Un año más hemos asistido
a la tradicional procesión de los “juas” en
Padul, donde los jóvenes y no tan jóvenes van delante
del Cristo Resucitado, San Juan y la Virgen del Carmen gritando:
“juas” y derribando los artesanales muñecos
de trapo que representan al apóstol traidor, rellenos de
paja, hierva, aserrín y últimamente con los claveles
que adornaron los pasos en la procesión del Viernes Santo.
Eran las once de la mañana, la
hora fijada para la salida del cortejo procesional, pero éste
año no era lo mismo de todos los años, algo había
cambiado, la procesión se ha visto asaltada por el tropel
que formaban los niños hebreos que salieron acompañando
a la hermandad de la Borriquilla el Viernes Santo. Habían
cambiado las ramas de olivo por unas sonoras campanas de barro.
Además a esta fiesta de Resurrección se sumaron
más niños paduleños con campanas y vestidos
con un alba blanca.
Pero esta tradicional procesión
tuvo más novedades: una representación de las doce
cofradías que hay en el Padul acompañaron al Santísimo
Cristo Resucitado que posesionó en andas a hombros de la
cuadrilla de costaleros de Ntro. Padre Jesús de la Victoria.
Al final el comentario que se
oía en el ambiente era unánime. Algo está
cambiando… para bien. Jesús resucitado ha procesionado
en olor de multitud y además dejando que los niños
se acerquen a Él.