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Leyenda
de San Roque (2)
Mucho antes de que Ramón Ramírez
le cortara el rabo al perro de San Roque, el animal ya era popular
por ser el perro que siempre acompañaba al Santo.
San Roque uno de los más eminentes practicantes de la caridad
cristiana, nació en el seno de una familia rica en la ciudad
francesa de Montpellier en 1295. Y siendo muy joven dejó
todos los bienes y marchó en peregrinación hacia
Italia.
En éste País había una epidemia de peste,
y el Santo se dedicó a cuidar a los apestados, hasta que
él mismo se enfermó.
Entonces se retiró a un bosque, solo y abandonado, y estaba
a punto de morir de hambre cuando apareció un perro que,
le llevaba cada día una flauta de pan y le lamía
las heridas.
San Roque recuperó la salud gracias a los cuidados del
perro, y continuó después su admirable obra hasta
que regresó a la ciudad de Montpellier en la que falleció
en 1327.
Por haber dedicado su vida a cuidar a los apestados y porque un
perro le salvó la vida, San Roque fue proclamado Patrón
contra la peste, y artistas como Rubens, Tintoretto, Ribera y
otros lo representaron con un perro.
El culto a San Roque, que siempre aparece acompañado de
un perro, a veces con un pedazo de pan en el hocico, fue muy popular
en toda Europa y España. En Barcelona se lo menciona por
primera vez en 1476, con motivo de una epidemia de peste. Y a
pesar de que en la Ciudad Condal había tres Santos a los
que se invocaba contra las epidemias, San Cristóbal, el
Angel Custodio, y San Sebastián, San Roque llegó
a superarlos en popularidad gracias a que realizó algunas
curaciones milagrosas.
Fuente:
www.conciencianimal.org/es/Cultura/San%20Roque.htm |
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