RITOS DE ENTERRAMIENTO
DE ANTAÑO. RITOS DE ENTERRAMIENTO
EN LA LOCALIDAD DE LA MALAHÁ
Manuel Romero Castillo
Albuñuelas, abril 2010
1.- INTRODUCCIÓN:
El ciclo de la vida empieza con la gestación seguido del nacimiento,
la madurez y tras la vejez la muerte. Esta línea espacio-temporal
no termina aquí, la muerte forma parte de la vida y también
de la cultura social.
Actualmente en la sociedad del bienestar no estamos acomodados la
cultura de la muerte, no tiene casi cabida, por eso cuando muere
alguien lo trivializamos, hacemos todo lo posible para que sea una
muerte aséptica, queremos que sea indolora al máximo,
se ha intentado “alejar” de la principal zona familiar,
la casa.
La muerte nos sigue asustando, causa pavor, sigue siendo un tema
tabú, a pesar de ser uno de los negocios más rentables
y seguros.
A pesar de todo lo expuesto no voy a hacer apología
de la muerte, sino mas bien pretendo que conociendo una realidad,
estudiándola no la muerte, sino el enterramiento, una parte
más de la propia muerte seamos conscientes de la evolución
que ha tenido desde nuestros abuelos, no solo materialmente sino
desde el punto de vista mental.
2.- EL MARCO GEOGRÁFICO:
La Malahá es una localidad granadina cuya posición
UTM es 37º 6´0´´N 3º43´21´´W.
Pertenece administrativamente a Granada y a las unidades que se
crearon en 1992 y en la cual se encuentra englobada bajo la denominación
del “temple”.
3.- BREVE VISIÓN HISTÓRICA1
Durante la Prehistoria2 el ser humano
empezó a diferenciar
fuerzas poderosas, era la divinidad. Con el paso del tiempo, cuando
su capacidad mental aumento empezó a darle forma y a tributarle
los productos que obtenía de la tierra. Cuando enterraba
al difundo lo hacía cumpliendo un rito que se fue complejizando.
En América se enterraba al
igual que en Egipto3, Mesopotamia, etc.,
al difunto con sus enseres, así podría disfrutar
de ellos en la otra vida. Se le hacían ofrendas y el rito
funerario alcanzo gran complejidad en Egipto, donde se desarrollo
un complejo sistema simbólico. Se dan las momias como forma
de tener más presente al difunto, pirámides o culto
privado o público como en el caso americano.
En Mesopotamia el difunto según su comportamiento social
iba a uno de los siete cielos o los siete infiernos.
En Grecia4 la
muerte hizo que los buenos fueran a disfrutar de una zona deleitosa
mientras que los
malos iban al eterno tormento.
Roma5 siguió este mismo esquema pero hizo tumbas exentas
a la vista de la sociedad, ya no era bajo la casa el lugar de descanso,
ni una zona concreta donde todos se enterraban, como en Egipto.
Con la prohibición del cristianismo
las Catacumbas6 serán
las zonas de enterramiento y culto. Pero al ser aceptado habrá zonas
concretas donde enterrar a la población. Igual modo adoptaron
los islámicos, los cementerios es donde dan culto a los
muertos.
Durante la Edad Media la sepultura pasa a ser regida por la Iglesia,
quien hará una escala, en base al patrimonio del finado
y en base a sus acciones. El pobre de solemnidad no se mezcla con
el rico, el ahorcado y el extranjero tampoco. Hay zonas santas
para los “buenos cristianos” y otras que no lo son
para lo demás.
4.- LA INTERPRETACIÓN ANTROPOLÓGICA:
La interpretación antropológica
clásica7 considera
las ceremonias que rodean a la muerte como ritos de paso.
Estas prácticas, estrechamente
relacionadas con las creencias religiosas sobre la naturaleza de
la muerte8 y la existencia de
una vida después de ella, implican importantes funciones
psicológicas, sociológicas y simbólicas para
los miembros de una colectividad.
Así, el estudio del tratamiento que se dispensa a los muertos
en cada cultura proporciona una mejor comprensión de su
visión de la muerte y de la propia naturaleza humana.
Los rituales9 y costumbres funerarias
tienen que ver no sólo
con la preparación y despedida del cadáver, sino
también con la satisfacción de los familiares y la
permanencia del espíritu del fallecido entre ellos.
NOTAS:
1 Como página web que recoge información:
www.monografias.com/trabajos6/edpre/edpre.shtml 2 PIOJÁN, José, Arte de los pueblos aborígenes,
Summa Artis,
Tom. I, Espasa Calpe, Madrid, 2006. 3 Página web: www.monografia.com/trabajos6/pieg/pieg.shtml y www.antropos.galeon/html/piramides.htm
donde aparecen datos sobre la formación de las pirámides. En PIOJÁN,
José, Arte Egipcio, Summa Artis, Tom. III, Espasa Calpe, Madrid, 2006,
ofrece una detallado análisis que se completa con el artículo del
doctor Antonio Pérez Largacha de la universidad de Alcalá, donde
ofrece una visión sobre el origen y significado de las pirámides
en: www.liceus.com/cgi-bin/aco/his/02/01/0100.asp 4 PIOJÁN, José, Arte Griego, Summa Artis, Tom. IV, Espasa Calpe,
Madrid, 2006. La profesora y arqueóloga Isabel Prieto González
ofrece interesante información sobre el Tholos y las tumbas de cámara,
el tipo de enterramiento griego en Micenas y explica el proceso de enterramiento
en: www.arqueologia.com/micenas3.htm 5 PIOJÁN, José,
Arte Romano, Summa Artis, Tom. V, Espasa Calpe, Madrid, 2006. Y se completa con
el detallado informe que se ofrece sobre en el
artículo
dedicado a la arquitectura funeraria romana.las tumbas de los notables y los
mausoleos imperiales en: algargoarte.lacoctelera.net/post/2009/11/04/arquitectura-funeraria-romana-tumbas-los-notables-y-los 6 PIOJÁN, José, Arte cristiano primitivo. Arte Bizantino, Summa
Artis, Tom. VII, Espasa Calpe, Madrid, 2006. Donde ofrece un primer acercamiento
a la
descripción y análisis pormenorizado de los sarcófagos y
el tema funerario y escenas de muerte de Cristo. Y el Círculo de Investigación
de la Antropología Gnóstica, El Abraxas Gnóstico Nº4-15,
Catacumbas de Roma, ofrece un exhaustivo estudio detallado de que incluye la
descripción de las catacumbas, los símbolos y algunos casos concretos
como el de San Calixto, o la cripta de los Papas en: www.ciag-gnosis.org/revista_abraxas/4-15/catacumbas_roma.shtml.
así mismo desde ámbitos católicos encontramos una visión
del difunto Papa Juan Pablo II en el discurso que hizo a la comisión pontificia
de arqueología sacra el 7 de junio de 1996 en: www.catacombe.roma.it/es/discorso.html 7 GONZÁLEZ ALCANTUD, José Antonio y
GONZÁLEZ
DE MOLINA, Manuel (Eds.), La tierra. Mitos, ritos y realidades,
Coloquio internacional. Granada 15-18 de abril de 1991, Anthropos,
vol. 25, Granada, 1992. 8 AGUIRRE BAZTÁN, Ángel, (ed.), Diccionario temático
de antropología, Barcelona, 1993, p. 107. 9 Ibídem,
p. 534, p 540.
5.- LA HISTORIA DE LAS MENTALIDADES:
La mentalidad, entendida como los factores que se reúnen
para llevar a cabo un tipo de acción, tiene interés
en encontrar el sustrato sobre el que se asienta una práctica
de enterramiento y no otra. A parte de por estar condicionados
por un tipo de sociedad, que impone sus patrones culturales en
todo lo que rodea al individuo, debemos tener en cuenta otra serie
de factores.
Conocer las motivaciones que conducen a la persona, en este caso
la familia, a dejar que su familiar sea enterrado bien en tierra,
en nicho o incinerado es fundamental y además nos permite
detectar los cambios mentales.
La mentalidad se ha ido forjando según los factores ambientales,
es decir, según la institución dicte un tipo de normas
u otras; según la practica social; según el poder
adquisitivo; etc., son bastantes los condicionantes que se deben
tener en cuenta, pero también, nos proporcionan valiosa
información para comprender a la sociedad que permitió y
abogo por ese tipo de enterramiento.
6.- EL CEMENTERIO Y LA TUMBA:
Dentro de la órbita cristológica, que promueve la
Iglesia, y que es el contexto general en que nos movemos por formar
parte de la sociedad cristiana, la muerte está marcada por
el cauce cristiano que es quien “han impuesto una forma de
morir” y en ella el último paso es el descanso en
el lugar donde los restos esperan que llegue el Juicio Final.
Bajo este paraguas ideológico es cuando llevamos a nuestros
difuntos al campo santo, les damos sepultura cristiana (que se
enfatiza con la misa de cuerpo presente, las plegarias y el rito
mortuorio subsiguiente como son las misas de la luz y la del año
y un lugar de enterramiento decente), los recordamos como parte
de la comunidad que espera la resurrección de la carne y
una vida mucho mejor.
El cementerio es el lugar del reposo eterno y es una zona que la
comunidad cuida, visita obligatoriamente durante el día
1 y 2 de noviembre y además tiene prácticas de recordatorio
dentro de cada celebración eucarística.
El cementerio ha evolucionado a la par que la forma de enterramiento,
actualmente es costumbre estar en un nicho, que se compra al máximo
tiempo posible, o se opta por la cremación. Sin embargo,
antaño esta práctica era totalmente diferente. La
mentalidad era otra, también las posibilidades económicas
eran diferentes y por ella la forma de enterrarse también.
Desde la prehistoria al siglo XXI tener una zona propia de enterramiento
supone una nueva preocupación que lo vamos resolviendo en
vida, por ello se contratan compañías que lleven
a cabo este servicio mortuorio.
El lugar de enterramiento es importante, se cuida y se busca que
se tengan todas las “garantías” para no ser
molestados durante el descanso, a la vez, se dan garantías
inmateriales para no ser olvidados, a parte de las plegarias se
pone una identificación en la lapida, así siempre
se recordará a la persona/s que descansan en paz.
Es desde la óptica del campo de las mentalidades desde donde
miramos el curioso hecho que se dan en el pueblo de la Malahá,
este artículo forma parte del estudio de esta localidad
granadina.
7.- LAS TEORÍAS DEL ENTERRAMIENTO:
El tipo de enterramiento ha ido cambiando a lo largo de la historia,
buena cuenta de ello lo da la historia que recoge las diferentes
manifestaciones, túmulos, mastabas, pirámides,
urnas, cistas, tumbas de corredor, sarcófagos, monumentos
exentos redondos, talayots, catacumbas y un largo etcétera.
En la localidad de la Malahá, en su cementerio viejo se
aprecian dos cosas. Por un lado se ve el poder económico
de una sociedad pobre, ello se ve en la diferencia que existe entre
la gente común enterrada en el suelo y el que posee el panteón
propio.
Un segundo aspecto se aprecia en la mentalidad que existe para
el tipo de enterramiento. Las fechas que aparecen en las pocas
lapidas que hay indican que estamos tratando sobre una época
que nos parece bastante lejana en el tiempo, 1900, el comienzo
del siglo veinte denota unos usos mortuorios diferentes a los que
ahora mismo existen.
El tipo de enterramiento es en la tierra y sobre el caballón
vertical se ponen tejas, se encuentran dos formas:
Con una hilera de tres o cuatro.
Con forma de cruz.
A la vez hay una diferencia entre los enterramientos
encontrados, uno de ellos se encuentra rodeado de piedras, como
aparece en la siguiente foto:
Teniendo en consideración estos hechos
se sugieren diversas teorías sobre el porqué de
esta forma:
Se ponen las tejas por ser el techo de tu nueva casa, por
el significado de la teja, por tapar, recubrir, como protector,
recuerda así los amuletos con los que se enterraban
a los difuntos.
Las piedras sugieren una simbología más primitiva,
recuerdan a los túmulos que se delimitaban o al tipo
de enterramiento con piedra vista que se practicaba en zonas
desérticas. También puede ser por asociación
cultura de enterramiento judía de entregar piedras
al difunto como forma de recordarlo.
8.- CONCLUSIÓN:
Ha evolucionado el tipo de enterramiento, fruto de todos los factores
que han impulsado a la sociedad a cambiar. Se han impuesto modas,
el ritual y el enterramiento paso de ser solamente en tierra
santa, de no mezclarnos con las demás clases sociales
inferiores a poseer extenso patrimonio dedicado al “rescate” del
alma del purgatorio y a que fuese “directa” al cielo
a la incineración y a que el difunto estuviera a la vista
en su urna.
En la localidad de la Malahá persistió una nueva
forma de concebir el tipo de enterramiento, dado el carácter
rural y las prácticas sociales se llevo a cabo ese tipo
de enterramiento.
En la actualidad debido a los problemas con el suelo y a los medioambientales
seguramente volverá a cambiar el tipo de enterramiento y
ha generado un rito laico para diferenciarse del religioso.
9.- BIBLIOGRAFÍA:
Para elaborar esta artículo se han empleado diferentes obras
que son clasificadas en tres tipos, libros impresos, revista on-line
y páginas webs.
LIBROS IMPRESOS:
AGUIRRE BAZTÁN, Ángel, (ed.), Diccionario temático
de antropología, Barcelona, 1993 FERNÁNDEZ DE ROTA Y MONTER, José Antonio (dir.) Rito
y misterio, Coruña: Universidad, 1992 GONZÁLEZ ALCANTUD, José Antonio y GONZÁLEZ
DE MOLINA, Manuel (Eds.), La tierra. Mitos, ritos y realidades,
Coloquio internacional. Granada 15-18 de abril de 1991, Anthropos,
vol. 25, Granada, 1992 PIOJÁN, José, Arte de los pueblos aborígenes,
Summa Artis, Tom. I, Espasa Calpe, Madrid 2006. PIOJÁN, José, Arte Egipcio, Summa Artis, Tom. III,
Espasa Calpe, Madrid, 2006. PIOJÁN, José, Arte Griego, Summa Artis, Tom. IV,
Espasa Calpe, Madrid, 2006. PIOJÁN, José, Arte Romano, Summa Artis, Tom. V, Espasa
Calpe, Madrid, 2006. PIOJÁN, José, Arte cristiano primitivo. Arte Bizantino,
Summa Artis, Tom. VII, Espasa Calpe, Madrid, 2006.
REVISTA ON-LINE:
Círculo de Investigación de la Antropología
Gnóstica, El Abraxas Gnóstico Nº4-15, Catacumbas
de Roma.