PADUL HONRA
A SU PATRÓN SAN SEBASTIÁN ENTRE
HOGUERAS Y MÚSICA
Francisco
Molina Muñoz
Padul, enero 2011
Como
el buen
vino, las
tradiciones
cambian,
evolucionan
y, en ocasiones,
ganan.
Eso sucede
con la
celebración
del día
de nuestro
Santo Patrón,
San Sebastián.
Desde
que Don
Juan
de Austria
nos hiciese
estar bajo
el patronazgo
del santo
mártir,
mucho ha
llovido y
muchos cambios
han marcado
nuestra historia
y nuestra
vida cotidiana.
Pero lo esencial
sigue, como
buen árbol,
arraigado
en el interior
de las gentes
de esta Villa
y de cuantos,
como nosotros,
se sienten
paduleños
de adopción.
San Sebastián
sigue acogiéndonos
a todos con su
bondad y por ello
nosotros, cada
19 de enero, salimos
en masa al monte,
haga sol, lleva
o nieve, a hacer
cada uno su haz
de plantas tan
simbólicas
como tomillo y
romero, aulaga
y salado. Algo
interior nos impulsa
a hacerlo, sin
que en este gesto
que consideramos
tan natural y propio
de nuestro pueblo,
interfieran las
creencias particulares
u orientaciones
políticas
de cada uno de
nosotros. Lo importante,
al fin, es preservar
intacta nuestra
tradición
de hacer hogueras
en nuestras calles
en honor a San
Sebastián.
Otro
tanto sucede con
el canto colectivo,
entonado a los
sones de la Banda
de Música de la
Asociación Músico
Cultural San Sebastián.
Cada cual canta
como sabe o puede,
no importando si
se afina
o se
invoca la lluvia
con la voz, si
se conoce la letra
entera del himno
o solo el estribillo,
lo importante es
sumarse al multitudinario
coro que cada año
nace de nuestros
pechos, bien sea
en la Ermita de
San Sebastián
o en el interior
de la Iglesia de
Santa María
la Mayor.
Otra tradición
que por activa
y por pasiva se
ha intentado eliminar
o reprimir es la
de disparar al
aire, rememorando
aquellos disparos
de mosquete con
que se rindieron
honores a San Sebastián
el día en
que fue designado
como Santo Patrón
de Padul. Ni en
los peores tiempos
se ha conseguido
erradicar por completo
la tradición
y, aunque ahora
son pocos los disparos
que se oyen, comparados
con los que se
oyeron en tiempos
recientes, aún
resuenan en nuestros
oídos los
que cada año
saludan al Santo
a su paso.
Bien es cierto
que es peligroso
el usar munición
real, pero no es
menos cierto que
si alguien (Asociación
de cazadores, Ayuntamiento,
o cualquier otro
organismo o particular)
hiciese los trámites
oportunos con quien
corresponda para
adquirir munición
de fogueo, que
no suponga peligro
alguno para los
usuarios ni demás
público
asistente a la
procesión,
a buen seguro que
no faltaría
quien comprase
algunas cajas para
dispararlas en
honor al Santo,
yo mismo me contaría
entre ellas.
Este año,
a pesar de coincidir
las fechas clave
con días
laborables, han
sido miles los
paduleños
y visitantes que
se han dado cita
en Padul, tanto
el 19 como el 20
de enero, víspera
y día de
San Sebastián.
Yo mismo he sido
testigo de cómo
los montes estaban
salpicados una
marea de pequeñas
hogueras en las
que calentarse
mientras se hacía
la leña.
En otros lugares
eran barbacoas
en las que se asaban
la panceta y el
chorizo para reponer
fuerzas mientras
se estruja la bota
y se da un largo
trago de nuestro
buen vino.
Al
final de la jornada,
a pesar
del frío,
las pilas de leña
presentaban un
aspecto inmejorable
y la cantidad de
gente que se concentró,
tanto en la procesión
de bajada del Santo
como al día
siguiente en la
procesión
en su honor ha
sido enorme, digna
de los mejores
años.
Seguidamente
les dejo una galería
fotográfica
cedida por nuestro
habitual colaborador
Salvador Chaves
Fajardo, un enlace
a un ámpli estudio
sobre San Sebastián
que a buen seguro
les resultará interesante
e incluso sorprendente
y por último tres
videos en los que
se puede
escuchar el Himno
de San Sebastián,
los cuales han
sido colgados en
YouTube por distintas
personas, a las
cuales, desde estas
líneas deseo
expresar mi agradecimiento.