimo, San Jorge, para
darle las gracias, pues había desaparecido como había
llegado. Encontraron a su acompañante que contó
que estando en Antioquia en la guerra de las cruzadas de Oriente,
mataron a su caballo y al encontrarse en el suelo, lanzó
el grito de guerra "¡San Jorge, a ellos!. Y cuenta
la leyenda que inmediatamente vio a su lado a un joven caballero,
que lo montó a la grupa de su caballo y volando por los
aires lo transportó desde Tierra Santa a Aragón,
a los llanos de Alcoraz en auxilio de los cristianos de Huesca,
contribuyendo a su victoria sobre los moros.
El jinete era San Jorge, y en el lugar de la batalla levantaron
una ermita en su honor. Su cruz roja en campo blanco fue la señal
de Aragón y puede afirmarse que San Jorge ha sido formalmente
patrono de Aragón desde la Edad Media.
Fuente:
www.caiaragon.com/es/arbol/index.asp?idNodo=129&idNodoP=38 |
|