¡Cuanto
has sufrido, María
junto a esa cruz elevada
contemplando la agonía
del hijo de tus entrañas!
¡La
amargura y la tristeza
han traspasado tu alma!
Lo han puesto
muerto en tus brazos,
en tu regazo lo amparas
y por tu afligido rostro
unas lágrimas rebalan.
¡La
amargura y la tristeza
han traspasado tu alma!
Madre eres
de las Angustias,
eres Madre de esperanza
y Madre eres, qu een las penas
el consuelo nos deparas.
¡Se
tú siempre nuestro apoyo
cuando las fuerzas nos faltan!