CUANDO EL SENTIMIENTO COFRADE
SE HACE VERSO Y PROSA
Silvia Solano Ferrer:
Apenas
fue un sueño
Apenas
fue un sueño que se nos escapó de
entre los dedos... Apenas un sueño de colores
dónde el verde y el blanco tapaban los tímidos
rayos de sol... Donde el aire de primavera traía
olor a flores, a incienso y a lluvia... Bajo tu
palio una cuadrilla orgullosa te mostraba a tu
pueblo... Y Tú lucías como una reina...
Como la Reina del Valle.
A tu paso, lento y racheado, cautivabas los corazones
de todo aquel que te miraba embelesado... ¡¡Lucías
tan hermosa!! Era un sueño... Un sueño
en el que caminábamos sobre nubes de incienso
y azahar... Donde se escuchaban cantos de mujeres
a tu belleza, donde los piropos a las más
guapa caían sobre tu palio como pétalos
de flores... Era un sueño llevarte por las
calles de tu pueblo arropadas entre el calor de
todos los corazones cautivados que allí te
esperaban... Y al compás de las lágrimas
de las almas que te llevaban... Las nubes sintieron
celos y llovió... Y el corazón se
nos rompía a pedacitos mientras andando
de largo te llevábamos de vuelta a casa...
A tu casa.
Y el llanto se agudizaba más fuerte mientras
volvíamos con un vacío en el pecho,
al igual que la lluvia que caía...y ese
sueño se nos escapó de entre los
dedos... ¡¡Sin poder cerrar las manos!!
Y te mecimos al compás de "Mi Amargura" con
un sabor agridulce en el alma, y te mecimos para
dormirte en un arrullo cálido… Y te
dormimos en un sueño que durará un
año entero.
Un año para volver a soñar que estoy
allí, para volver a sentir ese sentimiento
tan difícil de explicar con palabras...
Ese sentimiento que te hacer llorar sin consuelo,
como un niño... Que te hace frágil
y vulnerable... Fuerte y orgulloso... Ese sentimiento
que solo un costalero siente cuando te habla, en
silencio, desde una trabajadera…