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Leyenda
de San Valentín (2)
La historia del día
de San Valentín comienza en el siglo tercero con un tirano
emperador romano y un humilde mártir cristiano. El emperador
era Claudio III. El cristiano era Valentino. Claudio había
ordenado a todos los cristianos adorar a doce dioses, y había
declarado que asociarse con cristianos era un crimen castigado
con la pena de muerte. Valentino se había dedicado a los
ideales de Cristo y ni siquiera las amenazas de muerte le detenían
de practicar sus creencias. Valentino fue arrestado y enviado
a prisión. Durante las últimas semanas de su vida,
algo impresionante sucedió. El carcelero, habiendo visto
que Valentino era un hombre de letras, pidió permiso para
traer a su hija, Julia, a recibir lecciones de Valentino. Julia,
quien había sido ciega desde su nacimiento, era una joven
preciosa y de mente ágil. Valentino le leyó cuentos
de la historia romana, le enseñó aritmética
y le habló de Dios. Ella vio el mundo a través de
los ojos de Valentino, confió en su sabiduría y
encontró apoyo en su tranquila fortaleza.
"¿Valentino, es verdad que Dios escucha
nuestras oraciones?", Julia le preguntó un día
- "Si, mi niña. El escucha todas y cada una de nuestra
oraciones", le respondió Valentino"
- "¿Sabes lo que le pido a Dios cada
noche y cada mañana? Yo rezo porque pueda ver. ¡Tengo
grandes deseos de ver todo lo que me has contado!"
- "Dios siempre hace lo mejor para nosotros,
si creemos en Él", Valentino le contestó.
"OH, Valentino, yo sí creo en Dios",
dijo Julia con mucha intensidad. "Yo creo".
Ella se arrodilló y apretó la mano
de Valentino. Se sentaron juntos, cada uno en oración.
De pronto, una luz brillante iluminó la celda de la prisión.
Radiante, Julia exclamó: - "¡Valentino, puedo
ver, puedo ver!"
"Gloria a Dios!", exclamó Valentino.
En la víspera de su muerte, Valentino le
escribió una última carta a Julia pidiéndole
que se mantuviera cerca de Dios y la firmó "De Tu
Valentino". Valentino fue ejecutado el día siguiente,
el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más
tarde fuera nombrada Puerta de Valentino para honrar su memoria.
Fue enterrado en la que es hoy la Iglesia de Práxedes en
Roma. Cuenta la leyenda que Julia plantó un Almendro de
flores rosadas junto a su tumba. Hoy, el árbol de almendras
es un símbolo de amor y amistad duraderos. En cada 14 de
febrero, el día de San Valentín, mensajes de afecto,
amor y devoción son intercambiados alrededor del mundo.
Fuente:
www.obesos.org/valenti.html |
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