Todo de heridas
cubierto
hasta el Gólgota has llegado
y allí, sin piedad ninguna
te desnudan los soldados.
¡A sus
burlas y mofas
les respondes perdonando!
Te han clavado
en una cruz,
de todo ta han despojado,
y gota a gota, tu sangre
entera la has derramado.
¡Dios
mio, Dios mio, dices!
¿Por qué me has abandonado?
Con los brazos
extendidos
en silencio has expirado
y ha sido, Jesús, tu muerte
de amor un misterio claro.
¡Tu
espíritu le encomiendas
a tu padre entre sus manos!
El Sol, se
ha oscurecido,
también la tierra ha temblado
y que eras Dios y hombre
a todos has demostrado.
¡Qué
gran ejemplo, Jesús,
nos has dado en el Calvario!