Es
Domingo de Ramos ¡Hoy es el gran día!
Para mis hermanos y yo, la espera de un largo año para
vestir las túnicas y caminar junto al Señor esta
a unos cuantos minutos de distancia.
Mi madre nos sirve el desayuno para tener fuerza y soportar
la penitencia, en la radio escuchamos que el Señor está
saliendo!
- Hay que comer deprisa y salir pues no podemos dejar de hacerle
el encuentro en la "Avenida de Los Árboles",
este año no puede ser diferente de los anteriores...
Y así pulcramente vestidos de morado y negro, caminamos
presurosos.
El olor del corozo se mezcla con el olor del aserrín
mojado de la misma forma que nosotros nos mezclamos entre los
penitentes cucuruchos que ya caminan reverentes como anunciando
que allá al fondo de la calle, detrás de aquella
nube blanca que se eleva al cielo, vienen subiendo las águilas
imperiales que anuncian al "Soberano Señor de Los
Milagros"
-Yo tomé la devoción siendo un adolescente, mis
hermanos son cucuruchos desde su infancia, se fueron preparando
durante años, fueron naveteros y llevaron fervorosos
en sus hombros infantiles al Señor San Juan. Son cucuruchos
de casta y abolengo, su devoción marca toda una vida.
Hoy como ayer corren a su encuentro en la "Avenida de Los
Árboles", hoy como hace veinte y tantos años...
Sus ojos se llenan de regocijo y fervor por el "Señor
de Los Milagros".
Hoy convertidos en hombres devotos del "Rey del Universo"
esperan de rodillas el momento de tomar en sus hombres el catafalco
romano con el hermoso Nazareno de Mirada suplicante, el que
los guía, el que los cuida.
- De repente un aire seco sacude mi cuerpo, tristemente la solemnidad
y fervor que estaba viviendo solo era un sueño... Solo
un hermoso viaje por el recuerdo cuando yo también fui
un cucurucho... |