EL MENSAJE DE NUESTRA SEÑORA
DE LA SALETTE FRANCIA COMENTADO
Francisco Molina
Muñoz
Padul, 5 de enero de 2015
P. H. de FD.
(Transcripción 2011)
Preliminares
Manifiesto que pertenezco y quiero pertenecer siempre
a la Iglesia Católica; a cuya doctrina, dogmas
y artículos de fe claramente definidos me
adhiero. Por lo tanto si algunas de las afirmaciones
declaradas en este folleto fuesen encontradas claramente
contrarias o tan solo discordantes con la fe Católica,
me retracto de antemano, las deshecho y las doy expresamente
por no escritas; y someto mi criterio enteramente
al de la Santa Iglesia Católica, Apostólica
y Romana.
Quiero puntualizar que la principal finalidad de ésta
transcripción del mensaje profético
que diera la Virgen María a Melania Calvat,
es la conversión de las almas hacia Nuestro
Señor Jesucristo por medio de su Santísima
Madre la Virgen María, que también
es nuestra Madre e intercesora; la otra finalidad
es crear conciencia en el lector sobre la inminente
proximidad del Juicio de las Naciones, para que así pueda
prepararse debidamente a la próxima purificación
de la humanidad, pasada la cual Jesucristo triunfará y
habrá de existir un solo rebaño y un
solo pastor.
La Santísima Virgen María nos dice: “Pelead,
hijos de la luz, vosotros pequeño número
que ahí veis.” Por lo tanto, no tengamos
temor de hablar con la verdad. ¡Seamos valientes
soldados de Cristo! ¡Defendamos la Iglesia
Católica con la vida misma!
Por último cabe aclarar que en éste
folleto el mensaje está brevemente comentado
y así mismo concordado con textos Bíblicos
y realidades históricas (en letras azules,
entre corchetes) por quien lo transcribe en Septiembre
del 2011.
Mensaje
de Nuestra Señora de
la Salette a Melania y Maximino.
(Francia, 19 de Septiembre de 1846)
Los niños Melania Calvat de quince años
y Maximino Giraud de once se encontraban pastoreando en
la montaña de la Salette enclavada en las inmediaciones
de Grenoble Francia, de pronto siendo las seis de la mañana
se les aparece la Santísima Virgen María,
la cual les dio dos mensajes; uno a Maximino y otro a Melania
que es el mensaje para el mundo, el cual consta de dos
partes; en la primera habla a Melania de los sucesos inmediatos
que vendrían sobre Francia y otros países
de Europa si no se arrepentían de sus pecados, y
en la segunda parte la Santísima Virgen habla de
acontecimientos catastróficos que vendrían
sobre la Iglesia Católica y sobre la humanidad entera
a partir de su mensaje hasta el "Fin de los tiempos" y "el
Triunfo de la Santa Iglesia". Y conmina al Clero y
los fieles a ponerse en guardia, reprendiendo a su vez
la falta de fe y traición a la Iglesia de Jesucristo
Nuestro Señor.
A continuación un extracto de la primera parte del
mensaje de Nuestra Señora (el cual fue dado a conocer
inmediatamente por Melania), acompañado de algunos
argumentos convincentes prodigando pruebas de la realidad
sobrenatural de ésta aparición de la Santísima
Virgen María:
Melania y Maximino ven de improviso una luz inmóvil,
y al abrirse divisan en su interior otra luz en movimiento,
mucho más brillante. Dentro de ésta luz aparece
Nuestra Señora, la cual les dice; "Si mi pueblo
no quiere someterse, me veré obligada a dejar que
el brazo de mi Hijo caiga sobre él." "...si
los pecadores se arrepienten, las piedras y las rocas se
convertirán en montones de trigo y las patatas se
encontrarán sembradas en la tierra."
(Y a continuación enumera una serie de calamidades
que amenazan al hombre. Veamos ahora brevemente como aquellos
anuncios proféticos fueron confirmados por la realidad
histórica.)
"En Navidad no habrá patatas..." anunció la
Virgen María, [Y así, al comenzar el invierno
morían los campesinos de hambre en toda Francia
y en el extranjero, principalmente en Irlanda. Como cita
el periódico francés Gazette du Midi el 28
de enero de 1847. Los periódicos de Londres del
21 de enero del citado año decían: "Las
pérdidas que suponen para Irlanda únicamente
la escasez de las cosechas, pueden valorarse en doce millones
de libras esterlinas, que son trescientos millones de francos."]
"El trigo será agusanado y caerá convertido
en polvo..." dice Nuestra Señora. [Y en efecto,
en 1851, una enfermedad del trigo causa en Europa pérdidas
incalculables. El diario L'Universe escribe el 15 de julio
de 1856;"Hemos abierto espigas secas. Algunas no tienen
grano alguno, otras encierran un grano insignificante,
incapaz de alimentar a nadie. En unas y otras hemos hallado
un polvo amarillento, unos pequeños gusanos que
son los que causan indudablemente todos éstos estragos.
Todos pueden constatar el nuevo fenómeno en cualquier
campo de trigo..."]
"Sobrevendrá una gran hambre... Los hombres
harán penitencia con el hambre." [El precio
del trigo en 1854-1855 se eleva a sesenta francos el quintal;
y según los periódicos Le Constitionel y
L'Universe en 1856, la carestía de víveres
produce en Francia la muerte de ciento cincuenta y dos
mil personas y más de un millón en toda Europa.
El 12 de Diciembre de 1856 añade L'Universe, bajo éste
eufemismo; "Fallecimiento producido por la carestía.
Muertos de miseria y de hambre." En España,
el gobierno compra trigo por valor de sesenta millones
de reales a fin de evitar la miseria. En Polonia, los víveres
son tan caros en 1856, que el gobierno aumenta
en un tercio las pagas de sus funcionarios. ]
"Los niños pequeños padecerán
temblores y morirán entre los brazos de las personas
que los lleven..." [La profecía empieza a cumplirse
en el año 1847, en el cantón de Corps. En
1854 mueren en toda Francia setenta y cinco mil niños
de la enfermedad que se califica de "Sudorina".
Los síntomas son un frío glacial, que los
hace después sudar abundantemente, produciéndoles
a continuación un temblor y la muerte
en dos horas de terribles sufrimientos.]
"Las nueces se estropearán y se pudrirán..." [Un
informe dirigido en 1852 al Ministerio del Interior, constata
que la enfermedad de las nueces ha aniquilado la cosecha
del año precedente en las regiones de Lyon, Beaujolais
y en Isére Francia. Añade que es la gran
calamidad para esas regiones, uno de cuyos principales
recursos es la recolección de nueces.]
"Las uvas se pudrirán..." [La plaga comenzó en
1848 a consecuencia de la importación de plantas
americanas; durante más de un siglo la "filoxera" y
el "mildew" perdieron la uva.]
(Los castigos que Nuestra Señora anunció para
avalar la realidad de su mensaje, fueron confirmados plenamente.
Obsérvese que la aparición tuvo lugar en
el año 1846, y los comentarios de la prensa aludidos
corresponden al año 1847 los más próximos
y al 1856 los más lejanos. Puede decirse que la
profecía se empezó a cumplir
inmediatamente.)
Un extracto del mensaje profético (segunda parte)
que fuera el secreto revelado a Melania para la Iglesia
y la humanidad entera, fue dado a conocer públicamente
por Melania con el Imprimatur del Obispo de Lecce Italia
en 1859 y posteriormente en 1922 se publicó el texto
completo con la licencia del Reverendo Padre Lepidi, O.P.
Asistente Perpetuo de la Congregación del Santo
Oficio. (En éste folleto el mensaje está brevemente
comentado y así mismo concordado con textos Bíblicos
y realidades históricas por quien lo transcribe
en el año 2011.) El texto completo del mensaje es
el siguiente:
"Melania, esto que te voy a decir ahora no será siempre
secreto; puedes publicarlo en 1858:
Los Sacerdotes, Ministros de Mi Hijo, los Sacerdotes, por
su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar
los Santos Misterios, por su ambición al dinero,
a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas
de impureza, sí, los Sacerdotes piden venganza y
la venganza pende de sus cabezas, ¡ay de los Sacerdotes
y personas consagradas a Dios, que por sus infidelidades
y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados
de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y piden
venganza, y he aquí que la venganza está a
las puertas, pues ya no se encuentra nadie que implore
misericordia y perdón para el Pueblo; ya no hay
almas generosas ni persona digna de ofrecer la Víctima
sin mancha al Eterno en favor del mundo. Dios va a castigar
de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes
de la Tierra! Dios va a derramar su cólera y nadie
podrá sustraerse de tantos males juntos. Los jefes,
los conductores del Pueblo de Dios, han descuidado la oración
y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias,
se han convertido en estrellas errantes que el viejo diablo
arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios
permitirá a la antigua serpiente poner divisiones
entre los soberanos, en todas las sociedades y en todas
las familias. Se sufrirán penas físicas y
morales. Dios abandonará a los hombres a sí mismos
y enviará castigos que se sucederán durante
más de 35 años. La sociedad está en
vísperas de las más terribles calamidades
y los más grandes acontecimientos. Se verá obligada
a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz
de la cólera de Dios.
[Hasta
este punto, la Santísima Virgen María
advertía a los Sacerdotes del inminente peligro
que corría la Iglesia Católica, por la introducción
del liberalismo con el que comenzaba en ese entonces la
apostasía de las naciones, y les conminaba a ponerse
en guardia, exhortándoles a desterrar el mal que
estaba introduciéndose por medio del cual llegaría
el anticristo al mundo. María Santísima anunciaba
35 años de castigos, (principalmente para la Iglesia)
los cuales se cumplieron entre 1846 y 1881, durante todo
el Pontificado de S.S. Pío IX e inicios del pontificado
de S.S. León XIII. Así mismo en 1848 estalló la
Tercera Revolución Francesa, durante la cual se
proclamó la Segunda República. En 1852 Napoleón
III restablecía el Imperio formando el Segundo Imperio.
En 1870 estalló la Cuarta Revolución Francesa
que puso fin al Segundo Imperio y restableció la
República; y así bien puede entenderse que
Francia estuvo envuelta en calamidades, guerras y desastres
durante muchos años. Más no solo Francia
sufría, ya que durante ese mismo tiempo Italia y
muchos países europeos, asiáticos y americanos
pasaban por iguales circunstancias civiles y persecuciones
religiosas.]
Que el Vicario de Mi Hijo, el soberano Pontífice
Pío IX, no salga ya de Roma después del año
1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las
armas de la fe y del amor. Yo estaré con él.
Que desconfíe de Napoleón, su corazón
es doble, y cuando quiera a la vez ser Papa y Emperador,
muy pronto se retirará Dios de él. Es un águila
que queriendo siempre elevarse caerá sobre la espada
de la cual quería servirse para obligar a los pueblos
a ensalzarlo.
[Se refiere a Napoleón III (Carlos Luis Napoleón
Bonaparte, nacido en París en 1808). Quien fue nombrado
presidente de la recién formada segunda República
de Francia en 1848, y en 1859 ayudó a la liberación
de Italia. Dicho gobernante en su momento quiso dominar
al Papa y la Iglesia Católica, sin embargo tal como
lo predijo la Virgen María fue derrocado por las
mismas naciones que le habían ayudado a llegar
al poder]
Italia será castigada por su ambición de
querer sacudir el yugo del Señor de los señores;
también será entregada a la guerra. La sangre
correrá por todas partes. Las Iglesias serán
cerradas o profanadas. Los Sacerdotes y religiosos serán
perseguidos; se les hará morir, y morir con una
muerte cruel. Muchos abandonarán la fe, y el número
de Sacerdotes y religiosos que se separarán de la
verdadera religión será grande; entre estas
personas se encontrarán incluso Obispos.
[Los sucesos de esta profecía están avalados
por los hechos registrados históricamente. Se sabe
que después de haber sido usurpados los Estados
Pontificios se formó la sociedad secreta de los
Carbonarios relacionada con la masonería, cuyo fin
era arruinar el poder temporal del Papa y reunir toda la
península en una sola nación. Desde entonces
las sociedades secretas no cesaban en sus conspiraciones
contra el Pontificado. Habiendo sido asesinado el Conde
Pelegrino Rossi, ministro de S.S. Pio IX, el Papa cedió a
la violencia y tuvo que abandonar la ciudad eterna y refugiarse
en Gaeta en el reino de Nápoles en el año
1848. Habiendo pedido auxilio a las naciones Católicas,
la República Francesa le envió un importante
cuerpo de tropas, de suerte que el Papa pudo regresar a
su capital, después de una ausencia de diecisiete
meses. La relativa tranquilidad del Papa duró hasta
1856, año en el que el soberano de Francia Napoleón
III y el rey de Piamonte Víctor Manuel II firmaron
secretamente un acuerdo en el que el primero se comprometía
a retirar sus tropas de Roma, y efectivamente en 1860 fueron
retiradas al tiempo que el caudillo Garibaldi al frente
de numerosas hordas revolucionarias invadían los
estados Pontificios. En Castelfidardo y Ancona los defensores
del Papa fueron vencidos por sus contrarios en 1860 después
de una heroica resistencia.]
Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de
milagros, pues ha llegado el tiempo en que los prodigios
más asombrosos tendrán lugar en la tierra
y en los aires. En el año 1864, Lucifer con un gran
número de demonios, serán desatados del infierno.
Abolirán la fe poco a poco, aun entre las personas
consagradas a Dios; las cegarán de tal manera que,
a menos de una gracia particular, esas personas tomarán
el espíritu de sus malos ángeles: Muchas
casas religiosas perderán completamente la fe y
perderán a muchísimas almas. Los libros malos
abundarán en la Tierra y los espíritus de
las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento
universal en todo lo relativo al servicio de Dios y obtendrán
un poder extraordinario sobre la naturaleza: Habrá iglesias
para servir a esos espíritus. Habrá por todas
partes prodigios extraordinarios, porque la fe se ha extinguido
y la falsa luz alumbra al mundo. ¡Ay de los príncipes
de la Iglesia que se han dedicado únicamente a amontonar
riquezas sobre riquezas, poner a salvo su autoridad y a
dominar con orgullo!
[Es
de suponerse que los referidos "prodigios" son
los avances tecnológicos. Históricamente
podemos constatar que esta parte de la profecía
se cumplió al pie de la letra. Por su parte el Papa
Pío IX escuchando las advertencias de la Virgen
María, escribió varias encíclicas
al respecto y publicó el "Syllabus" el
8 de Diciembre de 1864, en los cuales con admirable firmeza
y celo procuró la conservación y propagación
de la verdadera fe y condenó el racionalismo, el
panteísmo, el ateísmo, el modernismo y el
liberalismo entre otras perniciosas doctrinas diabólicas.]
Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan,
que será abolir y hacer desaparecer todo principio
religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo,
al espiritismo y a toda clase de vicios. En el año
1865 se verá la abominación en lugares santos,
en los conventos, las flores de la Iglesia estarán
corrompidas y el demonio será como el rey de los
corazones. Que los que estén al frente de las comunidades
religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque
el demonio usará de toda su malicia para introducir
en las órdenes religiosas a personas entregadas
al pecado, pues los desórdenes y el amor de los
placeres carnales se extenderán por toda la Tierra.
[Aquí la Santísima Virgen ponía en
guardia a las altas Jerarquías eclesiásticas
y a los sacerdotes contra los poderes civiles (la judería
masónica) y los reformadores; los cuales por medio
de la "Quinta Columna" fueron quienes comenzaron
la introducción con gran virulencia, de nefastas
doctrinas diabólicas en la Iglesia Católica
a partir de 1865 tal como lo profetizara nuestra Santísima
Madre.]
El Vicario de Mi
Hijo tendrá mucho que sufrir, porque
por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes
persecuciones. Esta será la hora de las tinieblas.
La Iglesia tendrá una crisis espantosa. Dado el
olvido de la Santa fe en Dios, cada individuo querrá guiarse
por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Se
abolirán los poderes civiles y eclesiásticos;
todo orden y toda justicia serán pisoteados; no
se verán más que homicidios, odio, envidia,
mentira y discordia sin amor por la patria y por la familia.
El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él
hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán
muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus
días; pero ni él ni su sucesor verán
el Triunfo de La Iglesia de Dios.
[El Santo Padre Pio IX ocupó el solio de 1846 a
1878, y en efecto sufrió ser el blanco de las contradicciones,
calumnias, graves persecuciones y atentados contra su vida
de parte de los enemigos de la Iglesia. Durante su reinado
vio desaparecer el poder temporal de la Santa Sede, ya
que Napoleón III entregó al rey de Piamonte-Cerdeña
Víctor Manuel II de Saboya los Estados Pontificios
y Roma, el cual se apoderó de estos entre los años
1859 y 1870; no dejando al jefe de la Iglesia más
que el Palacio del Vaticano. En cuanto al triunfo de la
Iglesia al que se refiere la Santísima Virgen María,
es el triunfo posterior a las persecuciones a las que por
un tiempo sería entregada la Iglesia, se entiende
que después de aquella crisis espantosa que sufrió la
Iglesia durante el Pontificado de S.S. Pío IX; y
en efecto, ni él ni su sucesor S.S. León
XIII vieron el triunfo de la Iglesia de Dios. Fue hasta
Sn. Pío X que hubo un periodo de paz para la Iglesia
Católica]
Veinticinco años de abundantes cosechas harán
olvidar que los pecados de los hombres son la causa de
todos los males que suceden en la Tierra, pero los hijos
de la Santa Iglesia; los hijos de la fe, mis verdaderos
imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las
virtudes que me son más queridas. ¡Dichosas
las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo!
Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud
de la edad.
[Puede creerse que se refiere a los
25 años de aparente
paz y prosperidad para el mundo (1887-1914), así como
al tiempo de tranquilidad para la Iglesia durante parte
del el Pontificado de S.S. León XIII (1878-1903)
y el Pontificado de Sn. Pio X (1903-1914). Aquí nuestra
Madre promete su asistencia a los seguidores y defensores
de la Santa Iglesia.]
Francia, Italia, España e Inglaterra entrarán
en guerra; la sangre correrá por las calles; el
francés luchará contra el francés,
el italiano contra el italiano; enseguida habrá una
guerra universal que será espantosa. Por algún
tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia,
porque el Evangelio de Jesucristo no es ya conocido. Los
malvados desplegarán toda su malicia, se matarán,
se asesinarán mutuamente aun dentro de las casas.
[Aquí Nuestra Madre nos anunciaba
proféticamente
la guerra posterior al periodo de paz para el mundo, que
no es otra que la "Gran Guerra" o Primera Guerra
Mundial (1914-1918). Podemos constatar los detalles en
los libros de historia. Y leemos en el Evangelio de San
Marcos: Mas cuando oigáis de guerras y rumores de
guerras, no os turbéis, porque es necesario que
suceda así; pero aun no es el fin. Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos
en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos;
principios de dolores son estos."]
La Tierra será castigada con todo género
de plagas; habrá guerras, hasta la última
que harán los diez reyes del anticristo, todos los
cuales tendrán un mismo plan, y serán los únicos
que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una
especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más
que en divertirse; los malvados se entregarán a
toda clase de pecados. Esta paz entre los hombres no será larga.
Un precursor del anticristo, con sus tropas de muchas naciones,
combatirá contra el verdadero Cristo, el único
Salvador del mundo; derramará mucha sangre y pretenderá aniquilar
el culto a Dios para ser tenido como un dios.
[El
Evangelio según San Mateo dice: "Porque
vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis
de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis,
porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún
no es el fin. Porque se levantará nación
contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes
y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto
será principio de dolores. Entonces os entregarán
a tribulación, y os matarán, y seréis
aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre.
Muchos tropezarán entonces, y se entregarán
unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos
falsos profetas se levantarán y engañarán
a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor
de muchos se enfriará. Más el que persevere
hasta el fin, éste será salvo." Aquí la
Santísima Virgen nos advierte sobre la última
guerra de Satanás contra la Iglesia de Jesucristo.
Así mismo alerta a la humanidad sobre el principio
de los dolores que iniciarían con la Segunda Guerra
Mundial; y así los diez reyes del anticristo referidos
e inmiscuidos en dicha guerra fueron; Polonia, Gran Bretaña,
Francia, U.R.S.S., E.U.A., Yugoslavia, Holanda, Alemania,
Italia y Bélgica. Aunque hubieron muchas otras naciones
inmersas en ésta terrible guerra, el plan fundamental
disfrazado de los dirigentes de éstas naciones referidas
guiados por la judería masónica (La Sinagoga
de Satán), fue el de destruir la Iglesia Católica
desde sus cimientos, y fue borrar de la memoria a Jesucristo,
por medio de su ideologías y doctrinas diabólicas
derivadas de la Masonería, algunas de las cuales
son: Ateísmo, Racionalismo, Liberalismo, Indiferentismo,
Humanismo, Modernismo, Comunismo, Socialismo, Fascismo,
Racismo, Nacionalismo, Materialismo, Igualitarismo, Existencialismo,
etc., etc... Y efectivamente, tal como nos lo anunciara
con mucha antelación la Santísima Virgen
María, lograron su objetivo, ya que dichas doctrinas
nefastas a pesar de los esfuerzos en defensa de la fe de
la Iglesia fundada por Jesucristo realizados por S.S. Pío
IX, S.S. León XIII, San Pío X, S.S. Pío
XI, y S.S. Pío XII (último Papa verdadero);
se infiltraron en la Iglesia por medio de Juan XXIII (primer "antipapa
usurpador" infiltrado en el Vaticano por la Quinta
Columna de la masonería). Y la Santa Iglesia Católica
fundada por Nuestro Señor Jesucristo fue desplazada
por la "Iglesia Ecuménica" ¡por
esa la Roma apóstata, la falsa iglesia, la usurpadora!
y su mescolanza de doctrinas diabólicas que imperan
y son las únicas que gobiernan al mundo entero.
Pues escrito ya estaba en el Apocalipsis: "Pero el
patio que está fuera del templo déjalo aparte,
y no lo midas, por que ha sido entregado a los gentiles
(apóstatas); y ellos hollarán la Ciudad Santa
cuarenta y dos meses.", "Y fue lanzado fuera
el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama
diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles
fueron arrojados con él." “... ¡Ay
de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo
ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene
poco tiempo." "...Y el dragón le dio su
poder y su trono y grande autoridad.", "...y
se maravilló toda la tierra en pos de la bestia
(Roma apóstata), y adoraron al dragón (el
diablo) que había dado autoridad a la bestia, y
adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como
la bestia, y quien podrá luchar contra ella? Tambien
se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias;
y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses.
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para
blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los
que moran en el Cielo. Y se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos.
También se le dio
autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.
Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres
no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero
que fue inmolado desde el principio del mundo." Y
así la verdadera Iglesia de Cristo con todos sus
fieles fue y es perseguida y ha de actuar en catacumbas,
pues también está escrito: "Y la mujer
(la Iglesia) huyó al desierto, donde tiene lugar
preparado por Dios, para que allí la sustenten por
mil doscientos sesenta días.", "Y se le
dieron a la mujer las dos alas de la gran águila
(los dos testigos), para que volase de delante de la serpiente
al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo,
tiempos y la mitad de un tiempo.", "Entonces
el dragón se llenó de ira contra la mujer;
y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia
de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo." En cuanto al precursor
que nombra Nuestra Santa Madre, cabe esperar que fuera
un gobernante civil y no eclesiástico. Así como
la Virgen María cita anteriormente en éste
mismo mensaje a Napoleón el cual fuera un gobernante
civil, y puesto que aquí habla de "tropas de
muchas naciones", puede discurrirse que tal hombre
debiera ser poderoso, con muchos aliados y enemigo del
Cristianismo. Ahora bien, si sabemos que estas cosas deberían
suceder después de los acontecimientos antes descritos
(la Primera Guerra Mundial) y después de un corto
periodo de falsa paz entre los hombres, (Apocalipsis: "Cuando
abrió el séptimo sello, se hizo silencio
en el cielo como por media hora.") periodo de 21 años
comprendido entre el final de la Primera Guerra Mundial
en 1918 y el inicio de la Segunda Guerra Mundial en 1939,
(para calcular el periodo leamos en la 2° epístola
de Sn. Pedro: "...no ignoréis esto: que para
el Señor un día es como mil años y
mil años como un día.") El único
gobernante posterior a dichos hechos con tal poder fue
Adolph Hitler que con sus tropas de muchas naciones aliadas
inició la más terrible guerra mundial, dirigida
contra la humanidad, y cuya oculta y principal finalidad
fue destruir la Iglesia de Jesucristo; por lo cual podemos
pensar que la Madre de Dios pudo haberse referirse a él.]
La naturaleza clama venganza contra los hombres y tiembla
de espanto en espera de lo que debe suceder en la Tierra
encharcada de crímenes, temblad Tierra y vosotros
que hacéis profesión de servir a Jesucristo
y que interiormente os adoráis a vosotros mismos,
temblad; pues Dios va a entregaros a su enemigo, porque
los Lugares Santos están en la corrupción;
muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales
de asmodeo. Roma perderá la fe y será la
sede del anticristo.
[Aquí claramente se entiende que el enemigo al que
serán prontamente entregados los malos Cristianos
adoradores de sí mismos y la humanidad entera, es
el demonio, el enemigo de Dios y del hombre por consecuencia.
La Santísima Virgen María nos anunció la
apostasía y el pronto reinado del anticristo y nos
dijo claramente cuál sería su sede "Roma".
Aquí cabe aclarar que Roma perdió la fe al
momento que Juan XXIII inauguro el "Concilio Vaticano
II" o mejor dicho el conciliábulo, el once
de Octubre de 1962 (y por cierto, ¿cuándo
se clausuró el Concilio Vaticano I?). En cuanto
a esto podemos leer en el Apocalipsis: "Y la mujer(la
Iglesia) estaba vestida de púrpura(obispos) y escarlata(cardenales),
y adornada de oro(Papado), de piedras preciosas(sacerdotes),
y perlas(fieles), y tenía en la mano un cáliz
de oro (la fe) lleno de abominaciones (herejías
y blasfemias) y de la inmundicia de su fornicación
(traición, infidelidad, mescolanza de falsas ideologías,
alianza con falsas religiones y apostasía); y en
su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la
grande(la gran ciudad de Roma que fuera la sede de la verdadera
Iglesia de Jesucristo durante casi dos mil años;
llamada Babilonia después de su infidelidad), la
madre de las rameras (infieles) y de las abominaciones
(herejías y blasfemias) de la tierra(la religión)." Por
lo tanto la Virgen María alertó a los Católicos
para que no fueran engañados o arrastrados, y para
que no participaran en la apostasía, al respecto
nos dice San Juan en el Apocalipsis: "Y oí otra
voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo
mío, para que no seáis partícipe de
sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque
sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado
de sus maldades."]
Durante ese tiempo nacerá el anticristo, de una
religiosa hebrea, de una falsa virgen, que tendrá comunicación
con la antigua serpiente, maestra de impureza. Su padre
será Obispo. Al nacer vomitará blasfemias,
tendrá dientes; en una palabra será el demonio
encarnado, lanzará gritos espantosos, hará prodigios
y no se alimentará sino de impurezas. Tendrá hermanos,
que aunque no sean como él demonios encarnados,
serán hijos del mal; a la edad de doce años
llamará ya la atención por las ruidosas victorias
que alcanzarán. Bien pronto estará cada uno
a la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones
del infierno. Los demonios del aire, con el anticristo,
harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires,
y los hombres se pervertirán más y más.
Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres
de buena voluntad.
[Durante ese
tiempo (1962, momento en que Roma pierde la fe al inaugurar
el "Conciliábulo Vaticano II"),
nace el anticristo. Pero, ¿quién o qué es
el anticristo del que nos habla la Santísima Virgen
María? sin duda alguna, la mismísima Roma
apóstata, "la Roma ecumenista", "la
segunda bestia", "la otra bestia que subía
de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los
de un cordero, pero hablaba como un dragón" "la
que ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia
de ella ..." "la bestia que: hacía que
a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres
y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha,
o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender,
sino el que tuviese la marca o el nombre de la (primera)
bestia o el número de su nombre", "la
mujer sentada sobre una bestia escarlata...", "Babilonia
la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones
de la tierra" nombrada de estos modos en el Apocalipsis; ésta
Roma apóstata y pagana es el anticristo en cuanto
a institución o ente visible, (ES SU CUERPO).
Y ¿quién es esa religiosa hebrea, falsa virgen
de la que había de nacer? Simple y sencillamente
la "Masonería Sionista", el Judaísmo
Sionista anticristiano o "la primera bestia", "la
bestia con siete cabezas y diez cuernos", "la
bestia que era, y no es; y está para subir del abismo
e ir a perdición.", "la bestia que era
y no es, que es también el octavo; y es de entre
los siete, y va a la perdición", "la bestia
que sube del mar y tiene siete cabezas y diez cuernos;
y en sus cuernos diez diademas, y sobre sus cabezas un
nombre blasfemo", "la bestia a la que se le dio
autoridad para actuar durante cuarenta y dos meses", "la
bestia escarlata sobre la que se sienta la mujer", "la
bestia cuya herida mortal fue sanada", "la bestia
cuyo número es seiscientos sesenta y seis";
es esa primera bestia nombrada de estos modos en el Apocalipsis,
y es esta bestia invisible ante los ojos de los hombres,
la mayor enemiga de Jesucristo de la cual nació la
apostasía y todas las herejías introducidas
a la Iglesia por medio del Vaticano II, por lo tanto ésta
bestia "oculta" también es el anticristo,
(ES SU ESPÍRITU), al cual la antigua serpiente
dio su poder.
En cuanto a su "padre", la Santísima Virgen
nos dijo que sería Obispo. Más ¿cuál
Obispo? es de esperarse que no se refiere a cualquier Obispo,
sino al "Obispo de Roma" (al Papa, o mejor dicho "al
usurpador", al "antipapa"). La Santísima
Virgen María nos dice también que "tendrá hermanos",
los cuales obviamente son los líderes de las diversas
sectas Cristianas y las otras falsas religiones con los
cuales la Roma apóstata está enmancuernada
y con los cuales pactó alianzas e hizo una mescolanza
y amalgama de doctrinas diabólicas, las cuales fueron
introducidas en la "nueva Iglesia Ecuménica" (que
se hace llamar "Iglesia Católica"); nos
dice también que "a la edad de doce años
llamaría la atención por las ruidosas victorias
que alcanzarían", y en efecto a finales del
año 1969 (casi doce años contados a partir
del inicio del Pontificado de Juan XXIII), la gran victoria
del anticristo fue imponer a la Iglesia entera el "Novus
Ordo Misae" o "Nueva Misa Montiniana". Tambien
nos dice que "los demonios del aire harán grandes
prodigios", éstos demonios referidos son por
lógica los que atentan contra la fe. Ahora muchos
se preguntarán; ¿pero cuál Papa, de
cuál de ellos nos habla la Santísima Virgen
en su mensaje? más la pregunta debiera ser: ¿cuáles
de ellos? puesto que; desde el Vaticano II hasta la fecha
han reinado cuatro de ellos (los cuales son las cuatro
bestias de las que nos habla el Profeta Daniel en el Antiguo
Testamento), y éstos masones, "antipapas usurpadores" son:
1° Angelo Roncalli, Juan XXIII (1958-1963); éste
usurpador que inició la apostasía al aperturar
el "Vaticano II", (usurpó cínicamente
hasta el nombre, ya que hubo un Juan XXIII -antipapa- entre
los años 1410 a 1415); 2° Giovanni Battista
Montini, Paulo VI (1963-1978); cuya terrorífica
obra fue abolir o "quitar el continuo Sacrificio"(la
Santa Misa) en 1969 instaurando e imponiendo su "Novus
Ordo Misae",de esto nos habló el Profeta Daniel: "Y
se levantarán de su parte tropas que profanarán
el Santuario y la fortaleza, y quitarán el continuo
sacrificio, y pondrán la abominación desoladora.";
3° Karol Wojtyla, Juan Pablo II (1978-2005), terrible
hereje y blasfemo, destructor de la Iglesia que "se
hizo adorar por la humanidad como si fuese Dios" como
dice el Apocalipsis: "Y abrió su boca en blasfemias;
y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses." "Y
la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres
no estaban escritos en el libro de la vida..." o como
dice San Pablo a los Tesalonicenses: "Nadie os engañe
en ninguna manera; porque no vendrá (nuestro Señor
Jesucristo) sin que antes venga la apostasía, y
se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama
Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el Templo
de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.";
y 4° Joseph Ratzinger, Benedicto XVI (2005- ¿2012/13?) Éste
es "EL FALSO PROFETA", que encamina a la humanidad
entera hacia la inauguración de los anticristicos
y satánicos "Nueva Religión Universal" y "Novus
Ordo Mundiale" (recordemos: "Novus Ordo Misae" ¿Coincidencia
en los nombres? por supuesto que no, es evidente que todo
es un plan masónico). Ratzinger es "el falso
profeta que había hecho delante de ella (de la segunda
bestia) las señales con las cuales había
engañado a los que recibieron la marca de la (primera)
bestia, y habían adorado su imagen", "el
falso profeta que junto con la bestia es lanzado vivo a
un lago de fuego y azufre"... (Lo cual ocurrirá en
la Parusia o Juicio de las Naciones). Es de él de
quien nos habla San Juan en el Apocalipsis, y es un lobo
vestido con piel de oveja cuya misión es la de acabar
y destruir con hipocresía y engaños al último
rebaño fiel de la Verdadera Iglesia Católica;
tal como nos lo dice San Pablo "...inicuo cuyo advenimiento
es por obra de Satanás, con gran poder y señales
y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad
para los que se pierden (aquí se pueden incluir
a los "tibios" que aun pertenecen a la verdadera
Iglesia), por cuanto no recibieron el amor de la verdad
para ser salvos." Pero no logrará su objetivo
final, ya que Dios ha prometido que las puertas del infierno
no prevalecerán contra su Iglesia; además
la Santísima Virgen nos dice que: "Dios cuidará de
sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad".
Queda claro que éstos cuatro hombres usurpadores
del Papado, que éstos cuatro últimos antipapas,
son también el anticristo, (SON SU CABEZA APARENTE).
Hasta éste punto podemos ver que las Sagradas Escrituras
se han cumplido al pie de la letra en sentido espiritual
y real. No podemos pasar por alto que Joseph Ratzinger
fue el Prefecto de la "Congregación para la
Doctrina de la Fe" anteriormente llamada "Santo
oficio" y que él, precisamente él, fue
siempre el consejero de los últimos antipapas ¿casualidad?
es obvio que no, puesto que aquí se ve el proceder
de la masonería sionista que siempre trabaja "desde
atrás" simulando hacer el bien. Así que
podemos esperar que él mismo, Benedicto XVI sea
quien entregue absolutamente lo que queda de la Iglesia
aparente, o sea la institución misma, al poder de
la masonería para que uno de sus líderes
la maneje y cambie hasta el nombre la Iglesia. (¿Puras
conjeturas? Habrá que esperar y ver qué sucede.)
Por último, aquí cabe señalar que
hay unas ciertas creencias muy extendidas por el mundo,
y que por éstas creencias los hombres andan buscando
en todos lados (sin encontrarlo) a un anticristo que se
haga pasar por Jesucristo mismo, andan esperando a un burdo
imitador de Él que se le parezca físicamente;
pero es insensato pensar que esto pudiera suceder, pues
lógicamente nadie, ni creyentes ni ateos, lo seguirían,
además que Dios mismo no permitiría tal ultraje
a la persona de Jesucristo. También hay quienes
creen que el anticristo será un gobernante civil
o un líder ateo con gran poder para gobernar tiránicamente,
perseguir y matar físicamente a gran cantidad de
hombres,(de ésta clase de líderes poderosos
han habido muchos en toda la historia de la humanidad);
más no es posible que uno como ellos sea el anticristo,
ya que las Sagradas Escrituras y la Santísima Virgen
María nos hablan del mayor enemigo de Dios Nuestro
Señor Jesucristo y de su Santa Iglesia, que la destruye
desde adentro; sea dicho de otro modo, un liderazgo religioso
con poder mundial, no un líder civil; un poderosísimo
líder que mata las almas, al que Satanás
da su autoridad y poder. Por tanto no podemos descartar
que Dios en la espera de que se complete el número
de sus elegidos; al final de estos tiempos y poco antes
del Juicio de las naciones, también permita por
un corto tiempo para "separar el trigo de la cizaña",
el reinado temporal del poderoso líder mundial que
preparan los masones, dicho de otro modo, el falso mesías
que esperan los judíos; el cual según sus
creencias, con la instauración de su Nuevo Orden
Mundial, les dará el poder absoluto sobre la humanidad
entera. Entonces éste líder sería
en sí mismo el anticristo encarnado, parte de la
primera bestia, parte de su inmundo espíritu, su
líder visible. Y así de este modo las palabras
de las Sagradas Escrituras también quedarían
cumplidas literalmente, al pie de la letra, física
y realmente. Por lo tanto, aunque sabemos que la "marca
en la frente o en la mano derecha" de la que nos habla
Dios simbolizan los pensamientos y las acciones del hombre
al servicio de la bestia (lo cual empezó a cumplirse
a partir de la apertura del Vaticano II); Como dice el
Apocalipsis: "...Si alguno adora a la bestia y a su
imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él
también beberá del vino de la ira de Dios..." "y
el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran
a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca
de su nombre...” Por tanto podemos razonar que si
Dios permite el reinado temporal del antedicho líder,
cabe la posibilidad de que dicha "marca" pueda
convertirse también en un hecho realmente físico,
y así todos los hombres al servicio del Nuevo Orden
Mundial serían marcados literalmente. Sobre esto
podemos leer en el Apocalipsis: “...mandando (la
otra bestia o líder religioso) a los moradores de
la tierra que le hagan imagen (¿un líder?)
a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió (¿el
judaísmo?). Y se le permitió infundir aliento
a la imagen de la bestia (¿dar poder al líder
del judaísmo?), para que la imagen (el líder)
hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase (a
la bestia o masonería judaizante). Y hacía
que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres,
libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano
derecha o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni
vender, sino el que tuviese la marca, o el nombre de la
bestia, o el número de su nombre. Y su número
es seiscientos sesenta y seis." (*No ahondaremos aquí sobre éste
tema que merece un estudio profundo y explicación
detallada). Y mientras los hombres insensatos, ciegamente
esperan dormidos el advenimiento de un absurdo anticristo
(para defenderse de él), no se dan cuenta o mejor
dicho no quieren ver, que la Bestia ha estado reinando
en el mundo desde hace muchos años arrastrando con
su cola a la humanidad. Cabe señalar que las falsas
creencias e ideas en cuanto a un anticristo remedo de Jesucristo,
que mantienen al hombre a la expectativa de su aparición;
han sido inventadas, infundidas y difundidas en el mundo
entero por la mismísima masonería, por medio
de su "New Age" y demás patrañas
diabólicas, valiéndose de un enorme bombardeo
mediático para que así la humanidad entera
y principalmente los Católicos, no vean la verdad
de los hechos y la mayoría de éstas profecías
Bíblicas y Marianas ya cumplidas y a punto de culminar.]
La Iglesia será eclipsada, el mundo quedará consternado.
Pero he ahí a Enoc y Elías, llenos del espíritu
de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los
hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas
almas serán consoladas; harán grandes prodigios
por la virtud del Espíritu Santo y condenarán
los errores diabólicos del anticristo.
[Es razonable pensar y es de esperarse
que la Virgen María
nos habla aquí tanto literalmente como al modo metafórico
que los Evangelistas lo hacen al decir que San Juan Bautista "es
el Elías que había de venir" y así como
San Juan no era literalmente Elías, sino que era
como Elías, del mismo modo ha de entenderse que
Enoc y Elías de los que nos habla nuestra Santísima
Madre y que son los dos Testigos de los que nos habla la
Sagrada Biblia, al inicio del reinado del anticristo, no
serían ellos personalmente, sino serían dos
personajes que actuarían como ellos, defendiendo
la Verdad de la Iglesia de Dios. Y aquí puede discurrirse
que Nuestra Madre puede estar refiriéndose metafóricamente
a dos hombres inspirados por el Espíritu Santo,
que habían de defender a la Verdadera Iglesia de
Jesucristo y condenar los errores diabólicos del
anticristo, así como lo dice San Juan en el Apocalipsis: "Y
daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos
sesenta días, vestidos de cilicio. Estos testigos
son los dos olivos, y los dos candeleros que están
en pie delante del Dios de la tierra. Estos tienen el poder
de cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días
de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para
convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda
plaga, cuantas veces quieran" (lo anterior puede entenderse
a modo de metáfora como: "tendrán el
poder de condenar los errores diabólicos".)
Siendo así es de suponerse que serían dos
hombres con autoridad eclesiástica que podrían
anatematizar públicamente los errores infiltrados
en la Iglesia y guiar al Pueblo escogido de Dios. Por lo
tanto estos dos defensores actuarían en terribles
tiempos de apostasía, los cuales sin lugar a dudas
son los tiempos comprendidos a partir de la apertura del "conciliábulo" Vaticano
II el once de Octubre de 1962 por Juan XXIII hasta el final
de los tiempos. Teniendo este conocimiento, podemos decir,
que aunque durante todo ese tiempo han habido grandes defensores
de la Iglesia, solo dos de ellos parecen cumplir con los
requisitos para ser el Enoc y el Elías de los últimos
tiempos. En cuanto a esto nos dice San Judas en su epístola
universal: "De éstos también profetizó Enoc,
séptimo desde Adán, diciendo; He aquí,
vino el Señor con sus santas decenas de millares,
para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos
los impíos de todas sus obras impías que
han hecho impíamente, y de todas las cosas duras
que los pecadores impíos han hablado contra Él.
Estos son murmuradores, querellosos, que andan según
sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando
a las personas para sacar provecho." Y así con éste
mismo modo de hablar y con el mismo espíritu de
Enoc hablaba el Cardenal Ottaviani, el cual señaló las
herejías y defendió hasta el final de sus
días (desde el corazón mismo del Vaticano),
la verdadera fe de la Iglesia, y tuvo que sufrir un verdadero
martirio al oponerse a los reformadores apóstatas.
Este santo y sabio Cardenal (que es uno de los autores
del libro "Complot contra la Iglesia “el cual
fue entregado al clero que participaría en el Concilio
Vaticano II en1962 ) y entregó a Paulo VI su "Carta
a los Episcopados “fechada el 24 de Julio de 1966
en la que señala diez errores o peligros muy graves
en materia de fe, y en la que el punto central fue la defensa
de la Santa Misa; a esta carta adjuntó un documento
de estudio concienzudo hecho por un grupo de teólogos
y liturgistas de Roma sobre el "Novus Ordo Misae" (ese "Motu
Proprio" herético de Paulo VI del 3 de Abril
de 1969 e impuesto fraudulentamente por él mismo
a toda la Iglesia el 30 de Noviembre de 1969), en dicho
documento se demuestra que la "Nueva Misa" no
es una Misa Católica. El Cardenal Ottaviani fue
un candelero que alumbró a los Sacerdotes vacilantes
y a los fieles católicos de buena voluntad, los
cuales encontraron en él un baluarte de la verdad
y pudieron sostenerse en la fe de siempre contra la apostasía.
En cuanto a Elías nos dice Malaquías en la
Biblia: "He aquí, Yo os envío al profeta
Elías, antes que venga el día de Yahvéh,
grande y terrible. Él hará volver el corazón
de los padres hacia los hijos, y el corazón de los
hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la
tierra con maldición.", y San Pablo en su carta
a los Romanos: "No ha desechado Dios a su pueblo,
al cual desde antes conoció. ¿O no sabeis
que dice de Elías la Escritura, cómo invoca
a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas
han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo
yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le
dice la Divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres,
que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también
en éste tiempo ha quedado un remanente escogido
por gracia." Y así al fallecer el Cardenal
Ottaviani lo sucedió en la defensa de la verdad
otro santo prelado contemporáneo a él; el
Arzobispo de Tulle, Monseñor Marcel Lefebvre, que
fue uno de las pocas cabezas que pensaron y con corazón
valeroso actuaron en la minoría angustiada del Vaticano
II. Este Arzobispo fundó en Eccone Suiza la "Fraternidad
Sacerdotal de San Pío X" en Noviembre de 1970,
seminario en el cual se formarían Sacerdotes con
el espíritu de la Santa Iglesia Católica
de siempre, esto acarreó a Monseñor Lefebvre
ser alejado de Roma, perseguido, odiado, acallado, estremecido,
atacado por Paulo VI y todos sus secuaces y sucesores hasta
el tiempo actual... Este gran Arzobispo que estuvo presente
en las primeras sesiones del Vaticano II y firmó algunas
actas; al percatarse del espíritu diabólico
que imperaba en el "conciliábulo", luchó incansablemente
por la Verdadera Fe contra la apostasía imperante
y contra los errores satánicos introducidos en la
Iglesia por medio de dicho Vaticano II; y así actuó en
defensa de la fe hasta el final de sus días, constituyéndose
de este modo en el otro valuarte y candelero que alumbró en
medio de la obscuridad al verdadero Pueblo de Dios. Aquí cabe
aclarar que al fallecer ellos no murió su espíritu
ni su obra, ya que de hecho Mon-señor Lefebvre consagró (junto
con Monseñor de Castro Mayer) a cuatro Obispos,
con intención de continuar su obra. Además
ambos fieles Jerarcas de la Iglesia Católica (Ottaviani
y Lefebvre) trazaron de un modo magistral los deberes de
los Sacerdotes y de los fieles Católicos en cuanto
a la defensa de la verdadera fe de la Iglesia; por lo tanto
es racional creer que esos dos grandes prelados de la Santa
Iglesia Católica son el Enoc y el Elías de
los que nos habla la Santísima Virgen María,
o los dos Testigos de los que nos hablan las Sagradas Escrituras
en el Apocalipsis de Sn. Juan: "Y daré a mis
dos testigos que profeticen..." Por otro lado, cabe
esperar que estas profecías en cuanto a los dos
testigos, también se cumplan literalmente, si la
masonería llega a colocar al frente de la humanidad
a su líder o anticristo encarnado, y de este modo
Dios también mandará al mundo a sus dos siervos,
a los cuales ha reservado para profetizar y sostener a
su Iglesia antes de su Parusía, al final de los
tiempos, justo antes del Juicio de las Naciones.]
Se cambiarán las estaciones. La Tierra no producirá más
que malos frutos. Los astros perderán sus movimientos
regulares. La luna no reflejará más que una
débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán
en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles
terremotos que tragarán montañas y ciudades
enteras. Al primer golpe de la espada fulminante las montañas
y la naturaleza entera temblarán de espanto porque
los desórdenes y los crímenes de los hombres
traspasan la bóveda de los Cielos. París
será quemada y Marsella engullida. Varias grandes
ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos.
Se creerá que todo está perdido. No se verán
más que homicidios, no se verá más
que ruido de armas y blasfemias. ¡Ay de los habitantes
de la Tierra! Habrá guerras sangrientas y hambres
pestes y enfermedades contagiosas; Habrán lluvias
de granizo y de animales espantosos; tempestades que arruinarán
ciudades; terremotos que engullirán países;
se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán
la cabeza contra los muros; llamarán a la muerte,
y por otra parte la muerte será su suplicio. Correrá la
sangre por todas partes. ¿Quién podrá resistir
si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre,
las lágrimas y oraciones de los justos Dios se dejará aplacar.
[Tendríamos que estar ciegos para no darnos cuenta
que estamos en medio del cumplimiento de ésta parte
de la profecía. Aquí la Santísima
Virgen María nos anunció los castigos materiales
que sobrevendrían a la humanidad al final de los
tiempos a consecuencia de la apostasía. Es a decir
verdad impresionante como las catástrofes y calamidades
que nos anuncia la Santa Madre de Dios se cumplen al pie
de la letra en estos tiempos. Aunque aún faltan
algunas cosas por cumplirse, como el anuncio de "París
será quemada y Marsella engullida" (aunque
posiblemente sea una metáfora), es probable que
dentro de poco tiempo vivamos el cumplimiento total de
esta parte de la profecía. Más aquí la
Santísima Virgen nos da la esperanza de que después
de eso, terminará la prueba por amor a los justos.]
Enoc y Elías serán muertos. Roma pagana desaparecerá;
Caerá fuego del Cielo y consumirá a tres
ciudades; el universo entero estará preso de terror.
Y muchos se dejarán seducir por no haber adorado
al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha llegado
el tiempo: El sol se oscurece; solo la fe vivirá.
[Podemos
ver que aunque estamos por vivir los hechos predichos,
las profecías de las Sagradas Escrituras y el mensaje
que hiciera María Santísima aún no
se han cumplido en su totalidad a partir de aquí.
Con santo temor podemos decir, que en este punto del mensaje
hemos llegado al momento en que nos encontramos actualmente,
y estando por llegar al 2012, los verdaderos Católicos
casi estamos por sufrir la muerte espiritual de Enoc y
Elías; y habrá sido consumada la apostasía
de las naciones. Muchos se preguntarán ¿Cual
es la muerte de Enoc y Elías? y la respuesta es
obvia: Es la muerte de su obra espiritual. Y en este punto
debe entenderse que, habiendo sido estos dos hombres los
baluartes de la fe para la Iglesia Católica en los
tiempos del anticristo, los verdaderos Cristianos se han
apoyado en sus directrices para no errar. Es sabido que
a partir del Vaticano II y más específicamente
a partir del reinado de Paulo VI, la gran mayoría
de los Católicos apostataron de la verdadera fe
y así estos apóstatas con la humanidad entera
adoraron al anticristo. Sin embargo quedaba una pequeña
minoría de Católicos fieles a la Iglesia
de siempre, pero, ¡ay del pueblo de Dios tan inconstante
e infiel! ha llegado el momento que aun siendo tan pequeño
el rebaño, aun muchos de aquellos que se dicen fieles
a la verdadera Iglesia se dejarán seducir por no
haber adorado a Jesucristo en espíritu y verdad,
por haber amado al mundo, por amadores de sí mismos,
por haber preferido los respetos humanos... ¡Ay de
aquellos que siendo parte de la verdadera Iglesia Católica
y conociendo la verdad se dejen seducir por el anticristo
y uniéndose a él se conviertan en enemigos
de Jesucristo! Pues como dice San Pablo a los Hebreos: "Porque
es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron
del don celestial, y fueron hechos partícipes del
Espíritu Santo, y así mismo gustaron de la
buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento,
crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de
Dios y exponiéndole a vituperio." Habrá quienes
se pregunten: ¿Pero como es posible esto y como
se llevará a cabo? la respuesta es sencilla; Desde
hace varios años los Prelados y el Pueblo de Dios
que seguían las directrices del Cardenal Ottaviani
fueron adhiriéndose poco a poco a la Roma apóstata,
por lo tanto puede decirse que su obra está muriendo...
Y para completar ésta profecía hoy por hoy,
Benedicto XVI ha logrado el "aggiornamiento" de
la Roma pagana actual, de la ramera, con los últimos
restos de la verdadera Iglesia de Jesucristo; con aquellos
que habiendo conocido la verdad se dejan seducir por el
anticristo y ahora traicionando su propia fe, siguen abiertamente
al "falso profeta del anticristo" o llamándolo
por su nombre, a Benedicto XVI, reconociéndolo y
aceptándolo como verdadero Sumo Pontífice
de la Iglesia Católica, y así leemos en la
Biblia: “Por esto Dios les envía un poder
engañoso, para que crean en la mentira, a fin de
que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad,
sino que se complacieron en la injusticia." Por desgracia
parece ser que está por caer la última institución
y último baluarte visible de nuestra fe en estos
terribles tiempos de apostasía general, la "Fraternidad
Sacerdotal de San Pío X", la cual ha sido infiltrada
y ahora tiene "tratos" con la Gran Babilonia,
y que con esto está traicionando a Dios y así mismo
a su fundador Monseñor Marcel Lefebvre. Solo falta
que se haga pública su traición al firmar
el tratado de adhesión a Roma apostata para poder
decir que "han muerto los antedichos Enoc y Elías".
Y he ahí que solo quedará un pequeño
rebaño fiel a la Verdadera Iglesia Católica
fundada por Jesucristo Nuestro Señor. En el Apocalipsis
se nos anuncia que "Cuando hayan acabado su testimonio,
(los dos testigos) la bestia que sube del abismo hará guerra
contra ellos, y los vencerá y los matará.", "Y
los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán
sus cadáveres por tres días y medio, y no
permitirán que sean sepultados.", "Pero
después de tres días y medio entró en
ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se
levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre
los que los vieron." A continuación dicen las
Sagradas Escrituras "En aquella hora hubo un gran
terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó,
y por el terremoto murieron en número de siete mil
hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron
gloria al Dios del cielo..." Así se habrán
cumplido estas profecías en el sentido espiritual.
A continuación leemos en el Apocalipsis; “El
segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene
pronto”, Después de esto podemos esperar que
suceda lo que dice San Pablo a los Tesalonicenses: "Y
entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el
Señor matará con el espíritu de su
boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,
con gran poder y señales y prodigios mentirosos,
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden,
por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos. En ese momento habrá sido completado "el
misterio de iniquidad" del que nos habla San Pablo,
por lo tanto a partir de ese momento podemos esperar la
manifestación real y literal de los dos testigos
que nos anuncian las Sagradas Escrituras, de Enoc y Elías
reales, en persona, los cuales después de haber
cumplido su misión, serán matados por el
anticristo y después de tres días se levantarán
sobre sus pies, como nos lo anuncia el Apocalipsis, y así la
profecía se habrá cumplido espiritual y literalmente.
En cuanto a que Roma pagana desaparecerá, también
hay dos interpretaciones, la espiritual y la literal. En
cuanto al modo espiritual de verificarse dicho suceso,
si sabemos que habrá de manifestarse el hijo de
perdición, y que este mismo peleará la batalla
final contra la Iglesia de Jesucristo, podemos creer que:
Ese inicuo la destruirá desde sus cimientos, y acabará con
la Iglesia aparente, inaugurando una” nueva era”,
fundando una “nueva iglesia universal”, fusionando
y unificando todas las pseudo religiones y creencias, principalmente
a las tres pseudo religiones poderosas: es decir, el Judaísmo,
el Islamismo y el Ecumenismo cristiano, de esto nos dice
el Apocalipsis: “Y vi salir de la boca del dragón,
y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta,
tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues
son espíritus de demonios, que hacen señales,
y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos
en la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” y
entregará el Vaticano en manos de la masonería,
dejándolo desnudo de sus riquezas, entregando su
reino a la primera bestia, tal como podemos leer en el
Apocalipsis: “Y los diez cuernos que viste en la
bestia (los aliados del poder masónico) estos aborrecerán
a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y
devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego;
porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que
el quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia(la
primera), hasta que se cumplan las palabras de Dios”,
por lo tanto , de ese modo Roma pagana desaparecerá.
Así leemos en Zacarías: “No vivirás,
porque has hablado mentira en el nombre del Señor”.
Y la Santísima Virgen nos dice: "Ha llegado
el tiempo: El sol se oscurece; solo la fe vivirá." Posiblemente
la Sede Papal será trasladada a otro sitio, muy
probablemente a Jerusalén o al Monte Carmelo en
Israel, y por tanto leemos en el Apocalipsis: ”Y
los reunió en un lugar que en hebreo se llama Armagedón(o
campo de Mejido, el cual está en Israel)” o
en Reyes III: “Anda, convoca a todo Israel al monte
Carmelo, y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal,
que comen en la mesa de Jezabel.” Por otra parte
también cabe esperar que ésta profecía
se cumpla literalmente y finalmente la ciudad de Roma sea
destruida en el Juicio de las Naciones. Y así se
nos anuncia en el Apocalipsis: "Y un ángel
poderoso tomó una piedra de molino, y la arrojó en
el mar, diciendo; Con el mismo ímpetu será derribada
Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada." y "Después
de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo,
que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra
y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque
sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a
la gran ramera que ha corrompido la tierra con su fornicación,
y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella." "...Y
el humo de ella sube por los siglos de los siglos."]
Yo dirijo una apremiante llamada a la Tierra; llamo a los
verdaderos discípulos del Dios que vive y reina
en los Cielos; llamo a los verdaderos imitadores de Cristo
hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los
hombres; llamo a mis hijos; a mis verdaderos devotos, a
los que se me han consagrado a fin de que los conduzca
a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así,
en mis brazos; los que han vivido de mi espíritu;
finalmente llamo a los Apóstoles de los últimos
tiempos, los fieles discípulos de Jesucristo que
han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos,
en la pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el
silencio, en la oración y en la mortificación,
en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento
y desconocidos del mundo. Ya es hora que salgan y vengan
a iluminar la Tierra. Id y mostraos como mis hijos queridos,
yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra
fe sea la luz que os ilumine en esos días de infortunio.
Que vuestro celo os haga hambrientos de la gloria de Dios
y de la honra de Jesucristo. Pelead, hijos de la luz, vosotros,
pequeño número que ahí veis; pues
he aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los
fines. Todos los pueblos y todas las naciones conocerán
la verdad.
[A punto están de completarse las profecías
Bíblicas en cuanto a la abominación desoladora
y la total apostasía de las naciones; y que haya
sido completado el misterio de iniquidad como dice en el
Apocalipsis: "Porque ya está en acción
el misterio de iniquidad; solo que hay quien al presente
lo detiene (¿el Papa o el Papado?), hasta que él
a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel
inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu
de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás,
con gran poder y prodigios mentirosos, y con todo engaño
de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron
el amor de la verdad para ser salvos") Está por
consumarse el misterio de Dios, como anuncia el Apocalipsis: "y
juró... que el tiempo no sería más,
sino que en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio
de Dios se consumará, como él lo anunció a
sus siervos los profetas", por tanto ha llegado el
momento en que deberá cumplirse esta parte de las
profecías que nos anuncia la Santísima Virgen
María, Madre de Dios y Madre nuestra, que hace aquí un
apremiante llamado a sus devotos hijos, los verdaderos
imitadores de Jesucristo, los fieles Católicos,
y a los Apóstoles de los últimos tiempos,
sus fieles Sacerdotes, los verdaderos discípulos
de Jesucristo, a los cuales impera que salgan e iluminen
la tierra con la luz de la fe. Por tanto conmina a los
hijos de la luz (a los verdaderos Católicos), los
cuales son pocos, a pelear por la verdad en la última
batalla, por tanto leemos en Efesios: ”Vestíos
de toda la armadura de Dios para que podáis estar
firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de éste
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.” Del mismo modo dice San Mateo a los Sacerdotes: “Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte
no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra
a todos los que están en casa. Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en
los cielos”. Y nos dice el Apocalipsis: "Y vi
a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos,
reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo,
y contra su ejército." Y así nos dice
la Virgen María que ha llegado el tiempo de los
tiempos y el fin de los fines (la última batalla
y el fin de la apostasía con el Juicio de las naciones)
y entonces todas las naciones conocerán la verdad.
]
Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, penitencia
y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo
el Pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia
e implorarán mi ayuda e intercesión. Entonces
Jesucristo, por un acto de su Justicia y de su gran misericordia
con los justos, mandará a sus ángeles que
mueran todos sus enemigos. Entonces el agua y el fuego
purificarán y consumirán todas las obras
del orgullo de los hombres, y todo será renovado:
Dios será servido y glorificado.
[San Marcos nos dice en el evangelio: "Y seréis
aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más
el que persevere hasta el fin, será salvo." Y
en el Apocalipsis: "...Vi también como un mar
de vidrio mesclado con fuego; y a los que habían
alcanzado la victoria sobre la bestia su imagen, y su marca
y el número de su nombre, en pie sobre el mar de
vidrio, con las arpas de Dios." En cuanto a la muerte
de los enemigos nos dice San Juan: "Vi en el cielo
otra señal, grande y admirable; siete ángeles
que tenían las siete plagas postreras; porque en
ellas se consumaba la ira de Dios." Y en la segunda
epístola de San Pedro podemos leer: "pero los
cielos y la tierra que existen ahora, están reservados
por la misma palabra, guardados para el fuego en el día
del juicio y de la perdición de los hombres impíos." "Pero
el día del Señor vendrá como ladrón
en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos
y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas." "...esperando
y apresurándoos para la venida del día de
Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán
deshechos, y los elementos, siendo quemados se fundirán." La
Santísima Virgen nos dice que todo será renovado;
el Apocalipsis nos dice: "Y el que estaba sentado
en el trono dijo: He aquí, Yo hago nuevas todas
las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son
fieles y verdaderas" y San Pedro nos dice: "Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos
y tierra nueva, en los cuales mora la justicia." Finalmente
concordando esta parte del mensaje de nuestra Señora
con el Apocalipsis: "...solo Tú eres Santo;
por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán,
porque tus juicios se han manifestado."]
He aquí el tiempo; El abismo se abre. He aquí el
rey de los reyes de las tinieblas. He aquí la bestia
con sus súbditos, llamándose el salvador
del mundo. Se remontará con orgullo por los aires
para subir hasta el Cielo; será sofocado por el
soplo de San Miguel Arcángel. Caerá y la
Tierra que llevará tres días en continuas
evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego; Será hundido
para siempre, con todos los suyos, en los abismos eternos
del infierno. De golpe los perseguidores de la Iglesia
de Jesucristo y todos los hombres dados al pecado perecerán,
y la Tierra quedará como un desierto.
[Podemos leer en el Apocalipsis; "Y subieron sobre
la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los
santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego
del cielo, y los consumió." "Y vi salir
de la boca del dragón, y de la boca de la bestia,
y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos
a manera de ranas (Judaísmo, Ecumenismo e Islamismo:
las tres grandes pseudo religiones monoteístas enemigas
de la verdadera Iglesia de Jesucristo); pues son espíritus
de demonios que hacen señales, y van a los reyes
de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla
de aquel gran día de Dios Todopoderoso." "Y
los reunió en el lugar, que en hebreo se llama Armagedón.
El séptimo ángel derramó su copa por
el aire; y salió una gran voz del templo del cielo,
del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos
y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto
tan grande, cual no hubo jamás desde que los hombres
han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida
en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron;
y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para
darle el cáliz del vino del ardor de su ira." “...hubo
una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles
luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón
y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya
lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran
dragón, la serpiente antigua que se llama diablo
y Satanás, el cual engaña al mundo entero;
fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados
con él. Entonces oí una gran voz en el cielo,
que decía: Ahora ha venido la salvación,
el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de
su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de
nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche." "Y el diablo que los
engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre,
donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos".
Tambien el profeta Daniel nos dice; En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de
parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de
angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces;
pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos
los que se hallen escritos en el libro." Finalmente
referente al mensaje de nuestra Señora, podemos
leer en Ezequiel: "Y convertiré la tierra en
desierto y en soledad, y cesará la soberbia de su
poderío; y los montes de Israel serán asolados
hasta que no haya quien pase. Y sabrán que yo soy
Yahveh, cuando convierta la tierra en soledad y desierto,
por todas las abominaciones que han hecho."]
Entonces será la paz, la reconciliación de
Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado
y glorificado; la caridad florecerá por todas partes.
Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa
Iglesia, que será fuerte, humilde, piadosa, pobre,
celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio
será predicado por todas partes y los hombres harán
grandes progresos en la fe, porque habrá unidad
entre los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán
en el temor de Dios.
[En cuanto a
esta última parte de la profecía
San Juan nos dice en el Apocalipsis: "Entonces uno
de los ancianos habló, diciéndome: Éstos
que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes
son y de donde han venido? Yo le dije: Señor tú lo
sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido
de la gran tribulación, y han lavado sus ropas,
y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por esto
están delante del trono de Dios, y le sirven día
y noche en su templo; y el que está sentado sobre
el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más
sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en
medio del trono los pastoreará, y los guiará a
fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima
de los ojos de ellos." "Y oí una gran
voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo
de Dios con los hombres, y él morará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima
de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas
pasaron." "Y me dijo: Hecho está. Yo soy
el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere
sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua
de la vida. El que venciere heredará todas las cosas,
y Yo seré su Dios, y él será mi hijo." Tambien
dice en el Apocalipsis: "Vi volar por en medio del
cielo a otro ángel, que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a
toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a
gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora
de su juicio ha llegado; y adorad a Aquel que hizo el cielo
y la tierra, el mar y las fuentes de aguas." "¿Quién
no te temerá, oh Señor, y glorificará tu
nombre?..."]
¡Venga
a nos tu reino! Amén.
Creo en el misterio de la Cruz.
Confieso a mi Señor Jesucristo.
Con mi vida defiendo el Evangelio y a la Iglesia,
que es: Una, Santa, Católica y Apostólica.
Amén.
P. H. de FD.
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha:
sé nuestro amparo contra las asechanzas
del demonio, que Dios manifieste sobre él
su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, ¡oh Príncipe de la milicia celestial!
con la fuerza que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás y a los demás
espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén.
Ave María purísima, sin pecado
concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
“La gracia sea con todos los que aman
a
Nuestro Señor Jesucristo con amor inalterable.